Bienvenidas al primer resumen episodio de Ciega a Citas o, para ser más específicas de todas las chocoaventuras de Irene y Bea, porque ¿para qué mentir? Lo que nos ha enganchado a la serie es esta nueva posible pareja lésbica protagonizada por Adriana Torrebejano y Arantxa Martí.

Para ponerlas en contexto, Irene, ha dejado a su novio llamado Rodrigo porque era muy aburrido y ahí es donde entra Bea que junto con la madre de Irene y Rodrigo hacen un plan para conseguir que Irene vuelva a caer en sus redes. Vamos que la base del plan es que Irene vea a Bea y Rodri juntos y se ponga celosa hasta querer volver con él. ¿Les funcionará?

ciega a citas

Empezamos con Rodrigo llegando al bar para saludar a Bea. Ella quiere saber qué tal le ha ido en su cita con Irene, porque el plan era que ella cancelara de último momento y al final se fueran Rodrigo e Irene al concierte y reconectaran, pero él está totalmente desconectado del plan, vamos, lo único que le interesa es hacerle ojitos a Bea, que en un primer momento sigue sin entender de que va la cosa.

Bea, como buena lesbicanaria, vuelve al asunto del plan, porque para ella todo este acercamiento solo sirve para ayudar a su amigo a conectar de nuevo con su chica. Por eso Bea está tan contenta de darse cuenta que Irene se está muriendo de celos. Él de nuevo cambia la conversación y le saca un regalo, una tablet para reponer el que se le perdió en Londres. Ella está flipando en colores porque es un regalo super caro y le dice que no lo puede aceptar, pero él insiste hasta que ella se lo queda.

Rodrigo: No sabes lo bien que lo estás haciendo. De verdad, últimamente me siento diferente. Me siento hasta capaz de hacer cosas que antes me parecían impensables.
Bea: Me alegro de haberte ayudado, pero yo solo te he dado el último empujoncito que necesitabas para soltarte la melena. Eras Clark Kent, te he quitado las gafas y ¡superman!
Rodrigo:: Bueno, superman no creo que vaya a ser nunca, pero un tío más divertido de lo que yo pensaba, sí.
Bea: Te valorabas muy poco Rodri. Eres un tío estupendo.
Rodrigo: Tú más.
Ciega a citas

Esto no me gusta nada. ¡Mi sentido arácnido se ha activado!

Rodrigo mira a Bea con ojos de borreguito a medio morir y a ella le empieza a sonar el sentido arácnido en plan matraca combinada con vuvucela, así que hace lo que cualquiera de nosotras haríamos en un caso como este. ¡Salir corriendo con una excusa cualquiera!

Irene y Bea

Pero que mona se pone cuando está celosa

Más adelante, Bea está jugueteando con su nueva tablet cuando llega Irene y le pregunta si al final encontró la que tenía perdida. Bea, que sigue con el plan a pesar de todo, le contesta que no, que fue «Rodri» quien se la regaló, algo que hace que Irene se transforme al más puro estilo de Dr. Jekyll and Mr. High por un ataque de celos de los agudos.

De plano le dice a Bea que está hartísima de que ella y Rodrigo estén más juntos que dos siameses y sobre todo de que ella le restriegue constantemente lo increíble que es Rodrigo.

Bea: Es que Rodrigo es increíble.
Irene: ¡Ya Bea! ¡Ya lo sé! Estuvimos saliendo juntos por si no lo recuerdas ¿eh? Ya sé lo increíble que es Rodrigo y lo estúpida que he sido al alejarlo de mi vida, no hace falta que me lo recuerdes todos los días eh ¡si no te importa!

Irene y Bea

Bea: Y ahora estás celosa.
Irene: Pues mira sí, sí, estoy celosa de ti y enfadada conmigo misma. Tú eres especial Bea y has sabido sacar lo mejor de Rodrigo.

En conclusión señoras, que todos estamos de acuerdo en que Bea es genial, especial y super guay de paraguay como ha quedado asentado en estas dos conversaciones. Bueno, todo menos ella, que como geniecilla azul que es va con la modestia por delante y le dice a Irene que ella solo estuvo en el lugar correcto y en el momento adecuado para ayudar a Rodri pero la rubia sigue pensando que todo esto se debe a lo genialísima que es Bea y no hay quien pueda hacerla cambiar de opinión.

Ciega a Citas

Más al rato, Bea esta sirviendo mesas cuando ve a Rodri sentado leyendo y se acerca para devolverle la tablet. Le dice que no quiere sentir que le está «pagando» el favor que le está haciendo ayudándola a que Irene se ponga celosa. Rodrigo insiste en que el regalo no tiene nada que ver con la ayuda que ella le está prestando, pero ell no está muy convencida que digamos.

