D.E.B.S. es la típica película lésbica que te entran muchísimas ganas de ver cuando estas de buen humor y quieres mejorarlo aún más. Es muy difícil catalogarla porque tiene la virtud de ser algo muy diferente con ese toque totalmente particular que siempre le da Angela Robinson a sus proyectos.
La película nos cuenta la historia de un cuarteto de estudiantes que han sido elegidas para ser una especie de agentes secretas del gobierno. Ninguna de ellas ha aplicado, el proceso de selección se realiza a escondidas insertando preguntas claves en un examen oficial para entrar a la carrera. En teoría estas preguntas están dirigidas a destacar a las estudiantes que tengan especial habilidad para hacer trampas, mentir y matar.
La academia divide sus estudiantes en grupos (lo que es una gran gran ironía de las fraternidades en USA) y nosotras seguimos al equipo compuesto por Max, Dominique, Amy y Janet que no son sino extremos de las típicas personalidades que solemos ver en cualquier escuela.
Tenemos a la líder todo poderosa, inteligente y sagaz que es Max (Megan Goode). A la típica estudiosa pero insegura que no termina de mostrarse a si misma que es Janet (Jill Ritchie). No podía faltar la mala malota que se acuesta con un chico diferente todos los días y nació con un cigarro en la boca que es Dominique (Devon Aoki). Y por último la protagonista que se distingue por ser la única que ha conseguido sacar un 100% en el examen de admisión. La D.E.B.S. perfecta y distinguida, inteligente pero amable, vamos tu vecina soñada que es Amy (Sara Foster).
La nueva misión del grupo es espiar a la mujer mas mala malota de universo llamada Lucy Diamont (Jordana Brewster) de la que no se sabe mucho porque todo aquel que la ha visto a muerto.
Bajo esta terrible premisa nuestras valerosas D.E.B.S. se embarcan en la misión solo para descubrir que la supuesta reunión que iban a espiar entre Lucy y una asesina rusa es una cita a ciegas. A partir de ese momento la diversión se dispara porque de alguna manera oscura Lucy y Amy terminan sintiéndose atraídas la una por la otra.
Lo mejor de D.E.B.S es que es una película que puedes ver con el único fin de divertirte. Nada de reivindicaciones o dramas, son simplemente un montón de minutos que tendrás para carcajearte frente a la pantalla. Igual tiene su moraleja que aunque parece del todo superficial es un poco más profunda si no te dejas llevar solo por lo evidente y sigues un poco más el total del lenguaje cinematográfico, pero definitivamente no es una cinta que tenga esa clase de pretensiones.