En el episodio pasado de Orange Is The New Black descubrimos la historia de Morello y flipamos en colores, porque creo que ninguna se lo esperaba. También vimos a Red ponerse las pilas una vez más y a Vee metiendo cizaña entre Taystee y Poussey, algo que yo jamás le perdonaré. ¿Listas para descubrir lo que pasa en el quinto episodio? Pues vamos allá sin más dilación.
El quinto episodio de la segunda temporada de Orange Is The New Black comienza como un día de mierda. No, en serio, les hablo literalmente. Las latinas están haciendo fila para ducharse cuando de repente, todos los resumideros empiezan a echar aguas fecales. No es una buena manera de empezar el día chicas, sobre todo si estás encargada de la cocina. Así que Gloria, que desde que obtuvo el puesto está aprendiendo a convertirse en la líder del barrio latino, lleva a sus chicas hasta las regaderas de «el ghetto» (las chicas negras) dispuesta a tomarlos a la malagueña.
Obviamente a las chicas del ghetto no les hace ninguna gracia que quieran quitarles su turno en la ducha, así que la cosa se empieza a poner fea, sobre todo cuando llega Vee a liderar la defensa de las duchas. La cosa se pone física cuando flaca y Black Cindy se meten unos cuantos empujones. Nada que sea peligroso porque Maxwell (la guardia) las detiene de inmediato.
Flaca se queja de que Black Cindy la empujó (y es verdad, pero ella no se quedó atrás) y ella responde empujándola de nuevo delante de la guardia. Obviamente la mujer le pone una advertencia, y de paso le da permiso a las latinas para que se bañen ahí. Parece que se avecina una guerra abierta entre los dos bandos lesbicanarias. ¿Con quién están sus lealtades?
Nos vamos al pasado para conocer a una Gloria un poco más joven. La mujer está trabajando como la encargada en la típica tiendita de la esquina, cuando un cliente malhumorado viene a quejarse porque la vela que le compró no le ha servido de nada. Resulta que la hermana de Gloria es santera, y este señora le pidió una vela para encontrar trabajo, pero claro, se le olvidó lo de ponerse a buscarlo. El tipo esperaba que le cayera del cielo. Alguien debería contarle aquello de ayúdate que yo te ayudaré.
En fin, Gloria sigue a lo suyo cuando llega su pareja, un tal Arturo que parece ser todo monerías y se dedica a echarle una mano en la tienda. Arturo le advierte que no debería dejar la puerta trasera abierta porque la pueden asaltar, pero ella le dice que lo hace para que sus hijos puedan entrar y salir. Entonces entra otro cliente que quiere pagar con un bono cerveza. Gloria le dice en voz alta que no, pero por lo bajo se queda con el bono y le cobra la cerveza casi al doble.
Arturo, que se quedó con el grito pero no con el intercambio monetario, le recomienda que trate mejor a sus clientes o no tendrá éxito. Gloria se ríe y le suelta que él no tendría que hablarle de éxito cuando no tiene ni un chago y entonces él le suelta tremendo guantazo que le gira toda la cara. ¡Hijo de la gran vaqueira! Les juro que la cachetada me dolió hasta a mí. Y la cara de entre susto y enfado que pone Gloria me llegó hasta el alma.
¿Se acuerdan del juego entre Big Boo y Nicky? Pues ya se está redondeando chicas, tiene reglas y todo que Chang se dedica a establecer para dejar claro como van a llevarse a cabo las puntuaciones, que esto es cosa seria. Cada acostón cuenta, pero la puntuación varía dependiendo de la chica en cuestión. No es lo mismo acostarse con Piper que vale 3 puntos, que con una guardia que te sumaria 10.
Piper obviamente se indigna por su baja puntuación, porque considera que ella tendría que valer más porque no es una persona fácil, pero Chang, Big Boo y Nicky no están de acuerdo.
Piper: ¡Yo soy mucho más de un tres! Yo no soy fácil.
Nicky: Tú eres media putilla, no fácil. Es diferente, semánticamente hablando.
Big Boo: Tú no eres fácil, solo te follaste a tu peor enemiga.
Piper: Alex no era mi enemiga… en ese momento… que yo supiera… Era complicado… ella tiene ese efecto en mí.
