En nuestro último resumen de The Rich Man’s Daughter nos habíamos quedado en que Jade y Althea estaban extremadamente cerca en un baño. Vamos, que todas pensábamos Althea iba a mover ficha y besar a Jade, así que ya estábamos comprando fuegos artificiales para la celebración. Y como justo ahí empezamos este nuevo episodio vamos directas al meollo del asuntollo.

Jade y Althea mirándose

Jade ve venir la boca de Althea a 40 centímetros de la suya y casi sale pitando, porque sabe que esos labios cerca son peligrosos para su salud mental. Así que luego de hacerle la cobra la mira con cara como de ¿ein? ¿señora? Que no hemos conocido hoy, tampoco soy tan facilona. Pero Althea le responde que se relaje, porque en realidad solo quiere quitarle una especie de trozo de tela que tiene enredado en el pelo.

Jade se ríe, porque es lo que todas hacemos cuando estamos nerviosas y le agradece el detalle. Luego las dos se despiden y cada una por su lado. Eso sí, nuestras chicas se siguen echando miraditas durante toda la ceremonia continuamente. Tanto se miran que Batchi, la amiga con la que va a Althea que hace que nuestro gaydar suene cual ambulancia a todo volumen, se da perfectamente cuenta de que ahí hay tomate como nosotras. Y como su deber es el de ser buena amiga, decide advertirle a Althea de que está tirando su flecha a territorios desconocidos y muy escabrosos.

Tengo una advertencia para ti, no sueñes con eso, es más hetero que su cabello.

LOL, la verdad es que me ha encantado la advertencia. Pero ¿para qué nos vamos a engañar? Althea no la va a pelar, igual que nosotras no pelamos a nuestras amigas cuando nos advierten que vamos por el camino del corazón roto.

Y hablando de romper corazones, tanta miradita hace que llegue un momento en que Jade duda seriamente de su heterosexualidad. ¿Y qué hace una chica en estos casos? Pues agarra al prometido y le planta un besaco a ver si siente algo. El beso no fue que le moviera nada, pero como tampoco sintió asco Jade se autoconvence que tanta mirada solo ha sido un lapusus momentáneo. Lo malo es que Althea la ve salir con David del lugar donde se besaron y se le rompen las ilusiones. ¡Mal rollito!

Dicen que las almas gemelas están destinadas a reencontrarse, y Jade y Althea son un ejemplo, porque días después se encuentran a las afueras de un centro comercial. Althea sale a pasear a su perrito Miggy y Jade está de compras con su madre, pero las dos se paran un ratito a platicar sobre su mutuo gusto por los perros.

Luego vemos a Althea visitando en el hospital a su padre, que descubrimos que está muy enfermo. El padre de Althea está preocupado porque quiere que su hija encuentre el amor y sea feliz, tiene miedo de que cuando se muera se quede sola, pero ella tiene esperanzas de que él se recupere y no tiene tiempo ni esperanzas de que el amor toque a su puerta.

De vuelta en casa de los Tanchingco, Jade le cuenta a Pearl que se encontró con Althea y comenta que le cae muy bien. Pearl le dice que es muy buena onda para ser lesbiana y Jade sube la ceja no se lo cree, Althea le parece muy femenina (estereotipos FTW). Pearl le dice que está muy atrasada en conceptos, que ahora algunas mujeres a las que les gustan otras mujeres son femeninas y la deja descuadrada para rato.

Althea-se-encuentra-con-Jade-y-David

Tanto que luego, cuando sale con Dave más adelante le va contando precisamente eso. Él se queda a cuadros porque piensa igual que ella, pero también porque cree que es muy sexy que Althea sea lesbiana por aquello de las películas porno. Jade lo ve como: «¿en serio señor? ¿eso es lo único que se le ocurre?». Pero tampoco pueden hablar mucho más porque ¿adivinan quién aparece? ¡Pues sí, Althea!

David está encantado con la situación y decide invitarla a salir por la noche con ellos para sorpresa de Jade que insiste en echarle miraditas de «¡señor no me haga estas cosas!». Althea no entiende nada de nada, pero tampoco es tonta y cualquier oportunidad de pasar un rato con Jade la aprovecha, así que acepta ir y queda para verse más tarde con ellos.

Iggy robando cámara

Miggy robando cámara

En su casa, Althea le cuenta a Batchi que ha quedado con la pareja feliz y su amiga insiste en advertirle que si sigue jugando con fuego va a terminar quemada, pero Jade no puede evitarlo.

