Señoras ya estoy de vuelta para contarles lo más lesbicanario que sucedió en el décimo episodio de Los Hombres de Paco llamado «Codepender Day». Sé que hace dos semanas no les traía nada nuevo pero es que desde que nuestras Pepa y Silvia se separaron no pasaba nada lesbicanario pero en este episodio si que ha habido miga y aquí estoy yo para enseñarles todo lo que paso.

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Nuestro episodio comienza con Pepa y Paco llegando a casa de Sara, Ambos entran como si nada y Sara está muy nerviosa y podemos descubrir la razón cuando Aitor sale del cuarto en toalla. En realidad nosotros sabemos que no ha pasado nada entre ellos, pero Pepa y Paco no y el último casi sufre un ataque cardiaco. Por suerte para Sara, Pepa se porta como la tía que todas quisimos siempre y le quita hierro al asunto para quitarles a Paco de encima.

Eso sí, cuando se va le echa la miradita a Sara que solo responde un ¿Qué me ves?

Pepa y Silvia en el laboratorio

Más tarde Silvia está en el laboratorio trabajando a tope en hacer pruebas a algunas de las cosas que han recolectado para un caso cuando Pepa entra y le dice:

Buenos días inspectora, me ha dicho el inspector Montoya que le traiga los informes de toxicología.

Silvia se queda super trabada porque Pepa se dirige hacia ella en plan hiper formal y sin un ápice de la gracia con la que siempre la trata.

Silvia: ¿Eso es todo lo que me tienes que decir después de estar una semana fuera? ¡Acercate mujer!
Pepa: Es que la ultima vez que nos vimos me querías poner una orden de alejamiento. Vamos que no sé si la tengo puesta o no.
Silvia: Ni orden de alejamiento ni nada Pepa. Te he echado un montón de menos Pepa. Y sé que suena a tópico pero que no sigamos siendo pareja no significa que no podamos ser amigas ¿no?

Pepa y Silvia abrazándose

Pepa sin embargo piensa que es muy pronto para ser nada, pero Silvia insiste, no ha pasado nada horrible, solo han terminado, aun pueden hacer cosas juntas y contarse sus cosas. Pepa termina cediendo no convencida del asunto así que decide jugar sus propias cartas y le dice que aprovecha para contarle que se ha enrollado con alguien de la comisaría pero no puede decirle quien es.

Silvia celosa

Por supuesto en ese mismísimo instante la cara de Silvia cambia de «sonrisitas» a «WTF!». Pero disimula como puede y le dice ¿ves? todo normal, a parte tu siempre has sido muy de rollitos (LOL). Pepa mete más el dedo en la llaga diciendo que esta vez es diferente porque se ha pasado y está embarazada.

Silvia no sabe que responder y se queda super trabada, afortunadamente para ella en ese momento llegan Sara y Aitor y la sacan de su ensimismamiento.

Pepa y Silvia picándose mutuamente

Más adelante en el episodio Pepa está bajando las escaleras con tres cajas llenas de folios cuando Silvia la ve y de inmediato corre a quitarle una de encima y la acompaña hasta dejarlas en el escritorio. Entonces no puede más con la curiosidad y le pregunta que si el padre de su niño es Aitor.

Pepa pone sonrisa enigmática y dice que no, que es otra persona. La cara de Silvia entonces es un poema. Está como pensando «¿Pero a que horas se enrollo está con otro?» y Pepa disfrutando de lo lindo sin decirle nada. Luego le dice que no puede decirle no por mala onda sino porque no quiere involucrar al chico.

Pepa y Silvia

Lo bueno de tener una sobrina en común es que se la puede usar como investigadora privada de la vida de la otra. Al menos eso piensan Silvia y Pepa que cada una por su lado se ponen a interrogar a Sara para preguntarle que ha pasado con la vida de la otra. Pero Sara más bien les dice que si quieren saber pregunten directamente porque parecen niñas chicas con sus cosas.

Eso si, el orgullo les puede más a las dos y más adelante están ambas trabajando en papelería en escritorios colindantes echándose miraditas escondidas. Y es que mientras lo que realmente sienten es esto:

Pepa y Silvia extrañándose

Lo que demuestran cada vez que sus miradas se cruzan es esto:

Pepa y Silvia sonriéndose

Y la cosa hubiera seguido así de por vida pero a Pepa se le ocurre meterle un poco de pimientilla al asunto coqueteando a tope con Montoya. Que si te toco el pelito, que si te acomodo el cuello, que si me acerco un poco hasta tu oído y te digo una broma y ambos nos reímos.

Todo esto por supuestísimo con Silvia delante que no pierde detalle del asunto y esta semi infartada pero disimulando como las meras machas.

Silvia celosa

Pepa se lo está pasando bomba, y para ser sincera yo también, la única a la que mucha ilusión no le hace es a Silvia. Pero que se prepare porque a Pepa ya le ha dado cuerda y decide repetir jugada pero esta vez con Curtis que anda pasando por ahí como si nada.

Pepa se estrella a propósito con él y tira todos los papeles que tenía en la mano para que Curtis se los recoja y mientras esta de rodillas en el piso le empieza a decir que si tiene barriga y se levanta la blusa causando un infarto doble. Por un lado a Curtis que se queda trabadísimo viendo el estómago de lavadero de nuestra Pepa y por otro lado Silvia que no entiende porque demonios Pepa está enseñando la tableta de chocolate.

Pepa enseñando el estomago de lavadero

Pero si por algo se caracteriza Pepa es por no saber nunca cuando parar. Y tira más de la cuerda plantándole un pico en los morros a Curtis que deja a Silvia con una cara que nos deja saber perfectamente bien lo que está sintiendo.

Silvia celosísíma

De hecho al no poder soportarlo más decide pirarse de ahí lo más pronto posible. Pepa entonces se disculpa con Curtis diciéndole que fue un impulso momentaneo y se va también.

Ya al final del episodio Pepa está a punto de marcharse cuando Silvia la detiene y le dice que ya la ha visto con Curtis y que lo siente pero no «la ve con él». Vamos que no hacen pareja, que no pegan ni con cola, que…vale, ya me entienden. Pepa entonces le dice que debería sentirse feliz por ella como la amiga que es.

SIlvia en Los HOmbres de paco

Como amiga que soy te digo que nada

Pepa entonces pregunta: «¿Te sientes feliz por lo mio con Curtis? ¿Te sientes feliz de que este embarazada?» Silvia asiente pero Pepa la desmiente y le dice que sabe que está mosqueada por lo que le ha dicho antes.

Tú y yo no podemos ser amigas. ¿Sabes por qué? Porque no quiero, porque amigas tengo a patadas y yo no quiero que seas una de esas. Silvia yo estoy enamorada de ti. Y podemos ir a tomar un café, un tequila o una ración de porras si quieres, pero como novias. Y si no, y si no nada.

Pepa y Silvia separadas

Pepa entonces se da la vuelta y comienza a caminar hacia la salida habiendo dejado a Silvia una vez más sin respuesta alguna. Da un par de pasos y después se detiene y dice:

Ah por cierto, no estoy embarazada. Yo solo tendría un hijo contigo.

Y colorín colorado este capítulo se ha acabado. ¿Será que por fin podremos ver una reconciliación entre nuestras PepSi? Hagan sus apuestas señoras. ¿Qué tal les ha parecido el episodio?

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