Y en todas nosotras querida… y en todas nosotras… Pennsatucky se intenta acoplar en su mesa, porque ahora que tiene nuevos dientes es toda sonrisas y parece que se le ha quitado lo agrio, pero me temo que intentar asesinar a una cuarta parte de las presentes y insultar por lesbianas a las otras dos, hace que no sea muy bien recibida.
Mientras tanto, en otra mesa, las chicas del ghetto siguen escaldadas porque les han quitado su baño. Vee entonces vuelve a recordarles que en aquellos tiempos, ella era la jefaza del lugar y nadie se metía con ellas, pero las demás (especialmente Poussey) la ven con cara de: «señora, nos hartan sus cuentos de la prehistoria». Vee insiste, si no se defienden ahora, las latinas las van a usar como alfombras para limpiarse los zapatos y les mete la duda en el cuerpo.
Mientras tanto Red está capitaneando al equipo de las viejitas para limpiar el invernadero y dejarlo decente para trabajar. Bueno, a todas menos a Jimmy cuya cabeza sigue perdida en otro universo. En fin, en esas andan cuando llega Healey y les pide a las demás que lo dejen a solas con Red. Resulta que el hombre quiere hacer algo lindo con su esposa, pero quiere la opinión de Red, que como saben fue su consejera por mucho tiempo. El caso es que ahora que él no le cubre las espaldas, a ella no le interesa un pimiento su vida amorosa, pero como el hombre pone cara de perrito triste, le aconseja que abandone su intención de llevar a su mujer a una obra de teatro rara y mejor la lleve a cenar a un buen restaurante italiano.
Cambiamos de lugar porque ¡es día de visita! Y a Piper le toca a recibir a su madre y a su hermano, que se han pasado por la cárcel a visitarla por primera vez desde su pelea con Pennsatucky y su posterior encierro en el SHU. La cosa no empieza muy bien, porque lo primero que le pregunta la madre a Piper es si Larry ha venido a visitarla. Chapman la mira como: «¿en serio madre?» y le recuerda que ella y Larry han terminado, por lo que es poco probable que vaya a visitarla en un futuro cercano.
Luego el tema cambia porque Piper resiente que su padre no haya ido a visitarla y piensa que es porque tiene vergüenza de que su hija esté en la cárcel. Pero al ver la reacción de su madre y Cal intuye que no, que hay algo detrás que no le están contando. Así que en un momento bizarro la vemos adivinar la situación hasta que llega a la conclusión de que su abuela se está muriendo.
Volvemos a la cocina, esta vez para ver a Caputo entrar enfadado a regañar a Gloria por haber tomado los baños del ghetto. El hombre tiene claro que las latinas necesitaban bañarse, y no está de hecho enfadado porque usaran el baño, sino porque lo hicieron sin su permiso y pasándole por encima. Gloria le dice que a menos que quiera que las mujeres que le preparen el sandwich todos los días se bañen con aguas fecales, casi que se va a tener que aguantar. Él le cede en cuanto al espacio, pero le recuerda que, al igual que Red, ella tampoco es indispensable, con lo que tiene que cuidar más lo que hace.
Lo siguiente que vemos es a Gloria con la cara echa un cristo en el pasado contándole a su hermana que Arturo le ha pegado. Su sister por supuesto, quiere denunciarlo para que lo deporten, pero Gloria no está segura de lo que quiere, sobre todo porque insiste en que él siempre ha sido muy bueno con sus hijos. En esas andan cuando el susodicho se presenta y hace el paripé que todos los maltratadores tienen como mantra. Que si no sé lo que me pasó, que si jamás volverá a suceder, que si yo te amo, etc. Y mientras vemos en la cara de Gloria una desesperanza que nos dice que volverá a decir sí, su hermana hace un rezado para intentar protegerla.
De vuelta en nuestro tiempo vemos que Big Boo ya ha puesto manos a la obra y nunca mejor dicho señoras, porque ya se ha cepillado a una compañera para apuntarse sus primeros puntos. Igual Nicky no está impresionada, porque ella apunta a la calidad y no a la cantidad, o en este caso a las chicas que valen 10 puntos. De hecho su mirada está puesta en Fisher. ¿Será que consigue camelarse a la guardia más buena del lugar?
