En el capítulo anterior de Buscando el norte nuestras chicas no tuvieron mucha interacción juntas, por lo que lloré lágrimas de sangre por ello, puesto que Adela estaba centrada en la llegada de su padre y Carol pues se entretenía en robar, digo, en conseguir muebles para su nueva casa. Pero por suerte y alegría, las diosas se han apiadado de nosotras y la futura pareja (sip, estoy convencida de ello) nos han regalado muchas escenas juntas. Así que vamos de lleno que hay mucha tela que cortar.
No puede empezar de la mejor manera, y es que vemos a Adela (mi amor) haciendo ejercicio ya por la mañana, a la chica parece que le gusta salir a correr y entre la nieve, más mérito aún. El caso es que a mí no es la única a la que se le cae la baba con ella, porque cuando entra al bar del tío de Carol y esta la ve, suelta un: está tremenda. Sip, parece que tenemos algo más en común que el nombre y es el gusto por las mujeres como la profe. El caso es que rápidamente se le acerca para entablar conversación con la futura madre de sus hijos (según ella).
El caso es que le dice que a ella le encanta correr (cosa que es dudosa) y que por ello tiene que tener una buena alimentación, así que la invita a comer a su casa, más que nada porque no tiene dinero para permitírselo fuera. La otra rápidamente se pone a la defensiva diciéndole que no quiere una cita con ella, que deje de insistir.
Carol: ¿Pero qué te hace pensar que yo quiero una cita contigo?
Adela: Hombre, pues que después de lo que pasó entre nosotras, no has parado de proponerme planes para salir.
Carol: Ah, ya veo lo que pasa. Que como soy lesbiana no puedo tener amigas ¿no? ¿Es eso? Mira, lo que haces tiene un nombre, se llama homofobia.
Adela: Yo no he dicho eso.
Carol: No, ya se lo que quieres decir. Mira, ni todos los años de lucha, ni todas las leyes de igualdad, ni siquiera tres temporadas de orange is the new black han conseguido hacer que las heteros nos entendáis.
Adela: Carol, perdona ¿vale? Tienes razón, además me encanta esa serie.
En serio que me parto con Carol, mira que es lista. Ha conseguido hacer que Adela se sintiera culpable, pero eso no es todo. Sino que la otra, le pregunta si mañana quiere ir con ella a correr (eso por decir que le gustaba). Rápidamente la diseñadora pone de excusa el no tener zapatillas de deporte en casa, pero eso no para a la otra, que se ofrece a dejarle unas. Así que quedan nada más y nada menos que a las seis de la mañana del día siguiente. Quien quiere algo, algo le cuesta… Su hermano que ha escuchado todo, la baja a la tierra preguntándole como lo va a hacer, ya que nunca ha corrido en su vida.
Así que la mañana llega y encontramos a Carol esperando a su amor, y quejándose de como puede madrugar más para correr que trabajar, pero cuando ve a la otra aparecer se le quita todo y le suelta un: Buah que guapa. ¿Pero cómo se puedes estar tan guapa a estas horas? No lo digo desde el bollerismo, lo digo desde la envidia femenina” (me encanta). Así que empiezan a correr, cuando están en ello Carol recibe un mensaje. Adela, solo y por pura curiosidad…jmmmmj, le pregunta quien le escribe a esas horas y la diseñadora le explica que tiene Brenda, la aplicación para conocer a chicas. A la profe le sorprende la hora en que le escriben las chicas pero la otra le explica que a las seis es la hora croqueta (chicas que vuelven de salir y buscan a alguien para hacer “la croqueta”). Así que Carol le sugiere que se haga uno, pero para heteros…
Adela: ¿Yo? Uy no, internet es para desesperados.
Carol: Gracias. ¿Y la señorita cuanto lleva sin acostarse con alguien?
Adela: Bueno pues desde que tú y yo ya sabes…
Carol: Pues de eso hace un mes más o menos ¿no?
Adela: Sí, bueno, antes de eso llevaba dos meses sin hacerlo, yo, porque él estaba tirándose a media república alemana.
Así que la diseñadora gráfica le insiste en que se baje la aplicación e intente conocer a alguien pero la otra está como cansada de alemanes y empieza a enumerar razones negativas. Admite que no sabe lo que es tener ya una relación normal. Carol le responde que ella lo que busca es un gañán ibérico de toda la vida y que de esos hay muchísimos en la aplicación. Así que a la otra le empieza a dar curiosidad al pesar en buscar españoles en Berlín termina diciéndole a su amiga que le ayude a crearse perfil.
