Hearthland nuestra reseña de la película lésbica – LesGaiCineMad

Nos hemos estrenado en el LesGaiCineMad 2016 con una de las películas más esperadas y de las que más alboroto ha causado en el circuito de Festivales LGTBI, Heartland.

Lauren, una diseñadora gráfica de Oklahoma pierde a su novia, Nicole, después de una larga lucha contra el cáncer. Cuando vuelve a su casa se da cuenta que está desahuciada y además acaba de perder su trabajo. Ante esta situación no le queda más remedio que volver a la zona rural de Oklahoma a la casa de su madre, Crystal, una mujer muy conservadora que no acepta la relación de su hija con su fallecida novia.

Pocos días después de que Lauren llegue a casa, su hermano, Justin, y su novia, Carrie, llegan también al hogar familiar a quedarse una breve temporada ya que tienen la intención de abrir una bodega en el pueblo. Pero nada más llegar, Justin se tiene que marchar por trabajo lo que hará que Lauren y Carrie pasen más tiempo juntas.

La presentación que se nos hace de los personajes es un tanto peculiar ya que según avanza la historia los vas descubriendo y te das cuenta que esta película no es una historia de amor al uso. Intentando no caer en el dramatismo (aunque con lo poco que os conté es lo que parece), va mostrándonos la conexión que se establece poco a poco entre todos los personajes.

Lauren está rota de dolor. No sólo acaba de perder a su novia sino que además pierde su trabajo y su casa. Tiene que volver a un hogar familiar donde la espera una madre muy conservadora que no le ofrece ningún tipo de consuelo por su perdida. Su hermano mayor regresa a casa pero está tan centrado en los negocios que no tiene tiempo para su hermana pequeña. Lo que hace que Lauren se sienta aún más sola. Carrie, a primera vista es una estirada chica de Tampa que ha caído en un pueblo de Oklahoma por el amor que le tiene a su novio. Y que lo único que quiere es caerle bien a Lauren y a Cystal, abrir su bodega y volver a su casa. Vemos cómo la relación que tiene con Justin se nos presenta más como algo práctico que realmente romántico y apasionado. Él sólo hace que repetirle “eres perfecta” pero en el sentido más pragmático de la palabra. Carrie lo hace todo bien, es ordenada en sus pensamientos, su vida la rige una agenda y viste y habla de forma, pues eso, perfecta.

Cuando estas dos chicas se conocen, entre ellas surge de forma inmediata una gran conexión emocional que acaba también siendo una relación física. Lauren encuentra consuelo en Carrie, su dolor sigue presente pero Carrie le ofrece ese punto de apoyo que necesita. Por su lado, vemos como Carrie cambia. Como esa chica estirada va relajándose y disfrutando de esa estancia en ese pequeño pueblo rural de Oklahoma.

Heartland no se centra en que Lauren sea Lesbicanaria o los problemas que tiene por ello, es más, salvo su madre y un pequeño grupo de mujeres, nadie en el pueblo parece tener problemas con su relación con Nicole. Esta película es un viaje emocional cuya historia gira sobre las relaciones humanas, la búsqueda inconsciente tenemos de crear vínculos, de superar nuestro dolor o inseguridades con el apoyo de los demás. No es una historia de amor. Ellas no se enamoran la una de la otra, se atraen, sí, pero no dejo de ver a Lauren encontrando consuelo en los brazos de Carrie (que típico-tópico) y a Carrie soltándose la melena en los brazos de Lauren.

Tengo que decir que la película tiene una fotografía preciosa mostrándonos una Oklahoma rural con unos colores impactantes. Y que Velinda Godfrey (Lauren) y Laura Spencer (Carrie) tienen una química innegable en la pantalla y hacen una gran actuación junto con la veterana Beth Grant (Crystal).

Como bien he dicho, Heartland nos muestra de una forma creíble un viaje emocional de todos los protagonistas pero no dejo de tener ese regusto de “la historia me suena y se repite” con el chica con novio se lía con la lesbiana de turno y luego cada cual por su lado. Por eso diré que para mí lo que falla en la película es ese punto final. Creo que le faltó un poco de desarrollo en su desenlace.

Aun así, y teniendo en cuenta sus punto débiles, creo que es una película que merece la pena ver, en la que veo y entiendo el esfuerzo de hacerla creíble y adaptada a la realidad que se vive en los entornos rurales. Dadle una oportunidad, Lesbicanarias.