En casa de Healey nos toca ver a Katya (su mujer) decirle que no quiere salir con él porque ya había quedado con una amiga. Él insiste una y otra vez en que tiene preparado algo lindo para ella y le dice que rompa sus planes. Pero ella, que como todas tenemos claro se ha casado con él solo por conseguir sus papeles y apenas puede tolerar su presencia, insiste que no, así que él pierde completamente los papeles y le grita. Luego, cuando la ve asustada y con los ojos llorosos, intenta disculparse y le dice en ruso que aquellos quienes son sus amigos son también los suyos. Katya lo mira con rencor y le responde que él no tiene ningún amigo. ¡Auch!
Al otro día por la mañana, en el Harlem latino hay una conmoción porque nadie puede encontrar sus zapatos. Al menos hasta que Gloria se los encuentra amarrados por las cintas en su casa. Resulta que Watson y Black Cindy se han inventado la broma como venganza por lo del baño.
Piper está mirando una foto de su abuela en plena depresión cuando Red vuelve y la ve, así que le pregunta qué le pasa. En un principio Chapman no quiere compartir, pero luego termina por contarle que su abuela está muy enferma y Red se muestra comprensiva. Igual Piper no quiere simpatía, ha decidido que quiere ser como Red y vivir sus dolores en silencio para luego dejar ir las cosas que quiere. Red está totalmente de acuerdo con la parte de vivirlo en silencio, pero lo de dejar ir es contrario a su filosofía, y a sí se lo hace saber a Piper.
En las duchas, Fig está cabrada básicamente porque Caputo por sí mismo decidió llevar un plomero porque ella andaba viviendo loca y no contestaba sus llamadas. La cosa se pone peor cuando el plomero les dice que el arreglo costaría un buen pellizco de dinero. Caputo quiere solucionarlo, pero Fig no está dispuesta a gastarse ese dinero y decide que de ahora en adelante las internas tendrán que darse duchas más cortas. ¡Que asquito da esta tía!
Impulsada por el consejo de Red, Piper decide ir a la oficina de Healey a pedirle una licencia especial para salir a ver a su abuela ante de morir. Chapman sabe que las cosas entre ellos están bastante destruidas como para conseguir nada, pero como no podría vivir consigo misma si no lo intenta, pues se anima. Healey prácticamente le dice que antes se congela el infierno, y entonces Piper ya no puede disimular le reclama que haya permanecido impasible mientras Pennsatucky la amenazaba, pero él se hace el que la virgen le habla y Piper se marcha de la oficina sin nada ganado.
Todas tenemos nuestros defectos señoras y Fisher no es la excepción, le gusta vivir las historias ajenas. O como se diría en mi patria, vamos que un buen chisme le da vidilla, así que cuidar a las presas mientras hablan por teléfono es casi que su parte favorita del trabajo. Y ahí es justamente donde la agarra Nicky que se acerca con mirada predadora y lista para cazar. La mujer no se anda mucho por las ramas, en menos de lo que canta un gallo ya le ha soltado a Fisher que conoce varios lugares donde las cámaras no funcionan se tiene mucha pero que mucha privacidad. Pero me temo que la guardia no cae rendida bajo los encantos de Nicky, más bien se tensa y la manda a freír espárragos, que en el caso de la cárcel es irte a tu propia cama.
Decían en mi barrio que si te llevas, te aguantas y al guetto le toca comerse una sopa de su propio chocolate cuando descubren que toda su comida está super salada. Parece que las latinas también tienen maneras de hacer bromas desagradables. Las cosas se ponen muy tensas porque del cabreo, Watson va hacia Daya y le exige que le cambie la comida, y cuando esta se niegue hace que se tropiece y caiga. Bennett lo ve todo y se vuelve loco (porque recordemos que solo él y las latinas saben que Daya está embarazada), así que agarra a Watson y la pone contra el piso de muy malas maneras para asombro de todas las presas. Encima la castiga diciéndole que no podrá comprar durante una semana en la tienda de la cárcel. Todo el mundo se queda asombrado, porque obviamente se ha pasado de la raya.
