¡Buenas, lesbicanarias! ¿Recordáis el primer resumen de la tercera temporada de Orange Is The New Black? Está aquí. Mi compi Rogue me ha cedido el testigo para hacerme cargo del resto de temporada, porque una serie tan importante debe tener un hueco en nuestro mundo lesbicanario. Así pasamos un poco el mono entre que esperamos la próxima temporada, porque está tan lejos en el horizonte que yo sé que sufrís.
En este segundo episodio descubrimos así de primeras que la cárcel está plagada de chinches. La primera en darse cuenta es Flaca y tienen que lavar todas las mantas, sábana, ropa… Entre tanto, Piper está en su cubículo leyendo y Red aparece. Ella se pone muy contenta de verla, pero Red todavía no le perdonó que mintiese sobre su negocio. Piper se defiende diciendo que es una buena persona (todavía se lo cree, ay Piper…) y que era para no hacerla sentir mal. Pero Red no se traga su mierda.
La madre de Pornstache aparece por la prisión y justo se encuentra con Bennett. Está preocupada por lo del bebé de Daya (si recordáis bien, habían hecho un montaje para fingir que era de Pornstache) y aprovecha que es la hora de visita para ver a la madre de Daya. ¡Qué situación tan agradable y poco incómoda! La señora quiere adoptar al bebé, se disculpa por su hijo y es una mujer que se nota que quiera hacer algo bien para compensar. Aleida le deja caer que de qué va, pero que igual por dinero cambia la cosa. Aaaaamiga, sacarle dinero a la rica siempre es una opción, ¿eh?
Con lo de las chinches les dan a todas trajes de papel (sí, se ve que esto es una cosa que existe y que tiene que ser muy cómoda). Bennett está ahí diciéndole a Daya que vino la madre de Méndez y medio coquetean, así que llega Caputo a decirle que se comporte. Keep it in your pants!
Como veis muchas no tienen ni trajes y andan por ahí en sujetador y bragas. ¡Alegríaaaaaa, que es veraaaano! Poussey, además, lleva un collar de ajos que le hicieron Norma y Gloria para ahuyentar a las chinches e incluso con eso está guapa. La que es guapa es guapa, no hay más. Sus coleguis se cachondean de ella por creer en esas cosas. Pennsatucky se sienta en la mesa y todas se quedan como “ehhh, ke ase loka”, porque los grupitos en Litchfield se basan en grupos étnicos, ya sabéis: Blancas, latinas y negras. Como menciona a Vee, Suzanne se pone muy loca y agarra una patata para tirársela, así que para que no se meta en problemas, Taystee tiene que calmarla.
Suzanne: La “patatearé” en otro momento.
Taystee: Lo sé.
Yo patateo, tú patateas, ella patatea… Y porque no tenía una tarta a mano, que si no… El caso es lanzar comida a gente. En otra mesa están comiendo Piper y Alex y la rubia no deja de hacer bromillas para levantarle un poco el ánimo. Nuestra Alex está muyyy desesperada, nunca la hemos visto en tal estado. ¡Hay que tener bemoles para mentirle así a la cara, Piper, de verdad te lo digo!
Entre tanto Nicky y Big Boo piensan en cómo sacar la droga que guardan para venderla. Aleida miente a Daya y A Bennett y trata de convencerlos de lo de la adopción, pero sin contarles la parte del dinero. Ay, Aleida, te guardas todo lo bueno para ti. Mientras, conocemos un poco del pasado de Bennett en el ejército, que básicamente consistía en bailar. ¡Que sí, bailaban como locos en su tiempo libre!
Otra que también tiene ideas muy locas es Cindy, que decide rociarse de arriba abajo con desinfectante, incluidas sus partes privadas. Pos mu bien. Alex, que es muy letrada, llega a decirles que qué leches hacen, que eso es tóxico. ¡Duh! Se las ha apañado para seguir siendo jodidamente sexy incluso metida en una bolsa de basura, ya que no tiene traje. El problema es que llega una guardia a decirles que despejen el cuarto de baño, que aquello no es una tertulia de televisión, y Alex sólo quiere ir a echar un pis, así que se rebota bastante. Tanto que están a punto de mandarla a aislamiento. Damos gracias que Piper intercede y convence a la guardia de que no lo haga. Está tratando de redimirse, vale, pero es que al otro lado de la puerta Alex se derrumba.
La mujer sigue sin entender cómo ha vuelto ahí dentro y llora fuerte, de llorar con mocos y todo. Mientras tanto, Bennett se encuentra con Daya a escondidas y le propone matrimonio con un anillo hecho de papel de chicle. ¡Y ella acepta! ¡Bodorrio en la cárcel!
Nicky se entera de que a Luschek le van los “dulces”. Es decir, las drogas, vaya. Así que intenta convencerlo para que le haga de mula y lleve la heroína a vender al exterior. A él le cuesta un poquito saber de qué le habla (porque no es que tenga muchas luces, reconozcámoslo), pero al final acepta, no sin antes gastarle una broma pesada a Nicky haciéndole creer que la va a llevar ante Caputo. Ja, graciosísimo el tío (ehhh, no).
