Los mejores momentos lesbicanarios de 2015 en televisión

El 2015 va tocando a su fin y nosotras seguimos repasando lo mejor que nos ha traído en términos lesbicanarios. Series de televisión con personajes lésbicos, bisexuales, pansexuales, trans… nos da igual con tal de que tengan momentos e historias de amor entre mujeres que nos lleguen a la patata, historias de descubrimiento sexual y de buena representación LGBT+ de esas que tanta falta hacen en televisión. Parece que la sociedad evoluciona y cada vez tenemos más y mejor. Si hace poco ya destacábamos a los personajes que creíamos más interesantes, hoy traemos los mejores momentos lesbicanarios televisivos de 2015.

El primer beso de Celia y Aurora

Empezamos por uno de los fenómenos de este año, al menos en lo que se refiere al ámbito hispanohablante. La serie de sobremesa Seis Hermanas no sólo tiene a seis protagonistas mujeres (que ahí es poco), sino que resulta que una de ellas, Celia, descubre que es lesbiana y, teniendo en cuenta que se está a principios del siglo XX, lo pasa regular. Cuando se encuentra con Aurora, la vida por fin le sonríe y nos regalan una de las historias de amor más puras y tiernas que se recuerdan en la televisión española. Hemos elegido este primer beso con el que Aurora la sorprende, por estar lleno de esperanza, de nervios y de atracción acumulada. Y porque la reacción de Celia de “no me lo puedo creer” es adorable. Tras lo mal que terminó lo de Petra, Aurora era la mujer que necesitábamos: cariñosa, con su sexualidad clara, sincera, entregada a su relación y sufragista. ¿Qué más queremos? El fenómeno aurelier empezó con este beso.

La segunda temporada de Carmilla

Puede que Carmilla no sea emitida por televisión, pero su impacto en el mundo lesbicanario es tal y como si lo fuera. La química entre Carmilla y Laura es algo bastante loco y tras el final de la primera temporada nos las creíamos muy felices. En su segunda temporada hemos tenido tantos besos y tantos momentos para disfrutar de estas dos que cuesta elegir. También hemos tenido mucho sufrimiento, pero concentrémonos en lo importante: cuando Carmilla y Laura se besan o flirtean nos explotan los ovarios. Además, la serie está llena de personajes y ships tope de queer: Hollstein, Laferry, Hollence… Hay mucho dónde escoger, pero no me digáis que con escenas así no se os paró el corazón.

La boda de Brittana

A lo mejor muchas ya se han olvidado, pero 2015 empezaba con un evento muy importante: ¡Las Brittana se nos casaban! Nunca he sido seguidora de Glee, pero hasta yo sé que a las shippers de Brittana las putearon a base de bien. Cuando me enteré de que finalmente Brittany y Santana tendrían su “felices para siempre”, me alegré mucho por todas las muchachas que aguantaron los desbarres de Ryan Murphy a lo largo de las temporadas. ¡Justicia divina! Y, además, se hizo con cariño y regalando a la audiencia besos, discursos románticos, bailes en pareja, para siempres y todo el lote. Vamos, un final de estos que te suben el azúcar. De vez en cuando las parejas lesbicanarias logran terminar juntas sin dramas y esto es algo que creo que nos merecemos celebrar.

El final de Lost Girl

Lost Girl nunca ha sido una serie coherente ni estupenda, no es una de esas series que vayan a quedar para los anales de la historia, seamos sinceras. Sin embargo, el personaje de Bo siempre les permitió un tratamiento de la sexualidad muy abierto y natural. 2015 ha sido el año de su final definitivo y, tras todos los baches, rupturas, locuras fantásticas, escenas pasionales, bondades y maldades, Bo y Lauren han tenido el final que la gran mayoría del fandom demandaba, sabiendo aprovechar la química entre actrices. Nada del otro mundo, pero al menos podemos sumar Lost Girl a la lista de series (no muy larga) que han entendido que dos chicas pueden terminar juntas, revueltas y felices. Pa’ la saca.

Nomi y Amanita como ejemplo de relación saludable

Sense8 mola. Desde el principio no han temido mostrar una diversidad sexual y naturalidad pocas veces vista en televisión y, en este aspecto, Nomi y Amanita han sido la relación más estable y saludable de toda la serie. Una relación llena de amor, de complicidad, de pasión, de confianza y de total apoyo mutuo. Amanita incendió un hospital por salvar a Nomi, nunca duda de las rarezas sensate que está experimentando su chica, Nomi la describe como su familia, se “casaron” poniéndose galletas en los dedos, continuamente se prodigan en cariño y respeto, son muy activas sexualmente, celebraron el orgullo yendo juntas en la moto de Amanita por el medio de San Francisco, ya son todo un dúo criminal y… Son perfectas. Me pelearé con cualquiera que diga lo contrario.

Clexa volviéndose canon

Para mí Clarke y Lexa son el mejor ship lesbicanario de 2015 (y soy consciente de que es una opinión muy subjetiva), porque su química me parece una de las mejores que existen ahora mismo en televisión. Además, Clexa empezó como uno de esos ships “utópicos”, nos intentaban convencer de que era imposible, que estábamos locas, que Clarke era heterosexual y veíamos cosas dónde no las había. Y como tantos otros ships con química desorbitada esto podía ser verdad, hay miles de series que se niegan a emparejar a dos mujeres por mucho que la pareja hetero de turno se vea forzada y sosa (hola, Once Upon a Time). Pero The 100 demostró que no iba a ser como las demás y, ya que iba a ser una serie teen con ovarios, lo sería en todo. Clarke resultó ser bisexual y cuando Lexa y ella se besaron, el mundo se volvió arcoíris. Lo malo de The 100 es que es una serie post-apocalíptica y la felicidad no tiene mucha cabida en ella, pero tenemos muchas esperanzas puestas en la tercera temporada. La tensión sexual todavía está sin resolverse y se nota amor aunque sea bajo capas de resentimiento. ¡Y qué power couple hacen, madre mía! Si los guionistas quisieran, podrían ser una pareja de leyenda.

La reconciliación de Alex y Piper

Alex y Piper, Piper y Alex. Desde los primeros segundos de Orange Is The New Black supimos que estábamos ante una serie diferente y que la química Vauseman nos robaría el corazón. Así ha sido. En esta última temporada, hemos presenciado su reconciliación, ya lejos de Larry y la insulsa trama de fuera de prisión que a nadie le interesaba un pimiento. Tuvieron sexo salvaje amor-odio, se convirtieron en “novias oficiales”, empezaron un negocio ilegal de bragas juntas… Y hasta aquí, porque la temporada ha incluido obstáculos nuevos en su relación, pero al menos queremos recordar estos bonitos momentos, cuando el amor estaba en el aire y su relación había dejado de ser tóxica por un corto período de tiempo.

No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Hemos dejado fuera a otras lesbicanarias que amamos, como nuestra adorable Cosima, porque este año lo suyo con Delphine ha sido más que tormentoso y, aunque se buscó otra novia majeta interpretada por Ksenia Solo, las shippers de Cophine sabemos que no es lo mismo. Tampoco a Irene Larra porque, aunque nos encanta lo badass que es y la normalidad con la que se trata la sexualidad en su personaje, ha tenido una trama lesbicanaria agridulce.

¿Qué nos traerá 2016? Con suerte parejas nuevas y la continuación de las que ya conocemos. ¿Algún final feliz más? Ojalá. Estaremos al tanto. En términos generales, 2015 ha sido un buen año, cada vez las mujeres no heterosexuales están más normalizadas en televisión y esto nos encanta. ¡Pero queremos más!