Black Sails resumen de episodio 3×02 Max y Anne

¡Ahoy mis piratas lesbicanarias! La semana pasada en Black Sails, Max y Anne tuvieron sus mas y sus menos porque la nueva reina de Nassau sabe que tienen que proteger su futuro y desafortunadamente, por más esfuerzos que hay de por medio, Jack aún no ha podido asegurar el fuerte. Si las cosas siguen así, en un futuro cercano, Anne tendría que elegir entre su mejor amigo de toda la vida y su nuevo amor. ¡Pinta mal la cosa!

Esta semana empezamos con Eleanor dándose un baño en el barco. Recordemos que nuestra rubia favorita se ha aliado con Woodes Rogers para salvar su vida, pero a cambio tendrá que traicionar a todo aquel que ha conocido en Nassau. Claro que, después de todo lo que le han hecho, no creo que la decisión sea extremadamente complicada para ella.

Una sirvienta entra a darle un vestido y le dice que el capitán la espera arriba. Eleanor intenta hacer migas con ella, pero la tía a manda a freír espárragos porque no le interesa hacer migas con una criminal. ¡Quien te ha visto y quien te ve Eleanor! Pero sé que volverás a subir.

Ya en cubierta, Woodes se dedica a enseñarle toda su flota y su capacidad de fuego, pero Eleanor no ha pasado una vida reinando una isla de piratas para impresionarse por algo así, con lo que le pide que vaya al grano y se deje de tonterías.

Él le responde señalándole el barco más pequeño de la flota, le dice que lo ha traído solo para ella. Si en algún momento siente que ya no le es necesaria, la manda de vuelta a Londres a que adorne algún árbol con su cuello. Cualquier otra se hubiera sentido intimidada, pero estamos hablando de Eleanor Guthrie. Ella sabe que por mucho que él alegue ella tiene algo que él necesita y está dispuesta a utilizarlo.

Para destruir Nassau debes conocerla, y entre todos estos barcos, todos estos hombres y todo este dinero, soy solo yo quien puede presentártela.

Él queda convencido, pero eso sí, le asegura que si le miente morirá.

Mientras tanto en la isla, Max se pasa por la oficina de Jack para intentar explicarle de manera visual su plan. En una mano lleva un saquito de oro y en el otro una perla negra, ambas cosas tienen el mismo valor en el mercado ¿cuál le gustaría llevar en el bolsillo el día que España o Inglaterra vengan con sus barcos?

Jack es de todo menos tonto, así que entiende lo que Max quiere decir, pero también tiene claro que lo que tienen ellos guardadito en el fuerte es oro y no perlas. Max le explica que su idea es intercambiar tanto oro como puedan por cosas de valor que sean más fácil de guardar y llevarlas a diferentes sitios de manera que, cuando vengan los malos tiempos, siempre puedan tener su futuro asegurado.

Jack: ¿Nosotros? ¿Quienes?
Max: Anne, yo.

Yo supongo que como Max es lista, luego iba a decir su nombre, pero él casi que no la deja llegar y se lanza a un discurso diciéndole que no le parece nada justo que después de todo ellas se piren a vivir su vida loca cual pareja amorosa mientras él termina mal.

Jack: Ya es suficientemente malo que las únicas veces que puedo verla son aquellas en las que viene a decirme que algo te molesta, ahora vamos simplemente a aceptar que entre tener un futuro próspero contigo o uno raquítico conmigo… no hay ni si quiera una oportunidad de que considere lo segundo.
Max: ¡Por supuesto que te va a escoger a ti!

Max insiste, el fuerte caerá tarde o temprano, y cuando eso suceda un hombre inteligente como Jack no debería caer con él.

Max: Le va a doler dejarme… lo que hemos compartido en estos últimos meses… será muy difícil. Pero tú… sin ti, ella no existe.

