Orphan Black: resumen de episodio 4×04 «From Instinct to Rational Control»

Aquí estamos una semana más para hablaros de la clonación más perfecta del universo como es nuestra guapa Cosima. La pobre mujer no tiene vida y no sale del laboratorio porque ya sabemos que se encuentra en medio de una investigación muy importante y como ahora no tiene a ningún amor con el que entretenerse, pues se vuelca en el trabajo. Aishh que tristeza que esté tan solita, ya sabemos que la lista podría ser larga para salir con ella, pero bueno, vamos a centrarnos y contar un poco que ha sido de su vida en este último capítulo.

Encontramos a Cosima y Scott en el laboratorio (ojalá este último fuera una mujer, pero en el sentido fauna inteligente). Acaban de recibir en una bolsa de viaje la cabeza del profesor Leekei. Una vez que la tienen, le extraen unl tumor todo emocionados, que es curioso porque esa parte se mantiene bien mientras todo lo demás se descompone, como es normal cuando un cuerpo está sin vida, que se lo digan a los de The walking dead. Aishhh ese gusanito robot de la cara va a dar muy mal rollo. Así que primero harán una biopsia del tumor y después abrirán. Miedo dará lo que se encuentren.

Más tarde sacan al gusanito y se quedan maravillados, yo solo veo asquerosidad en todo lo que están haciendo pero ellos lo ven increíble. Parece ser que el gusano robot no tiene cabeza ni glanglio cerebral, uhhh, si, ya sé que os quedáis igual. La cosa está en saber para que sirve y porque este señor lo tenía implantado. Y como la realidad de la vida es que en ese momento no lo saben, así que nos quedamos un poco igual, pero eso sí, maravillados con que Cosima se emocione con ello. Yo creo que si eligiéramos para regalarle entre flores y gusanos de seda, lloraría de ilusión con lo segundo. Es lo que la hace tan perfecta y especial… Lo sé, lo sé, ya paro de emocionarme imaginándome un futuro a su lado.

La pareja “profesional” sigue en el laboratorio y vemos como las luces se empiezan a apagar y encender, cuando le pregunta a Scott si está fumado o que por lo que tiene montado con las luces a la que se acerca donde está el otro ve que está mirando el tumor, ya que éste tiene luz cuando hay oscuridad, vamos, dicho más bonito por la clon: bioluminiscencia, que es cuando un organismo vivo produce luz. Flipadlo.

Parece ser que hay en él unas proteínas fluorescentes verdes, que según su amigo deben estar usándolos como marcadores de seguimiento genético. ¿Traducción? Ni idea por mi parte, pero ya Cosima da la respuesta, parece ser que el robot está introduciendo un ADN desconocido y como el portador, en este caso Leekie murió, pues estaba concentrado en el tumor. En conclusión, se echan la mano a la cabeza porque parece ser que ese robot podría estar cambiando el ADN de Sarah.

La cara de preocupación nos pone en alerta… Y bueno poco más ha pasado. Sarah ha descubierto que lo que realmente quería Mika, el nuevo clon que apareció era venganza pero por suerte logro pararla. Helena se ha ido de la casa Hendrix con el petate a cuestas y a saber donde, Alison ha ayudado un poco más en la investigación, lo que les ha llevado a todos a una clínica de fertilidad, en el que Donnie y Felix se hicieron pasar por pareja para poder entrar en el meollo y sacan ahí unas escenas graciosas y bueno, también vemos a Rachel en su propia prisión que la han pillado mandando mensajes al exterior. En fin, quien no vea la serie no entenderá este párrafo pero quien sí, ya me entiende.

Y nada más, pronto podremos un nuevo Ht que ponga: #queremosunanoviaparacosima y ya no me excedo porque podría pedir también la vuelta de Delphine, que desde que se fue, Orphan Black para mí ya no es la misma, sigue siendo genial pero ya no tengo esas maripositas. Y por otra parte, está bien que ayudes a tu clon y tal, pero ostras, Cosima anda enferma y en vez de centrarse en ella va y todo su tiempo lo gasta en lo de Sarah. ¿Qué le está cambiando el ADN? ¿Qué eso es mil grave? Pues si, pero también lo es que está señora palme en cualquier momento por dejar su enfermedad a un lado. Así que nada, ¡Nos leemos!