A veces nos gustaría tener un mundo distinto, uno donde las minorías o los “diferentes” no fueran rechazadas solo por sus gustos, su género, deseos, pintas, raza o religión; hoy me acuerdo bien del momento en que sentí miedo de tomar la mano de mi novia por la calle, de seguir caminando con ella y el soportar esos comentarios de rechazo de hombres deseosos de quitarnos lo lesbianas o de mujeres que se preguntan cómo sus hijos tienen que ver “esas escenas”. Estar en las calles puede ser duro, pero no hacerlo es aún peor.

Por una parte existe el acoso callejero, asunto al que millones de mujeres se enfrentan a diario, la inseguridad; y en otro sentido la discriminación (no peleada con lo primero) e invisibilidad lésbica, ya lo decía Mecano, nada tienen de especial dos mujere que se dan la mano, aunque esa canción data desde 1986 la sociedad sigue sin captar el mensaje.

Al momento tengo una sensación de hartazgo ¿La sigo tomando de la mano y besando en la calle o no? ¿No se les hace un tedio caminar con temor? Las respuestas son sí y sí, ya no basta con ser valientes y avanzar contra los prejuicios y/o comentarios, la sociedad está tan violenta que no hay mejor lucha que la autodefensa y la información, vivir una situación como esta lo exige.

Para caminar sin miedo (o con menos miedo):

  1. Es una ironía hablar de “no temer” y que el primer consejo sea: evitar calles vacías u obscuras. Sin embargo, en ocasiones, cuando se vive una situación de acoso o discriminación, tener más gente alrededor al menos puede cohibir al agresor o puede haber alguien quien sí piense correctamente y se meta en el lío para ayudarte.

  2. Avisar a familiares o amigos dónde estarán. Ya sea en pareja o sola, intenta mantener comunicación, si una agresión verbal o confrontación se sale de control, tus allegados tendrán una referencia para poder auxiliarte.

  3. Avanza valiente. Mientras más seguras nos vean y nos sintamos podrán ser combativas ante cualquier cosa.

  4. Spray pimienta, clases de defensa personal o taser en el bolso. Si estás bien entrenada en alguna de estas herramientas/técnicas puedes detener a un agresor rápidamente, si no lo estás aléjate lo más pronto posible.

  5. Si se sienten perseguidas caminen en dirección contraria o cambien su ruta. Quien se mueve sobrevive.

  6. Los celulares en la mano para grabar. Se han convertido en un arma importante, la persona queda exhibida y son videos que tienden a viralizarse en redes sociales, lo cual ayuda a visibilizar el problema. No dudes en usarlo, en caso de hacer denuncia puede funcionar como evidencia para, al menos, darle un escarmiento al atacante.

  7. Si se separan para ir a casa o al trabajo, siempre avisen si llegaron a salvo. Parece que el peor error de un ser humano es ser mujer y tres minutos de la parada de tu autobús a tu hogar pueden ser un infierno, puede pasar de todo; un acosador, asaltante o hasta un agresor sexual

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p>Para todas las mujeres estos pequeños tips son útiles, entre amigas novias, hermanas o compañeras lesbicanarias podemos cuidarnos, solo necesitamos mucha sororidad. Avancemos juntas.