Volvemos al pasado para ver a Gloria llegar desesperada a la tienda con sus hijos. Arturo se ha vuelto a poner violento, y esta vez no se ha conformado con pegarle a ella, sino que también le ha dado caña a uno de los niños. Gloria le dice a su hermana que se va de la ciudad porque tiene miedo de que él la mate, le cuenta que ha estado ahorrando el dinero del fraude de los cupones y en esas anda cuando llega Arturo pidiéndole disculpas e intercalándolas con amenazas. La cosa se tensa pero justo en ese momento llega la policía así que Arturo se va pitando y amenzando con que va a matarla.
Pero me temo que los azules no vienen a salvar a Gloria, más bien se la llevan arrestada por el fraude de los cupones. Y a mi se me arruga el corazón en serio, porque vale, lo que hizo Gloria estuvo mal, pero sus motivaciones no eran malvadas y es uno de esos casos en la cárcel que realmente te hacen sentir mal porque es el de una mujer desesperada que intenta ayudarse a sí misma y a su familia de la mejor forma posible.
Por cierto, el cabrón que la denunció fue el estúpido cliente ese al que teóricamente no le había funcionado la vela. ¡Pero el karma es grande! Al menos eso espero con todo mi corazón. Y hablando de Karma, Healey está pagando su parte sentándose más solo que la una en un bar para olvidar las penas. Igual se lleva una sorpresa viendo a Caputo tocando el bajo en la banda local.
En el guetto las cosas están muy calientes, sobre todo Watson que es la que ha pagado los platos rotos. Las chicas se sienten discriminadas y esto tiene toda la pinta de tronar como chinampina pronto. Sobre todo cuando vemos a Gloria entrar con cara de mala malota y exigirle a Red que se encuentre con ella en el baño. ¡Hagan sus apuestas señoras! En esta esquina, Gloria «chiquita pero picosa» Mendoza, en la otra Vee «la jefa» Parker.
En cuanto entran en el baño Vee se topa con una Gloria que va a por todas y la estrella contra los baños amenazándola con darle hasta por debajo de la lengua como sus chicas no entren en cintura. Entonces, para asombro de todas nosotras, Vee se comporta como una nenaza y echa una lágrima diciéndole a la latina que ella no quiere problemas y las chicas la han elegido como jefa cuando ella solo quiere vivir su vida loca. Vee le dice que se puede quedar con el baño sin problema, pero que necesita que le de algo a cambio para apaciguar a las masas. Así que Vee le pide que diga que necesita a las latinas que trabajan en mantenimiento en la cocina, de tal manera que Taystee y Watson pueden quedarse con ese trabajo. A Gloria el intercambio le parece positivo, así que accede no sin antes burlarse de Vee por ponerse a llorar sin que le diera ni un golpe. Ais Gloria, yo te quiero mucho, pero Vee acaba de manipularte a lo grande. Y no sé ustedes chicas pero a mí Vee me da cada vez más miedo, sobre todo porque es muy inteligente y mueve a la gente a su entera gana.
Cambiamos de escenario y vemos a Healey más borracho que una cuba decirle a Caputo lo mucho que le gusta la música de su grupo. Se nota que el hombre está intentando hacer amigos, pero no le está saliendo bien la jugada. Igual los dos se distraen cuando ven un comercial de el esposo de Fig lanzándose a senador. Caputo se siente totalmente impotente porque siente que a Fig no le importan un comino las presas y siente que es su deber personal proteger a esas mujeres, por lo menos mantenerlas limpias y alimentadas. Y se ve incapaz de cumplir su misión porque no le aprueban ni si quiera el que arreglen las duchas.
Al otro día por la mañana, vemos a Healey mandar llamar a Piper a su oficina para decirle que se lo ha pensado mejor y que ha tramitado su permiso. No sabe si se lo darán o no, pero por lo menos va a intentarlo. Se ve que lo que Caputo le dijo ayer le afectó de cierta manera. Luego lo vemos saludar a Caputo en plan «eh colegaaaa» y Caputo está como… «no somos amigos ni lo seremos». Pero lo realmente importante es que le pasa un papel para que le firme el cambio de trabajo de las presas latinas a la cocina y las del ghetto a mantenimiento.
