A pesar de ser 20gayteen, y de que otras relevantes entregas de premios han tenido que mejorar su representación diversa, parece que a la Academia de Grabación, y su presidente Neil Portnow, le queda mucho por mejorar. La ceremonia duró una eternidad y a pesar de la fuerte presencia femenina tanto en nominaciones como en escena, sólo una mujer ganó entre las categorías principales.

Ustedes saben que antes de la ceremonia televisada se entregan varios galardones, como Mejor Canción Rock (que se la llevó Foo Fighters), o el Mejor Álbum Hablado (que se lo ganó Carrie Fisher), pero en TV vemos las que son consideradas las categorías más importantes para la Academia como Mejor Álbum, Mejor Grabación o Mejor Canción.

Por ejemplo, en la categoría Mejor Interpretación Vocal Pop, los nominados eran Pink, por What About Us, un tema social. Lady Gaga por Million Reasons, una artista que marca tendencias. Kelly Clarkson, con su voz privilegiada, por Love So Soft. Kesha, por Praying, otra canción cargada de sentimiento y mensaje social. Y Ed Sheeran por Shape of You, la canción del verano.

Miren, no tengo nada, absolutamente nada, en contra de Sheeran, de echo me parece un chico genial y talentoso. Pero, entre esos nominados, definitivamente, no debería haber sido el ganador.

El robo a Kesha

Shape of You es claramente una canción que gustó mucho. Pero los Grammy no son una competencia de popularidad. No son los Teen Choice. Ni siquiera son los premios MTV. Se supone que los Grammy son la premiación más seria de la música. Y, como tal, se enfoca, o debería enfocarse, en más que sólo lo bien recibida que es la música. Tiene que tener en cuenta aspectos técnicos, de composición, letra, relevancia e impacto social.

Shape of You es una linda canción pop, pero no es una canción pop que haya sacudido ningún tipo de parámetro. Musicalmente, a nivel lírico y técnicamente no tiene nada de especial. Ni hablar de impacto social.

De hecho podríamos discutir que ni siquiera fue la canción más popular de 2017. Seguramente no le dio demasiada competencia, por ejemplo, a (mi maldición personal) Despacito. Y el mega éxito de Luis Fonsi tampoco ganó, porque no es una canción, que a nivel técnico, merezca el reconocimiento.

(Despacito estaba nominada a Mejor Canción, que eventualmente ganara, el gran triunfador de la noche, Bruno Mars, con That’s What I Like). Sólo por cómo la Academia le dio la espalda a Kesha, que pasó años denunciado abusos por parte del productor musical Dr. Luke, y por su regreso a la Ave Phoenix, merecía ganar, pero además su tema es inspirador, desgarrador y emocional. A ver qué más hace falta.

También le podemos preguntar a Beyoncé, que se cansa de romper moldes y revolucionar el mercado (y eso que no es de mi gusto musical personal, pero puedo reconocer las cosas). El señor Portnow dice que las mujeres tienen que mejorar si quieren ganar… Quizás, amigo, tengas que revisarte, o hacerte a un lado y dejar a alguien que entienda mejor el mundo de hoy tome las riendas.

Momentos queer

Por suerte la premiación, aunque se hizo eterna, tuvo sus buenos momentos. Como la fantástica presentación de Gaga:

Anna Kendrick presentó a sir Elton John, quien interpretó Tiny Dancer junto a Miley Cyrus:

Kesha presentó una de las interpretaciones más poderosas de la noche, acompañada de estrellas como Cyndi Lauper, Camila Cabello y el Resistance Revival Chorus, creado tras la primera Women’s March:

La presentación fue presentada por Janelle Monae con un poderoso discurso #MeToo.

Otros destacados

Camila Cabello también habló sobre los Dreamers, ese grupo de hijos de inmigrantes que Trump quiere deportar:

Hillary Clinton leyó un fragmento de Fire and Fury para una “audición”.

Logic terminó su presentación en escena con un poderoso mensaje a los países shit hole:

Una presentación que contó con la colaboración de la única ganadora femenina de la noche, Alessia Cara y Khalid.

PD: Lorde y su Melodrama merecían más.

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