Es todo un regalo

Soy Escritora para lo bueno y para lo malo. Cuando sobra el dinero y cuando escasea el trabajo. Cuando emborrono los cuadernos sin sentido y cuando garabateo a destajo. Cuando existo sonriendo con Libertad y cuando sobrevivo boca abajo. Cuando disfruto de las recompensas y cuando me llueven los palos. Respirando con calma o ahogada por el más apremiante halo. Cuando inspiro letras al natural o cuando el bolígrafo se desliza con espeluznantes tajos. Cuando fluye la voz de mi Alma o cuando se expresa a escupitajos. Cuando el júbilo alcanza a mi círculo cercano o cuando me acusan de vaga por tener un “empleo tan malo”.

Para lo bueno y para lo malo, Escribir es todo un regalo.

 

Besos sin sabor a hueso

Quiero regalarte un beso en particular, lo confieso. No uno de esos con sabor a hueso. No un simple ósculo lujurioso y obseso. Elijo entregarte esa caricia que te pone tiesos cada pliegue de tus sesos. Saturado de placer infinito y de fácil acceso. Una carantoña picante de mimos ligeramente traviesos.

Un beso que reanime tus latidos de su deceso, liberando tus gemidos de donde se hallaban presos. Para que tu Corazón permanezca ileso al contacto con el pulso de mi labio más grueso.

Un beso repleto de mimos impresos. De movimientos en que da igual si avanzo o regreso porque siempre llevarán a nuestro progreso.

Ese es el beso con el que siempre te deseo.

 

Lotería

Quizá nunca esté en las mejores librerías compartiendo estantería junto a los grandes de la literatura prohibida. Puede que de las ferias y recitales de poesía me quede excluida porque mis palabras no practican bien la puntería. Incluso es posible que mi lugar sea el anonimato debido a que los gigantes propietarios de mi Escritura desconfían.

Hubo un tiempo en que mi obsesión fue formar parte de la jauría que no me correspondía. Ahora que he recuperado la cordura o, más bien, la gallardía, veo que no aspiro a que mi prosa vuelva a jadear enferma de pulmonía. Lo que de verdad dura y lo que prefiero –sin duda– para que mis letras no resulten heridas es acariciar el Corazón del triste abrazando su melancolía, rozar el Alma del solitario contagiándole mi escasa valentía, hechizar a una persona por completo en vez de a mil con trazos escuetos con mi particular brujería.

Esa es la mejor lotería.