Hasta cuando me insulta es guapa

Hasta cuando me insulta es guapa

Ya en la disco, Althea le mete cañita a Jade preguntándole si se dedica a algo más que ser una rica heredera. Jade le responde que a veces cuando se aburre se dedica a viajar y le devuelve la puya preguntándole qué se siente pertenecer a la clase trabajadora. Althea le dice que para ella la vida siempre ha sido así, pero que le encanta, todo lo que tiene es porque lo ha trabajado y es independiente, sabe cuidarse ella sola. Vamos que deja a Jade pensando.

Igual David nos rompe el momento debate llevándose a Jade a bailar y como Althea se aburre de ser la sujeta velas, decide irse a la terraza a ver el paisaje y ahí es donde la encuentra Jade.

Althea: Lo siento, a veces no tengo tacto.
Jade: Pero tenías razón, soy una consentida y poco productiva… algo…
Althea: Lo sé (sonrisita) pero ¿sabes qué? Envidio tu vida.
Jade: Y yo envidio tu independencia.

Jade-y-Althea-de-la-mano-en-la-terraza

Awww nuestras chicas se admiran mutuamente. Althea quiere celebrar disfrutando de las vistas, pero Jade le tiene miedo a las alturas y no quiere salir. Igual el miedo se le quita rápidamente cuando Althea le promete tomarla de la mano y no soltarla.

Althea le promete que si se abre, verá el mundo desde un perspectiva diferente y para Jade es una premonición, porque Althea está cambiando su perspectiva de la vida. De hecho, al otro día, Jade aprovecha un momento con su padre para pedirle que le de un trabajo, toda la platica con Althea le ha afectado y ahora siente que le gustaría tener algo de independencia y ganar su propio dinero, no solo estar a expensas de su familia sin hacer nada.

Su padre sí que le da un trabajo, aunque no el que Jade esperaba, resulta que nuestra chica se convierte en la «niña de las fotocopias». Igual afronta este nuevo reto con energía, sobre todo cuando Althea va a visitarla y se ponen a bromear con que está de camino a ser la SEO de la empresa Tangchinco.

Jade-y-Althea-bromeando

Jade: Por favor, espera a que salga. Dado que fuiste tú quien me animó a conseguir un trabajo, te quiero invitar a cenar.
Althea: Estupendo, hay una nueva película que me gustaría ver.
Jade: ¿En serio? ¿Esperarás por mi?
Althea: Yo esperaré por ti, no importa cuanto tiempo.

Y aquí a todas nos dio un vuelco el corazón junto al de Jade porque Althea es la chica más romántica de este mundo. Y de ahí al cine, donde nuestras chicas se lo pasan también que incluso se animan a una pequeña batalla de palomitas que termina con la gente quejándose de ellas. Así que deciden marcharse del lugar muertas de risa. Eso sí, su carácter se nota en su comportamiento, porque mientras que Althea recoge sus cosas, Jade, que está acostumbrada a que la sirvan, deja su refresco ahí para que lo recojan los del cine.

¡¿Cómo que no te gusto?!

¡¿Cómo que no te gusto?!

Althea: ¿No me tienes miedo?
Jade: No, tú no te aprovecharías de mi de todos modos ¿verdad?
Althea: No, es poco probable. Yo tengo buen gusto.
Jade: ¿Estás intentando insultarme? ¿Es que no soy tu tipo?
Althea: No, la verdad es que no.
Jade: ¡Como te atreves! ¿De verdad no soy tu tipo? ¡Nunca me habían insultado tanto en toda mi vida.
Althea: ¿Por qué? ¿Quieres ser mi tipo? Si quieres ser mi tipo dilo, te daré una oportunidad.
Jade con cara de susto ante las posibilidades

Jade con cara de susto ante las posibilidades

Obviamente todas nos quedamos con el corazón en un puño ahí esperando, pero Jade solo se ríe y todo pasa por una broma. ¡Dios que tensión! Igual aprovecho para comentar que me hace gracia que todas las chicas heteros piensen que te gustan y después se indignen porque les digas que ni al caso XD. ¿A alguien más le ha pasado? Porque a mi sí.

Jade-y-Althea-bailando

De ahí las chicas se van a bailar a una disco. Althea teóricamente no sabe, pero Jade promete enseñarle y aparentemente es muy buena maestra porque a los tres segundos ya la tiene ahí bailando a lo Uma Thurman en Pulp Fiction. Y ahí están las dos dándole vuelo a la hilacha cuando vemos a una desconocida mirarlas fijamente con cara de celos. La chica, que todas sabemos que solo puede ser Wila, la ex que le puso los cuernos a Althea, se dirige directamente a Jade y le mete una cachetada que otro poco le da la vuelta completa.

Wila-cachetea-a-Jade

¡Y hasta aquí nos quedamos en este episodio de The Rich Man’s Daughter. No me dirán que las cosas entra Jade y Althea van lentas. Estas dos tienen tanta química que podrían explotar cual bomba atómica en cualquier momento. ¿No creen?