El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar declaró el 19 de septiembre que el país está imponiendo un «imperio gay» y que se lleva a cabo una «persecución» a quienes se oponen a la «ideología de género». Ustedes no están para saberlo ni las lenchas mexicanas para contarlo, pero las únicas persecuciones realizadas en este mes han sido para toda la comunidad LGBTI en México.
Valdemar recibió dos notas interesantes, pero la más relevante provenía del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación, COPRED, de la CDMX donde obviamente hacían un llamado de atención por un semanario llamado Desde la fe, publicado por la misma arquidiócesis. El señor eclesiástico lo tachó de intimidatorio, aunque solo buscaba el derecho de replica por parte de la comunidad LGBTI.
Y bueno, como la comunidad se queja con todas las de la ley, nos tachó de ser una dictadura ideológica gay. Otro detalle, Hugo Valdemar aseguró que ni COPRED le puede dar un hecho científico sobre «si se nace homosexual» y que en todo caso estamos imponiendo un pensamiento semejante al estanlinismo.
Las declaraciones en realidad ya están cayendo a lo ridículo, a lo que muchos y muchas mexicanas preferimos presumir que sí, queremos un Imperio Gay, cubierto en diamantina y camisas de cuadros, estamos listos para habitar un México libre de discriminación y de vez en cuando podemos ser hetero-friendly. Si en verdad tuviéramos un emporio LGBTI:
Nuestras propuestas sociales serían…
- Estandarizar la música de Abba, Madonna, Queen, Lady Gaga, Tegan & Sara, LP, Juan Gabriel y entre otros como materia de cultura gay.
- La marcha imperial en versión disco, pop, cumbia, electrónica y regional mexicano.
- Galletitas y chocolates para todos, sin gluten para los y las veganas.
- Marchas del Orgullo, una vez al mes. Celebra quien eres periódicamente, una vez al año no es suficiente.
- Plumas, camisas de cuadros y vestimentas diversas, todo será bienvenido en la oficina.
- Quitar el pink tax de la ropa y accesorios para mujer.
- Eliminar el binarismo.
- Nuestra propia Estrella de la Muerte que dispare arcoiris.
- Canonizar a Sor Juana Inés de la Cruz como santa patrona de las lesbianas.
- UberUnicorn, la nueva línea de Uber para quienes amamos los unicornios.
- Creación de turismo hetero-friendly, porque nos caen bien los hetero, solo no los queremos con nosotros.
- Fiestas de bienvenida para los y las jóvenes cuando salgan del clóset. Yo habría querido una.
Propondríamos estas 3 simples reglas:
- Estado laico: No importan las religiones ni sus ideologías en nuestro emporio, nosotros seremos imparciales.
- Igualdad para todos: Seríamos súper buena onda, no nos importa si eres hombre, mujer o gender fluid; orientación sexual, etiquetas sexuales, tu raza, origen étnico o color de piel. Todos seríamos parte este nuevo México con derechos y obligaciones por igual.
- Políticas para todos: ¿Sientes que están vulnerando tus derechos? Habrá justicia, sin importar quien seas. Este imperio gay será el más justo.
Oh… Esperen, se supone que esas 3 reglitas ya las tenemos, se llaman derechos, sin embargo como la sociedad está controlada por ideologías arcaicas y religiosas, no nos las hacen válidas.
Estas declaraciones no son más que una muestra de la desinformación que están generando para desacreditar el movimiento LGBTI en México. Hermanas lesbicanarias no desviemos la mirada, sigamos en la lucha y estos comentarios sinsentido solo nos quedarán como recuerdo. #LoveAlwaysWins
Hola!!! Genial tu artículo. Soy mexicana, vivo en el centro del imperio Gay osea el d.f. Es rídiculo y triste que a iglesia no se tome el tiempo y las acciones para cuestiones realmente apremiantes, como el robo, la pobreza extrema y la corrupción que dentro de la misma priva, lavado de dinero, pederastía etc, etc, ¿Porque no se organizan y hacen marchas contra todo esto ? Porque quieren desviar las miradas de su pobredumbre para quererlas fijar en una comunidad vulnerable pero cada vez más fortalecida, que a pulso nos hemos ido haciendo visibles y adquiriendo derechos que cualquier ser humano merece y por los cuales no tendríamos que estar peleando, pero por gente como está nos hacen la batalla más ardua más no cejaremos. Esto nos motiva más a seguir y no detenernos.¡Viva el imperio Les!!!!!
Sí, otro buen artículo tuyo, pero tengo algo que decirte y nuevamente no es para alegrarte el ánimo pero haré uso de uno de nuestros derechos que siempre defiendes: la libertad de expresión y me referiré al apodo lencha: Muchos por no decirnos lesbianas, nos dicen lenchas, tortilleras, chanclas, etc., y aunque esos apodos tienen una connotación despectiva, insultante, hay lesbianas que en vez de rechazarlos los encuentran graciosos y hasta se proclaman a sí mismas con ellos, verdad Viridiana? Si queremos que nos respeten debemos empezar por respetarnos a nosotras mismas, entonces, empieza por ahí, Viridiana. Si estamos orgullosas de ser lesbianas, no tenemos -ni tienes- por qué ridiculizarnos con apodos ofensivos como ese de lencha que tanto te gusta utilizar. Eso es como cuando a los hombres se les decía jotos, mampos, maricones, mariquitas, soplanucas, muerdealmohadas y otras cosas así, pero lograron poner de moda el término gay y ahora se les llema así, lo que suena mejor, ¿no? Y lesbiana suena mucho mejor aún, a poco no?.
Me parece que es un artículo excelente. Lo cierto es que la iglesia nunca va a estar a favor de nuestro movimiento, por lo que cualquier cosa le va a parecer mal. Pienso que debe haber igualdad para todos, independientemente de su condición sexual, eso es lo más importante… y dejar de persecuciones y de historias.