Para que viajes conmigo

No hay más día que hoy.

 

El corazón puede congelarse

aun cuando solo quiere arder.

Su dolor no es para debilitarse,

de él puedes aprender.

 

No hay más día que hoy.

 

No hay futuro ni pasado, ya lo viste.

Solo el recuerdo de tu energía.

Vivo el momento que me diste

rebosante de alegría.

 

No hay más día que hoy.

 

No hay otro camino, no hay otra manera,

los horizontes nos extrañaban.

Sé que, desde luego, mereció la pena

cuando en mover el mundo te empeñabas.

 

No hay más día que hoy.

 

Tú me lo enseñaste,

es la vida que elegimos.

Nada es más importante

que volver cuando lo prometimos.

 

No hay más día que hoy.

 

Lucha, escala, ríe, sueña,

por fin a la cima nos subimos.

Sonríe, de la vida tú eres dueña.

Ahora sí que lo conseguimos.

 

Me es imposible olvidarte

Si me llamas “pequeña”, me es imposible olvidarte.

Si te acercas hasta mí con tu sonrisa de la mano, me es imposible olvidarte.

Si me miras desde tus ojos inocentes, me es imposible olvidarte.

Si escucho la canción que tanto te gusta, me es imposible olvidarte.

Si está lloviendo, me es imposible olvidarte.

Si, además, me preparo un café, me es imposible olvidarte.

Si cierro los ojos, me es imposible olvidarte.

Si los abro, me es imposible dejar de verte en las caras de los demás.

Chica, qué quieres que te diga… Me es imposible olvidarte.

 

Echo de menos

Echo de menos intercambiar emails contigo. Que compartamos fragmentos de libros o el hallazgo de una obra de teatro atractiva.

Echo de menos mandarte canciones, recibir tu chiste malo de turno, y que planeemos viajes que nunca cumpliremos.

Echo de menos cuando me llamabas “pequeña” y yo te respondía “cielo”. Porque es lo que eres, a pesar de tu indiferencia. Eres un cielo y aún sigo contemplándote desde una nube. Lástima que nadie me avisara cuando comenzó el diluvio.

Echo de menos la emoción de saber que me espera un mensaje tuyo o una llamada sorpresa, sólo para preguntarme qué tal me va.

No sé por qué sigo dándolo todo por ti cuando tú no eres capaz ni de dar las buenas tardes.

Echo de menos todo eso menos a ti, que te echo de más.