Esta semana me he sentido especialmente triste por la cantidad de noticias relacionadas con la homofobia que han salido a los medios. En especial me acongoja el número de jóvenes gays que se han suicidado por el acoso escolar al que se veían sometidos. Es muy triste enterarte de que estas cosas siguen sucediendo, no porque quieras ser ciega y pensar que todos los jóvenes gays de este mundo son felices; sino porque tienes la ilusión de que las generaciones que siguen a la tuya vivan experiencias mucho mejores a las que te tocaron vivir a ti.

Pero historias como la de Tyler Clementi un joven que se suicidó tirándose de un puente después de que su compañero de piso pusiera una cámara escondida y le grabara teniendo relaciones sexuales con un chico para luego emitirlo por internet. O la de Seth Walsh de apenas 13 años que se suicidó colgándose de un árbol por que sus compañeros no dejaban de molestarlo por ser diferente. Y ojalá pudiéramos decir que son ejemplos aquí y allá pero lo cierto es que también está Billy Lucas y Asher Brown y los cientos y cientos de chicos y chicas más al año que se quitan la vida por este motivo sin que la prensa llegue a enterarse.

Los jovenes gays y lesbianas se suicidan 6 veces más que los chicos heterosexuales. Esa cifra aumenta hasta 8 veces más si sufren el rechazo familiar. Es algo que tenemos claro, pero quizá solemos dejar en el fondo de nuestras mentes hasta que pasan semanas como esta en las que tres chicos se suicidan y no puedes seguir evitando enfrentarlo.

Siempre he pensado que la mejor manera de honrar a estos chicos es intentar conseguir a toda costa que algo así no vuelva a suceder. Hacer cosas como Tammy Aaberg madre de Justin Aaberg un joven gay de 15 años que se suicido después de sufrir acoso escolar. Aaberg se está empleando a fondo para intentar que el distrito escolar cambie sus políticas y sea más efectivo a la hora de parar el acoso. O como el activista Dan Savag que ha creado un canal de YouTube llamado «It Gets Better» en el que ha pedido a adultos gays que envíen vídeos para demostrarle a los chicos que lo están pasando mal que en un futuro las cosas van a cambiar.

YouTube video

Los artistas también están haciendo su parte Ellen DeGeneres ha lanzado el vídeo que tienen adjunto en su blog para intentar concienciar sobre este hecho. Y las cantantes de pop Ciara y Lala también han contribuido con un vídeo para It Gets Better. Inclusive Dave Navarro se ha involucrado enviando mensajes por su Twitter y escribiendo una carta abierta a la juventud LGBT.

Pero lo más importante para que esta situación cambie es lo que cada una de nosotras podamos hacer. Esos pequeños cambios que podemos implementar en nuestra vida y que de a poco consiguen un futuro mejor para todos. Y en mi caso es afirmarles una vez más que las cosas mejoran.

Mi peor momento en la escuela fue mi último año de universidad. Yo no me di cuenta de que era lesbiana hasta que tuve 19 años así que en la secundaria no tuve problemas de ese tipo. Pero en la universidad empecé a salir con la señorita Genix y al final salí del armario con mis dos mejores amigos. Una chica hetero y un chico que también era gay. Todo el mundo pensaba que él y yo éramos novios porque siempre estábamos los tres juntos así que durante mucho tiempo pasamos todos desapercibidos. Pero en el último año mi mejor amiga comenzó a llevarse muy bien con un chico muy talentoso de la clase a quien le gustaba. Y pasado un poco de tiempo comenzaron a circular toda clase de rumores sobre mí por la universidad.

Después de un tiempo supe que mi amiga había hablado con este chico y sus amigos de mi y de las cosas que yo le contaba. Lo supe porque ella me lo dijo a la cara. Al parecer estaba convencida de que yo estaba inevitablemente enamorada de ella y por eso la trataba tan bien y estaba siempre con ella. Yo me sentí muy herida, porque era mi mejor amiga y se suponía que me conocía más que nadie en este mundo. Era la persona a la que le contaba todo sobre la señorita Genix y yo, los problemas que tenía con que mis padres aceptaran mi homosexualidad, en fin que no entendía que dijera algo así. Me dijo que era por que yo la abrazaba y le daba aventones en el coche y esas cosas no eran normales. Y yo le contesté lo que pensaba y no pude sino llorar de pura rabia y dolor y pensar que nunca jamás quería tener una amiga heterosexual porque no podías confiar en ella. Sentí que había malinterpretado todo el cariño que yo le había dado y lo había transformado en algo que obviamente no era cierto y encima lo había comentado con gente a mis espaldas en lugar de platicarlo conmigo. En fin fue horrible.

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A partir de ese momento la escuela fue bastante horrible para mi. Mis compañeros no eran del tipo de personas que te grita o te empuja. Más bien de los que hablan detrás de ti y te dejan de lado. Recuerdo que hicimos un viaje a México y yo tengo una prima que me dejó quedar en su casa. Una compañera me pidió de favor quedarse ahí para no irse a un hotel. Había un sillón y una cama y ella prefirió dormir en la cama conmigo que en el sillón sola. Y yo sabiendo las cabras que guardo me puse los audífonos del iPod me gire hacia la pared y me dormí lo más pegada a mi esquina que pude. Al volver a la ciudad ya había comentado que intenté propasarme con ella. Y yo WTF! La tía ni siquiera me gustaba, no me atraía mínimamente ni física ni intelectualmente. En fin que era un desastre total.

Vamos que hicieron un Gran Hermano en mi salón y ¿adivinen quién salió la primera? Lo cierto es que todo ese tiempo lo pasé bastante mal. Sobre todo porque se me juntó con que mis padres no estuvieran de acuerdo con mi sexualidad y estaba yendo con la psicóloga y era horrible. Y recuerdo muchas veces haber pensando que no tenía razón de seguir luchando. Estaba muy cansada espiritualmente hablando, no me quedaban energías aunque las fingía porque no me gusta que la gente me vea derrotada.

Pero el caso es que mi vida ahora está llena de bendiciones y felicidad. Que me siento muy orgullosa de la familia que tengo y que mi matrimonio ha sido más exitoso que el de la mayoría de mis pares. Que tengo amigos y amigas en un montón de lugares tanto heterosexuales como gays y lesbianas y son personas geniales. Que tengo una posición económica que la mayoría de mis compañeros ni siquiera puede soñar. Así que sí, pasé un tiempo malo pero las cosas cambian a mucho mejor. Tu vida solo la guías tú y no debes dejarte caer por mucho que lo estés pasando mal en este momento.

Sí lo estás pasando muy mal, infórmate. Hay muchas instituciones como PLAFG en donde puedes encontrar material orientativo y apoyo moral. Busca asociaciones gays o lésbicas en tu ciudad, seguramente encontrarás alguien con quien puedes hablar y que te ayudará a desahogarte. Coméntalo en el foro de Lesbicanarias o en los comentarios donde siempre hay alguien que puede echarte una mano. Pero hagas lo que hagas no te des por vencida porque el futuro para una chica lesbiana no tiene porque ser negro. Tú puedes crearte tu propio final feliz.

Imagénes por: Anthony Kell y Zara