También le dice que su parte en el plan ya ha terminado porque Irene está que se muere de celos, vamos que este es el momento adecuado para que Rodrigo se le vuelva a declarar y todo vuelva a la normalidad, el problema es que Rodrigo al parecer ya no está por la labor.

Rodrigo:: Yo me he dado cuenta de muchas cosas últimamente. Tú y yo hemos conectado muy bien, nos lo hemos pasado estupendamente. Y yo me siento más extrovertido, me siento mejor cuando estás conmigo.
Ciega a Citas

Que mala pinta tiene esto….

Bea: No… no sé a donde quieres ir a parar con esta conversación.
Rodrigo: Pues que yo creo que a ti te gusto.

Si la cara de Bea nos da un indicio de la verdad Rodri está tirando piedras en el tejado equivocado chicas, porque la mujer tiene cara de querer salir corriendo una vez más.

Ciega a Citas

Bea se safa, le hace la cobra y le dice que cree que se está confundiendo, pero él insiste con que no es así, vamos que a Bea no le queda de otra que ir salirle del armario antes de que la cosa se ponga peor.

Bea: Rodrigo no me gustas. Pero no es por ti eh, no me gusta ningún hombre. Lo siento… tendría que habértelo dicho.

Rodri se queda destrozado y nosotras más felices que lombrices porque ya tenemos una nueva lesbiana en televisión a la que seguir chicas. ¡Lamentamos el corazón roto de Rodri pero Bea es lesbicanaria!

Ciega a Citas

Al otro día vemos a Irene desayunar con su madre y hacerle un pequeño regalo. La rubia le dice que gracias a su trabajo de camarera ha madurado muchísimo y sobre todo ha hecho buenisimos amigos y quien dice amigos dice Bea. Pero eso sí, también le dice que Rodrigo ha cambiado muchísimo y le encanta, pero ahora él ya no se fija en ella, así que ha perdido su oportunidad. Su madre le dice que se anime a contarle la verdad y en eso nos quedamos.

Ciega a Citas

Más adelante, Maruchi la madre de Irene se disfraza del Inspector Gadget para tratar de hablar con Bea sin que su hija se entere. Como Irene tiene turno de noche las dos pueden hablar sin «moros en la costa», eso sí la risa que se aguanta Bea es la misma que nosotras lanzamos libremente porque la mujer está más loca que una cabra.

El caso es que Maruchie está ahí porque ahora que el éxito de la fase número uno del plan está en marcha, hay que pasar a la segunda fase y esa consiste en que Bea consiga que Irene vuelva a sus estudios de medicina. Pero claro, Bea no quiere mentirle más a Irene, así que rechaza la oferta.

Ciega a Citas

Irene por su parte, se pone las pilas y organiza una reunión con Rodri para decirle que quiere volver con él. La mujer está encantada con los cambios que ha hecho su ex novio y ahora su ilusión es irse de a venturas con él para luego postearlo todo en Facebook como buena pareja 2.0. El problema es que él aún está sentido por la manera en la que ella lo cortó, bueno eso y que tiene un importante enamoramiento de Bea, pero eso no se lo dice a Irene. A ella solo le comenta que él ha cambiado pero ella sigue siendo la misma indecisa de siempre y siente que no la puede perdonar.

Obviamente, por la tarde Irene está de mal humor y Bea lo nota inmediatamente, así que le pregunta qué le pasa y la rubia suelta la sopa inmediatamente está triste porque Rodrigo no quiere volver con ella. También añade que lo peor es que sabe que se lo merece y que la culpa de que su novio fuera un aburrido es de ella porque Bea ha sabido sacar lo mejor de él.

Irene y Bea Ciega a Citas

Irene: Enhorabuena, enhorabuena, te llevas un chico maravilloso.
Bea: ¿Cómo que me lo llevo?
Irene: Hombre Bea, solo hace falta ver como te mira, la complicidad que hay entre vosotros.
Bea: Irene, Rodrigo y yo solo somos amigos y que sea la última vez que dices eso porque no es verdad. Me importas… y mucho…

¡Aw! Aquí todas nosotras estábamos más derretidas que el helado de Lauren en Lost Girl, pero Irene se siente solo agradecida por lo buena amiga que parece ser Bea, o al menos eso es lo que se intuye, vayan ustedes a saber si dentro, pero que muy dentro de ella hay una vena lesbicanaria que pueda ser explotada.

Irene y Bea Ciega a Citas

Ahora Bea está hasta las chanclas de su mejor amiga hetero, algo que como Faking It nos ha enseñado muy bien, puede resultar en tremendos dolores de cabeza y corazón para la lesbiana enferma de este mal. Y hasta aquí lo vamos a dejar en este resumen chicas, pero no se preocupen que poco a poco nos pondremos al día con todo lo que ha pasado entre Irene y Bea en Ciega a Citas.