Este post forma parte de Yo Lesbicanaria un espacio en el que invito a otras chicas lesbianas y bisexuales a quienes admiro a escribir un post como invitadas en el blog para mostrar lo diferentes que somos y que existimos lesbianas de todos los tipos. Así que denle la bienvenida a Susana Font.
Muchos creen que la felicidad es algo que sólo les sucede a los demás, otros creen que la felicidad es algo que te toca, como en un sorteo, pero lo cierto es que personalmente creo que feliz es algo que escoges tú, una decisión que tomas y que al final realmente te hará más feliz.
Evidentemente todo el mundo pasa malas épocas, como dirían los anglosajones ‘shit happens’, pero incluso en los peores momentos puedes decidir buscar la felicidad y superarlo cuanto antes, o regodearte en el dolor y el drama. Tu decisión será la que marcará la diferencia.
Si nos fijamos bien, un momento en el que claramente decidimos ser felices por encima de todo lo demás es cuando acaparamos la fuerza necesaria para salir del armario. Hay que ser valiente para exponerse ante los demás con un tema tan íntimo por el que podemos ser discriminados, pero la realidad es que lo hacemos porque en nuestro interior sabemos que ese es el camino a vivir una vida mejor.
Cuando salimos del armario aprendemos que no es necesario encajar perfectamente en la imagen que los demás tienen de nosotros y asumimos los riesgos. Podemos perder amigos por el camino, incluso familiares, pero cualquiera que nos ponga trabas por no encajar en la norma mejor que se quede bien lejos.
Después la vida te va enseñando, muchas veces a base de golpes, cuál es el camino para ser feliz. Cosas como aprender a decir que ‘No’ o no hacer las cosas que no quieres hacer, pueden parecer nimiedades pero marcan la diferencia.
También es importante no tener miedo a amar. Querer a alguien es abrirse completamente a esa persona y mostrarle tus debilidades y, sobre todo, no consentir que el miedo a que te hagan daño te paralice y no te permita ser feliz.
Decidir salir del armario en un momento en el que no era fácil ni socialmente ni familiarmente me hizo más fuerte y, sobre todo, me enseñó que si no eres feliz hay que salir de tu zona de confort y hacer cosas potencialmente duras para cambiar tu vida y mejorarla. Porque al final, lo que cuenta es ser feliz.
me encanta este tema, me viene bien además no creo que yo sea la única que no salga por miedo del armario.Espero que llegué el dia en que no me importé que la gente referiendome a amigos, sepan y piensen de lo que siento realmente es difícil pero un reto que superar y todas nos enfrentamos.Saludos.
Después de mi primer relación (que por cierto, terminó muy mal), salir del armario con mis amigas y familia y recibir su apoyo incondicional, decidí ser feliz. Me permití enamorarme y conocí al amor de mi vida. Con ella pasé los mejores momentos de mi vida. Pero después de un par de años, ella no podía asumir su homosexualidad, y nuestra relación seguía y sigue oculta. Lamentablemente llegamos a una instancia en donde decidimos tomar distancia para ver si ella puede asumirse y asumir nuestra relación. Me duele profundamente haber llegado a esto, creí que íbamos a poder superarlo, que íbamos a hacer juntas todos aquéllo que habíamos soñado. Hoy creo que la felicidad no pasa por una decisión, si no por la construcción conjunta y el fortalecimiento diario de ese amor que nos llena la vida, que nos hace feliz. ¿Ustedes qué opinan?