¡Auch! No, en serio ¡doble auch! Y digo auch porque las palabras de Max me hieren en el alma. Porque todas sabemos por qué Max cree que no es ni será jamás la primera opción de Anne. Porque sigue creyendo que la arena se mueve y que su relación con la pelirroja es obviamente falible. Porque si el amor de su vida, la persona por la que arriesgó todo prefirió su negocio a ella, ¿por qué Anne, que la conoce desde hace un par de meses va a elegirla por encima de la persona que ha querido toda su vida?

Max: Estoy aquí en parte para asegurar mi futuro, no me voy a disculpar por eso. Pero esa no es la razón por la que te estoy pidiendo que cooperes conmigo. Te lo pido porque sé que a pesar de que los dos tenemos nuestras diferencias, sé que los dos tenemos una cosa en común. Los dos la amamos. Vamos a asegurarnos de que por lo menos su futuro está seguro.

¡Toma ya! Cuando Max empezó su discurso, tengo que admitir que pensé que estaba jugando sus cartas, porque yo la quiero muchísimo pero admitámoslo, una de las mayores habilidades que le han permitido permanecer viva en Nassau es la de manipular a la gente mediante sus emociones. ¿Y qué mejor manera de manipular a Jack que su amor por Anne? Pero a mitad del discurso me sorprendí muchísimo porque vi en los ojos de Max la verdad. Y eso para mí significa que, esas dudas que teníamos sobre si Max amaba a Anne o era solo agradecimiento o una manera de manipularla más, se han terminado.

Y no solo es el amor de Max por Anne grande, sino que a diferencia de lo que sentía por Eleanor, es desinteresado. En el sentido de que, con Eleanor ella siempre pensó que podían ser felices y estarían siempre juntas, pero con Anne, tiene claro en su mente que no habrá final feliz para ellas dos y aún así quiere asegurarse de que sea feliz con Jack. ¡Holy Shit!

Ahora esto no significa para mí que Max quiera más a Anne de lo que quiso a Eleanor, no sé si eso podrá pasar alguna vez, más que todo porque no estoy segura de que Max se permita ponerse a sí misma en esa posición de vulnerabilidad otra vez. Tan es así, que desde ya se está preparando para cuando Anne la deje. La cicatriz que le ha dejado Eleanor sigue marcando su corazón.

De vuelta en el barco, vemos a Eleanor contándole la historia de cómo consiguió reinar en Nassau. Ella le dice que cuando su padre se fue, ella se quedó con su guardian, uno de los esclavos de su padre, que era el encargado de sus negocios (el Señor Scott). Luego de observar durante un tiempo, decidió que era hora de ocupar su lugar y tomar las riendas del negocio ella misma.

Él suelta una risita, porque no comprende como una mujer pudo convencer a unos piratas de que ella era la jefa y le pregunta su edad en ese momento. Eleanor lo mira con cara de «¿pero tú has visto de lo que soy capaz?» y le contesta cual jefa que tenía 17 años cuando se hizo con la isla. Para conseguir el respeto de los piratas, descubrió cuál era el pirata al que todos le tenían miedo, se llamaba Barba Negra. Eleanor convenció a su segundo a bordo de traicionarlo junto a todos los mercaderes y demás piratas de la isla y le expulso. ¿Adivinan quien era su segundo? Pues sí, Charles Vane.

A él le entra miedito entonces, porque tiene claro que si Vane traicionó a Barba Negra por Eleanor fue por algo más que negocios y ella se lo confirma. Él entonces se enfurece, porque piensa que Eleanor le ha dicho que no perdone a Vane solo por venganza.

Eleanor: Tú conoces los nombres de estos hombres, pero yo los conozco a ellos. Sé que Flint es peligroso, pero sé que puede razonarse con él. Sé que Rackham es taimado, pero lo único que le importa es su legado. Y porque tengo un pasado con Charles Vane lo conozco mejor que a los demás. Tengo muy claro lo que es capaz de destruir cuando se lo propone. Yo lo subestimé y por eso perdí a mi padre. El gobernador Ashe lo subestimó y Charles Town se quemó, ¿qué es lo que quieres que te quite?