Y así las encontramos más tarde en un bar. Haciendo selección del personal, bueno, más bien hace selección Carol. Empieza a pasar perfiles hasta que llega a un tal Mateo que parece que da el visto bueno y hasta empuja a Adela a mandarle un corazón. Yo solo pienso… ¡¡¡¿¿¿pero qué haces???!!! ¿¡Es que la quieres ver liada con un chico?! Casi me da un colapso, hasta que la profe va un momento al baño y la prima de Carol se da cuenta al verla con el móvil que ella misma es Mateo y le da una explicación que todas nos tragamos: _Yo a Adela le gusto muchísimo, lo que pasa que ella no lo sabe por el hecho de que yo soy mujer, pero si ella piensa que soy un hombre seguro que me da una oportunidad”. Vamos que quiere que la conozca sin su carcasa. Preveo una tormenta tremenda, esto no puede salir bien…
Así que la próxima vez que se ven Adela está en la nubes con Mateo. No se paran de escribirse a todas horas por teléfono y cada vez se conocen más, que si de comida, manías, peli favorita… Vamos ella misma dice que es una conexión que no había tenido antes con nadie (mare meva) y es que la hace reír tanto… Carol casi mete la pata al decir que sino estaba cansada de estar hablando hasta las siete de la mañana, información que su amiga no le había dado. Por suerte sale del apuro sin que la otra se dé cuenta. Lo que no contaba es que su amor iba a querer conocer ya a Mateo…
Por la tarde, las amigas se encuentran en el bar y Adela le dice que ha quedado con su ex para hablar, si, el perro que la engañaba con otra. El caso es que la chica dice que no puede borrar dos años de un plumazo, Carol entra en pánico cuando se entera y le recuerda lo mucho que le gustaba Mateo hasta hace nada, pero la profe está indignada porque este último solo le va dando largas y largas. Ante el panorama, a Carol no le queda otra que quedar con su amor, como ella dice, quien no arriesga no gana. Va a arder Troya. Mi sufrimiento ya está en unas cotas demasiado altas que están dañando a mi corazón. Al rato viene Adela totalmente emocionada porque Mateo le ha escrito para quedar. Quiere que su amiga la acompañe. Mejor, así cuando intente matarla la gente de alrededor podrá pararla…
Y el momento de la cita ha llegado. Vemos a Adela sentada esperando a Mateo mientras que Carol se pone por la barra. La profe está de los nervios y llama a su amiga por teléfono y ésta logra tranquilizarla dentro del estado neurótico permanente en el que vive Adela. Carol sabe que se está quedando sin excusas, así que tras unos chupitos, se sienta en la mesa con su amor a confesar todo:
Carol: Mateo ya ha llegado Adela. Es muy guapo, ojos marrones, delgatido, tiene una nariz insultantemente pequeña y usa una 85 b de pecho aproximadamente… Yo soy Mateo.
Adela: ¿Cómo? ¿Perdona?
Carol: Mateo soy yo. Me hice un perfil falso como Mateo para poder hablar contigo.
Adela: Espera un momento, ¿te has estado riendo de mi todo este tiempo?
Carol: No no no. A ver Adela, es que yo quería que me conocieras más y joder, que vieras que estamos hechas la una para la otra y que da igual que yo sea mujer. Es que eso da igual, no importa eso.
Adela: Nunca me había sentido tan imbécil. Joder Carol, que confié en ti, como Mateo y como Carol.
Carol: A ver Adela por favor, no te vayas. Si es que yo soy Mateo, bueno hombre, cambia la carcasa pero soy el mismo Mateo que te escucha, que te hace reír, el Mateo que jamás le pondrá pizza a una piña…
Adela: ¿Tú te estás escuchando? Que estás loca.
Carol: Bueno, a lo mejor porque estoy loca por ti.
Adela: Anda y vete a la mierda. Mira, entérate de una vez, no eres la persona con la que quiero estar y desde luego no eres mi amiga.
Madre mía, que mal lo he pasado, pero es que se veía venir. Si es que no pueden engañar a una persona así y esperar que cuando se entere se lo tome bien. La reacción de Adela ha sido lo normal, aunque a mí me ha dolido mucho porque sufría mucho por la diseñadora, pero quien siempre tormentas, recoge tempestades. Creo que Carol está en un punto que sino ve una señal de su amiga, debería seguir hacia adelante y no hacer estas locuras por amor, que en el fondo tanto nos gustan. La cosa es que se le queda a la pobre una carita…
Y así termina nuestro resumen de hoy, hemos empezado con un subidón tremendo pero poco a poco nos hemos venido abajo, y esta escena del final ya nos ha dejado en las últimas de la vida. ¿Creéis que tiene solución? ¿Serán amigas o con el tiempo quizás algo más? Yo espero que lo segundo. ¡Nos leemos!
Adela me parece muy guapa, aunque corre muy raro, y Carol bastante feúcha. Pero la historia está entretenida.
No te pierdas a Irene Larra en la segunda temporada de «El Ministerio del Tiempo», el personaje lésbico de la ficción española:
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aisssh q sufrir con este cap!! estaba claro q no podia salir bien, Carol la ha liado parda mintiendo con algo asi, no me extraña que Adela se haya indignado jajajaja, es que como se le ocurre!!! a mi la serie me hace mucha gracia, esperemos q no decaiga y a ver como se las arregla Carol para que la otra confie en ella de nuevo :). Saludos!!