America 3: Highway to the danger room – cómics lésbicos

La última vez que hablamos de America Chavez un grupo de fanáticas locas había secuestrado a su novia y nuestra heroína iba de camino a rescatarla. Y justo ahí empezamos este nuevo número de America, con nuestra chica volando mientras medita en lo que le enseñó Peggy Carter, que es que una no puede ir en todas las situaciones a golpear sin un plan de por medio.

Una de las cosas que más me gustó en este número es que explicaron por qué America se identifica como latinoamericana. Porque como ustedes saben, ella en realidad es de otro planeta, así que este pequeño resumen de su vena latina estuvo muy bonito.

Después de que mis madres murieran dejé el Paralell y encontré espacios en la tierra en los que una chica morena fuera bien recibida y formara parte de la familia. Una vez que la abuela Santana me ofreció ese primer plato de «Arroz con gandules» me convertí en una de ellos, sin que me hicieran preguntas. Ni si quiera sabía lo que era un puertorriqueño, solo que esta gente se parecía a mí y me dejaron entrar.
Y cuando las luces de la calle se encendieron y tuve que buscar otro lugar más familias me abrieron su hogar.

En Cartagena, los Mejias aliviaron mi dolor por mis madres con aventuras en los manglares, empanadas frescas y cumbias sobre enamorarse. Aún así era una turista en todos lados. Aprendiendo el lenguaje y la cultura de gente que no era mi familia pero que me adoptaron como si fuera suya.

En esas está cuando aterriza y se da cuenta de que no ha llegado a Maltixa, donde tienen secuestrada a su novia, sino a un sitio extraño donde está Juggernaut haciendo de las suyas. America está acostumbrada a dar puñetazos que noquean, pero no a recibirlos y Juggernaut tiene un punch que la manda volando hasta la otra esquina.

Cuando abre los ojos se encuentra a rondador nocturno. Al parecer ha caído en medio de una pelea de los X-men con Juggernaut. Por ahí vemos a Coloso, Lobezno y la que más impacta a America: ¡Tormenta!

¡Ala! Tu eres Tormenta, ¡Tormenta la de los X-men! ¡Santo Juanga en el cielo!

Si son latinas la referencia seguramente les hará mucha gracia. Es una de las cosas que más me gustan de este cómic jeje. Tormenta le da la bienvenida a America y todas suspiramos porque están en el «Danger Room», que si han leído el cómic de los X-men sabrán que es un cuarto de entrenamiento del grupo que simula a los enemigos y les sirva para mantenerse en forma y preparados para la acción.

America quiere salir pitando porque no quiere perder tiempo porque teme por Lisa, pero Tormenta le dice que no puede saltar en ese momento porque cada vez que lo intente volverá a llegar ahí. El motivo es que ella tiene que enseñarle algo importante y que la ayudará a rescatar a Lisa, porque su conexión es más importante de lo que ella cree.

Ororo (el verdadero nombre de Tormenta) le explica que debe buscar en su interior las respuestas y la conexión con Lisa para poder llegar a ella. Algo que hace a America sufrir porque a ella todo eso de lo sentimientos no se le da muy bien y tiene miedo de no conseguirlo. Tormenta le dice que no es malo tener miedo, que si lo enfoca positivamente es lo que la empujará al éxito.

A America lo de meditar no se le da bien, pero tiene claro que cuando se concentra a tope es cuando pelea, así que Tormenta la ayuda a base de luchar contra ella para que se enfoque. America se esfuerza a tope y consigue escuchar a Lisa que extrañamente no parece estar en peligro, pero queda totalmente exhausta, menos mal que ahí está tormenta para ayudarla.

Ya con el conocimiento en la mano, America se despide de Tormenta, no sin antes reírse un poco de que la palabra de seguridad de Tormenta sea Trueno. Lo siguiente que vemos es que America salta y por fin llega hasta donde tienen secuestrada a Lisa. Las Guerrillas se emocionan cuando la ven llegar, porque ya estaban un poco aburridas de esperar, algo que a America la pone de los nervios y está dispuesta a liarse a puñetazos hasta encontrar a Lisa pero no es necesario porque su novia está perfectamente.

Las Guerrillas le cuentan a America que desde que las salvó, una especie de ejercito de luz las ataca todas las noches y ellas han creado esa defensa en su nombre, pero esperan que las lidere hasta la victoria. Y en eso llega el ejercito y se arma la de san quintín. Y no pintaba demasiado bien, básicamente porque les ganaban en números, pero en eso llegan las Leelomultipass Phi Theta Bethas y la batalla se iguala.

Justo en ese momento uno de los entes (la que parece ser la jefa) le dice a America que ella tiene la marca y por eso están ahí, para destruirla. ¡Y ahí nos quedamos en este número! Veremos como salen de esta America y sus amigos.

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