Para mí sorpresa particular, Nicky va perdiendo la competición por un buen puñado de puntos, porque por andar apuntando a las alturas se ha descuidado y Big Boo se ha puesto las pilas. Nicky se lamenta con Morello de que por andar de subida va a perder:
Nicky: Soy como Ícaro cuyas alas se derritieron antes de poder follarse al sol.
LOL, en mis clases de mitología griega la historia era un poco distinta, pero esta me gusta más. Morello, que cuando no anda acosando a un pobre cristiano es genial, le dice que puede jugar sucio soltando el rumor de que Big Boo tiene herpes para dificultarle el puntuar. ¡Es una mente brillante!
Fisher por su parte convence a Caputo de que sería bueno escuchar las conversaciones de las prisioneras supuestamente por un tema de seguridad, pero todas nosotras sabemos que es para cotillearles sus vidas. Piper por su parte llama a Larry porque de concederle el permiso, se lo darán para quedarse en su antiguo domicilio, que es la casa que compartía con él. Larry le cuenta sobre su última escapada con Polly y luego ambos admiten que se extrañan (ñañaras).
El ghetto está nefasto señoras, porque en el baño de las latinas solo se pueden duchar por 30 segundos si no quieren verse inundadas de mierda, así que las chicas están totalmente contrariadas por el trato que ha hecho Vee. Más cuando les dice a Watson y a Taystee que tienen que cambiar de trabajo. A Watson no le importa mucho, pero todas sabemos que Taystee ama trabajar en la biblioteca, así que el cambio no le hace ninguna gracia.
En la cocina, Gloria ha preparado una vela y un altar para mandarle buenas vibras y protección a la hija de Maritza que cumple su primer añito ese mismo día. María le pregunta a Gloria si en serio cree en todo ese rollo de las pociones y la magia de la que se habla en la santería y Gloria le responde que «ella cree en que necesita toda la ayuda que pueda obtener». Lo que me recordó que una vez le pregunté a una madrecita (yo estudié casi toda mi vida en un colegio de monjas) sobre los misterios inexplicables y lo que pensaba ella desde el punto de vista de la religión y me contestó: «No existen las brujas…pero de que las hay, las hay». LOL nunca me he olvidado de esa frase, la he usado unas cuantas veces en esta vida señoras.
Red interrumpe la escena porque se acaba de enterar del intercambio que hubo de trabajos, así que le dice a Gloria que tiene que tener más cuidado porque Vee acaba de jugar con ella y de alguna manera que aún no puede descubrir, se ha colocado en mejor posición para hacerse con el trono de hierro de Lichtfield. Gloria no es tonta, así que se da cuenta de que Red dice la verdad, se pone de mal humor y manda a todo el mundo a trabajar. Luego apaga la vela y cuando Maritza le pregunta por qué no la deja encendida le dice que hay que tener cuidado con el fuego porque quema.
Y así nos vamos a otro flashback en el que vemos a Arturo entrar en la tienda para robarse el dinero que guardaba Gloria. ¿Se acuerdan de esa puerta que nunca se cerraba? Pues por alguna razón, esta vez se cierra con seguro y al volver sobre sus pasos Arturo tira una de las velas de santería y todo el lugar se incendia. Vamos, que murió tatemadito y yo le agradecí a cuales sean las diosas que lo permitieron por su labor. ¡Y así se termina este episodio señoras! Con Vee posicionando sus piezas de ajedrez, Red intentando recuperar un lugar y Nicky intentando acostarse con más mujeres que Big Boo. ¿Cómo han vivido la historia de Gloria? ¿Se la esperaban por ahí?
Me encantan Maritza y la Flaca, espero poder conocer sus historias en la siguiente temporada…¿Y el beso que se dieron? …fue buenísimo!!
¿Cuando tendremos el resumen del episodio 2×06? Muero por comentarte que Piper se copia de Bette Porter (The L word), cuando dice que «el amor es volver a casa después de un largo viaje», esa frase está muy relacionada con la de Bette en la famosa escena del ascensor «It feels like I am coming home». Ahhhhh (suspiro)