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Muchas de nosotras nos preguntamos si existen como tal reglas para la primera cita. Pues las lesbianas de todo el mundo seguro sufren con las típicas preguntas ¿Quién paga la cuenta? ¿Quién llega los pantalones en la relación? ¿Quién tiene que besar primero?

En realidad no existe un manual para la lesbiana que nos diga como son las primeras citas, es por eso que quiero tomar los puntos importantes y hablar de eso.

¿Quién paga?

Creo que esta pregunta se ha ido resolviendo y ha mutado no sólo en las relaciones lesbicas, sino en general. Lo que pueden hacer tu pareja y tú es:

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Dividir la cuenta

Dividir la cuenta las ayudará a gastar lo que quieran gastar, poder llevar las finanzas al pie de la letra e incluso ahorrar para futuras salidas.

Un día tú y un día yo

Ponerse de acuerdo de quién pagará hoy y quién pagará la cuenta la siguiente salida. Esto será de mucha ayuda ya que puedes planear tus gastos, ahorrar y quedar bien con tu pareja.

La verdad el problema del dinero ya no es un problema en una relación; siempre y cuando se tenga un dialogo sobre eso. Decirle a tu pareja que no cuentas con mucho dinero en determinada temporada, expresará confianza y serás sincera con la realidad.

¿Quién pregunta?

Eso de que quién da el primer beso o quién le preguntará a quien es un tema bastante difícil. Los estereotipos marcan que la lesbiana “butch” tiene que invitar a la lesbiana “femme” pero eso no significa que las chavas a las que les encanta usar vestido no son las que llevan el mando de la relación.

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En esta cuestión quien toma la iniciativa de dar el primer beso, invitar a salir, pedir que sea su novia o matrimonio; debe ser la que en verdad lo desea. No debemos guiarnos por estereotipos porque al final de cuentas no son la guía de la sociedad, sino una forma de identificar algunas acciones.

¿En casa de quién?

Pues resulta que cuando ya formalizamos las cosas, solemos irnos acomodando en casa de nuestra novia o nuestra novia en nuestra casa. ¿Cómo definimos en qué casa? retomando el punto anterior, yo creo que es fijarnos más en qué casa o departamento nos sentimos más a gusto, más espacioso, más tranquilo, blah blah blah… En realidad deberíamos fijarnos en cosas de comodidad más de roles en la relación.

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Como dice una frase totalmente sabia “Para que queremos roles sociales, si tenemos roles de canela” dejemos de seguir protocolos y enfoquemos nuestros intereses en lo que vale la pena.

Chavas, el chiste aquí es disfrutar el momento, disfrutar la nueva o usual compañía y vivir los momentos sin mortificarnos por saber o predecir quién es la que tiene que hacer qué.

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