Hablemos de la diversidad sexual

Las letras LGBT son reconocidas internacionalmente como la comunidad de personas cuya identidad sexual no corresponde con la heterosexualidad. Pero estas cuatro letras sólo representan a cuatro ramas de identidad sexual: Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero. Quizás porque son las más reconocidas. Sin embargo esto deja por fuera más identidades, por eso es recomendable agregar siempre el signo de más (+) al final de las siglas. Para incluir a las personas asexuales, o las nobinarias, o pansexuales, por ejemplo.

La sociedad tiene una tendencia lamentable al prejuicio y actuar bajo el manto de la ignorancia. Cuando no entendemos bien algo, cuando algo nos parece desconocido, nuestro instinto inicial es reaccionar negativamente, incluso con violencia, ante ello, por miedo. Por eso es importante tomarse un momento para comprender la situación.

Si queremos entender mejor la diversidad de la sexualidad humana, deberíamos comenzar por conocer mejor los conceptos que creíamos ya manejar. Informarnos y escuchar es la mejor manera de obtener las herramientas correctas para manejar situaciones en las que debamos interactuar con personas que viven en condiciones que no entendemos.

Heterosexualidad

Vamos a empezar por lo que la sociedad maneja como lo «normal». La sexualidad default en nuestra civilización es ser hetero. Los heterosexuales son personas que se identifican con el sexo con el que nacieron y se sienten atraídas romántica y sexualmente por las personas del sexo opuesto.

Lesbianas

Imagino que las lectoras de este site entienden perfectamente de que va la L. Pero tal vez tengamos suerte de que alguien que no se identifique como queer esté leyendo esto y quiera aprender.

Lesbianas son las personas que siendo mujeres se siente física, emocional y sexualmente atraídas por otras mujeres. Es así de simple.

Gay

Aunque gay es un término que en principio tiene como significado alguien muy alegre, se ha adaptado para identificar a las personas que no son hetero. Más específico todavía a los hombres que se sienten atraídos por otros hombres.

No, los hombres homosexuales no son menos hombres, no tienen menos testosteronas, ni quieren sentirse mujeres. Simplemente no se sienten atraídos por chicas, sino por otros chicos. Tampoco son pervertidos, ni pedófilos.

Bisexual

Las personas bisexuales somos quienes nos sentimos atraídos física, emocional y sexualmente hacía hombres y mujeres por igual.

No es una etapa, no es experimentación, no es indecisión, ni confusión. Es tan simple como que te gusten las mujeres tanto como te puedan gustar los hombres. Si una mujer bisexual se enamora de un chico, no quiere decir que se transforma en hetero, les siguen pareciendo atractivas las mujeres y otros hombres.

Si un hombre bisexual se enamora de un chico no se convierte en gay, sigue siendo bisexual, sigue sintiéndose atraído por chicas también.

Trans

Los trans son personas completamente normales que nacieron con un sexo con el que no se identifican. Este es un término paraguas, o sombrilla, que cubre un rango de identidades sexuales.

Porque las personas trans pueden tener diferentes niveles de atracción hacia otros géneros, pero en pocas palabras, como término, se refiere a quienes no se sienten identificados con el género que le imponen sus genitales.

Dentro de este espectro están las personas que se identifican con el género contrario al que nacieron, pero conservan las características del mismo. Los que realizan cambios para obtener la identidad física que corresponde con su identidad de género.

Asexual

Estas personas tienden a no sentir en absoluto, o sentir muy poca atracción sexual hacia ningún género. Es decir, una persona asexual es aquella que no siente atracción sexual, ni deseo sexual, o lo experimenta a niveles muy bajos, o luego de mucho tiempo de mantener una relación romántica.

No quiere decir que las personas asexuales no «funcionen» sexualmente, se pueden excitar y tener relaciones sexuales saludables y satisfactorias, pero lo hacen en niveles menores a lo «normal».

Arrománticos

Estas personas tienen muy poco, ningún interés en relaciones románticas con otras personas. De nuevo, no se trata de personas que no puedan mantener relaciones con otros, simplemente no sienten la necesidad de sostener una relación romántica con otra persona en términos tradicionales.

Sí sienten atracción y deseo sexual, sólo no están tan interesados en eso de tomarse las manos, llamarse novios, y celebrar San Valentín.

Cisgénero

Estas personas son las que se identifican con el sexo con el que nacieron, sin importar la atracción sexual o romántica que mantengan. Si naciste con genitales femeninos y te identificas con el género femenino, eres cisgénero, sin influir tu preferencia sexual.

Una manera simple de entender esto es que si no eres trans, eres cisgénero.

Nobinarios

Este es otro término umbrella, que incluye a todas las personas que no se identifican con la definición de géneros binarios. Géneros binarios es la idea de que sólo existen dos géneros sexuales, masculino y femenino. Las personas no binarias rechazan esta noción, generalmente no quieren ser relacionadas con términos ni femeninos, ni masculinos, sino neutros.

Dentro del paraguas de nobinarios existen ramas donde podemos incluir Trans; Intergénero: que son personas que tienen características de ambos géneros tradicionales, es decir presentan un patrón principal de un género y uno secundario (hormonas, cromosomas, etc.) del otro; Agénero: Personas que sienten que no se identifican con ningún género; Neutro: personas que no se identifican ni con lo masculino ni con lo femenino, son neutrales; Genderfluid: Quienes sienten que su identidad de género cambia en diferentes momentos y etapas de sus vidas; Bigénero: Quienes tienen dos géneros, entre los que se cambian, o al mismo tiempo.

Pansexuales

Son personas que sienten atracción física, emocional, sexual y romántica con las personas de todos los géneros e identidades y expresiones sexuales. Es decir, personas que se sienten atraídas igual por mujeres, hombres, transexuales, nobinarios, y todo lo que esté en el amplio espectro del arcoíris.

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Ya les advertía que los humanos tenemos una gran diversidad de sexualidades e identidades de género. Todas son válidas, todos son respetables y todas son normales. Lo que no debería ser normal es querer forzar a las personas a sentir, pensar y actuar igual que otros.

Esconderse detrás de religiones, leyes, miedos e ignorancia para tapar el miedo que nos da no entender algo es lo que no debería ser normal. Justificar actuaciones violentas, ofensivas, degradantes y dañinas en el nombre del desconocimiento debería dar vergüenza. Pero la sociedad nos ha machacado ciertas normativas que pueden ser difíciles de sacudir. La información es la herramienta más adecuada para acabar con la intolerancia, porque está claro que los puristas no entienden de qué va la diversidad.