Este último alegato deja dudando a Woodes, así que Eleanor decide rematar diciéndole que ella quiere ser su socia en este asunto porque los dos tienen intereses comunes. No es solo que esté luchando por su vida, Nassau es la tierra de su padre y quiere ponerla en buenas manos.

Y a mí me hace gracia que los hombres no vean venir a Eleanor. Porque Woodes sabe que la rubia se infiltró entre los piratas, se cameló al segundo a cargo, derrocó al rey y se ganó el reino. Y por alguna extraña razón no se le pasa por la mente que él puede ser el siguiente. Ya te llegará tu hora pequeño saltamontes. Porque Eleanor es implacable y lo sigue siendo en este mismo momento. Esta es la mujer que mandó matar a toda una tripulación por tocar a Max e intentar dejarla en ridículo y ahora mismo está poniendo frente a frente a las dos personas que la tienen en una posición vulnerable. A Vane, que mató a su padre y a Woodes que decide sobre su vida y si uno mata a otro ya tiene uno menos con que luchar. A pesar de lo precaria de su situación, Eleanor sigue manteniendo la cabeza en su sitio.

Volvemos a la isla para ver a Max darle vuelta a la comida mientras Anne la mira desde el otro lado de la mesa preguntándose qué le pasa a su chica. Porque es obvio que Max está deprimida, algo está consumiendo su preciosa mente y Anne no tiene del todo claro que sea solo preocupación por lo del dinero. Igual no les da mucho tiempo a hablarlo porque en eso llega Jack y les pide que suban a hablar con él a solas.

Y es que no se los he contado pero Barba negra, al conocer que tanto Eleanor como su padre están fuera de Nassau ha decidido regresar. Y apenas posa sus pies por la isla empieza a armar desmadre. Quiere a Vane a su lado porque encuentra que es un buen pirata, pero ¿Jack? le parece un payaso y lo hace de menos constantemente durante la conversación. Y yo ¿qué quieren que les diga? Le he tomado cariño a Jack, y no me ha gustado nada esta situación. Pero a él menos, y ha decidido mover ficha.

Jack le dice a Max que ella se tiene que encargar de conseguir a quien le haga los intercambios, él conseguira llevar el oro hasta el lugar del intercambio y absolutamente nadie más puede enterarse. Especialmente Finn o Vane. Esto es algo que queda entre los tres.

Max está aliviada por un lado, pero por el otro ve la cara de Anne y se preocupa, porque la pelirroja sabe que algo ha hecho para convencer a Jack de cambiar de opinión y no tiene muy claro si le gusta la idea.

Anne: ¿Qué le has dicho para que cambie de opinión? ¡Dime la verdad!
Max: Tú y yo hemos hablado de lo que pasará el día que Inglaterra venga de nuevo a este sitio. Hablamos de que yo tengo que quedarme, debo conseguir penetrar en ese mundo. Y yo creo que tú querrías entrar en ese mundo conmigo. Creo que en este momento, no puedes concebir la idea de dejarme. Pero si somos honestas la una con la otra, creo que las dos sabemos que…
Anne: Para.
Max: Más tarde que temprano el día llegará en el que, sin importar nuestros sentimientos, la vida demandará que tú y yo…

Señoras, no puedo con mi alma y el dolor que lleva Max dentro. Sufro por ella y por Anne que desde luego tendrán que separarse. Porque sí, en este lugar perdido de las diosas a nadie le importa su historia, pero cuando vuelvan las leyes y los hombres, su relación es imposible y no importa lo mucho que se quieran tendrán que separarse. ¡Lágrimas de metal!

Y cualquier duda que tuviera de los sentimientos de Max se ven despejados con la cara de desesperación que pone después de ese beso. Y con estas sensaciones señoras, nos deja Black Sails esta semana. Eleanor se acerca a la costa ¿qué pasará cuando llegue? ¿Cómo se moverá la arena? ¿Quien sobrevivirá al cambio? ¡Cuéntenme sus impresiones de este episodio piratas!