Piper y Alex siguen juntas y Alex está en modo risa nerviosa. Está a punto de ingresar en el ala de psiquiatría al paso que va. Así que Piper intenta animarla… bueno, a su manera.
Piper: La mejor parte de mi estancia aquí fue cuando creía que otra persona me había señalado como co-conspiradora. Era como si el universo nos hubiera vuelto a reunir.
Alex: Y luego supiste que yo había sido la imbécil que te había culpado.
Piper: No… Sí, fue así y fue un asco, pero, por un tiempo, la ignorancia fue una bendición.
Mira, Piper, es jodidamente retorcido lo que cuentas, pero te perdono porque se te nota que la quieres bastante, aunque sea de esa forma tan tóxica. El caso es que Alex no compra el discurso bonito y dice que cree que es mejor soltar toda la mierda y luego, ya si tal, decidir que todavía se quieren. Así que en ese momento la culpabilidad vence a Piper y confiesa todo. ¿Que cuál es la reacción de Alex? Pues ya os la podéis imaginar. La tilda de psicópata pa’ arriba.
Y Piper lo pasa un poco mal, porque se ve que esperaba que una vez sacada “toda la mierda” Alex la perdonaría y todo sería chachi pistachi. Alex la llama manipuladora y se levanta y se va, muy digna (y muy cabreada también). A mí Piper no me da pena, porque metió la pata tan hasta el fondo que rompió el suelo, pero yo no puedo negar que la quiere con locura. Y claro, ahí está el problema… ¡Que la locura no es buena!
De todas maneras, el verdadero drama del capítulo ocurre en la biblioteca porque los libros también están llenos de chinches y deciden quemarlos. ¡Noooo! ¡Los libros no se queman! NO SE QUEMAN. Taystee y Poussey entienden mi sufrimiento.
Caputo tiene una reunión con un jefazo por el tema de las chinches y así, como de la nada, se entera de que van a cerrar la cárcel por cuestiones de presupuesto. ¡Quieto parao! ¿CÓMOOOOOOOOORRRRRRRR? Pues sí, van a echar a todo quisqui y reubicar a las presas. Esa es la teoría, pero tranquilas, que si lo hicieran se acababa la serie.
Bennett va a visitar al novio de Aleida/padrastro de Daya o lo que sea, para contarle lo de la boda. Es el que se encarga de cuidar de toda su familia y para eso se ha echado una nueva novia, que también vive ahí con toda su prole… Y lo “mejor” de todo es como obliga a uno de los niños a comerse la comida que no quiere O_O.
¡En menuda familia te has metido, Bennett! Nos interesa más la trama de Nicky y Big Boo, que al abrir la rejilla donde tenían la droga, descubren que ha desaparecido. La cara de Nicky es un poco sospechosa y yo me empiezo a preocupar seriamente. Ay Nicky, no, ¿eh? NO.
Las presas, en general, van lidiando como pueden con la falta de colchones, ya que los están quemando en el patio. Da dolor de corazón verlo sabiendo que van a cerrar la cárcel. Entre ellas está Piper, que además está de bajona por lo de Alex.
Piper: Si miento, me meto en problemas. Si digo la verdad, me meto en problemas. No hago nada bien.
Red: ¿Qué es lo que quieres? ¿Un consejo? Aquí te va uno: Deja de creerte tus propias mentiras de mierda.
¡Sí! ¡Así se habla, Red! Dile las cosas claras, a ver si le entran en la cabeza. De hecho, Piper es como que tiene una revelación y se da cuenta de que igual sí que es manipuladora, como su madre. ¡Caíste de la burra! ¡Al fin! Más tarde, Piper y Alex se encuentran en el pasillo modo película del Oeste y van hacia una zona apartada para insultarse o arrancarse los pelos. ¿Quién sabe? El caso es que Alex le mete un bofetón, se empujan y… el roce hace el cariño. Porque entre una cosa y otra terminan teniendo sexo salvaje. En plan, agarrándose de los pelos, muy amor-odio todo.
Vuestra relación es muy turbia, os lo comento por si no os habéis dado cuenta. Para acabar el capítulo, a Bennett el loco de la pistola le regala la antigua cuna de Daya y le habla de lo difícil que es sacar adelante a los bebés. Esto se ve que le cala mucho, porque en la última escena abandona la cuna en plena carretera y se va con el coche rollo “bajo un momento a por tabaco, cariño, ahora vuelvo”. Vamos, que ha abandonado a Daya y a su futuro bebé. ¡Y parecía un buenazo el tío! Gritad todas conmigo: Cabróooooooooooon.
Pues así todo. Tras la pelea/sexo de Piper y Alex, a ver en qué queda eso porque no tiene pinta de reconciliación. Más bien al contrario. En el próximo capítulo lo averiguaremos.
hey mejor tarde que nunca tu resumen. Dato curioso en la escena de sexo salvaje Piper se quita la franela tan desesperadamente que se rompe la cara con el carnet de identificacion, si hubo sangre y tuvieron que detener la escena.
Hola, gracias por el resumen…. Ya decia yo una serie tan buena y sin resumen hay si no…