Como muchos de los post que he hecho siempre vienen de la historia la prima de una amiga, es difícil, a la pobre prima le va como en feria; el miedo al compromiso, el amor y la tecnología nos ha dado hecho un manojo de inseguridades que de llegar a tener una relación o es breve o es muy muy comprometida, hay que aceptar las cosas, la diversidad también está en las relaciones.
Algo muy propio de la modernidad son las relaciones abiertas o sin etiquetas, dentro del espectro de tipos de compromisos estamos, digo están, algunas chapadas a la antigua que sí desean una pareja y toda la historia del u-haul lésbico.
El dilema del siglo viene cuando la chica que te gusta es dulce, guapa, amable, lo tiene todo, todo lo que buscas pero el único defecto es que no desea una relación ¿Qué se debe hacer? Te lo decimos.
1. Negociar
Habla claro y di la verdad, dile que buscas un compromiso con ella, y si te da la esperanza con un quizá, «vamos a conocernos más» o «no me cierro a la posibilidad» es bueno para ti porque habla de su flexibilidad y adaptación, podría funcionar ser paciente y tratarla más.
2. La esperanza «va a cambiar de opinión»
Si sigues con ella a pesar de tus propios deseos, una relación formal, ten cuidado, en algún momento va a explotar esa bomba a la que llamaremos «paciencia». Querer o amar jamás serán sinónimo de aguantar y no tienes que esperar a que ella diga sí de la noche a la mañana, podría ser que nunca pase.
3 . Huir
Si ya sabes que tú si quieres una relación no estás para perder el tiempo, no intentes cambiar su deseo sería como forzarla a hacer algo que no va con su personalidad. Si quieres sal con ella, diviértanse y disfruten la vida, pero nada más. Ten en cuenta que nada es para siempre y que en la vida hay más cosas que el amor. Diría Frida Kahlo, donde no puedas amar no demores. Ve trazando tu ruta de escape porque las cosas no van a salir como lo pensaste en tu cabeza.
A veces está bien soñar y desvivirse por un amor imposible, de hecho se puede vivir así mucho tiempo, pero tarde o temprano las ilusiones se derrumban destruyendo mucho de ti misma a su paso. Es importante cuidar ese corazón lesbicanario, darle mucho amor propio y ponerse las pilas para no estar en un bollodrama eterno.
Buenos consejos 😛 Luego del dicho al hecho hay un trecho, claro… Yo creo que si la persona que quiere una relación tiene claro que la otra persona no la quiere (dando por sentado que ya habrá intentado negociar sin éxito), tiene dos opciones: 1) aceptar lo que la otra persona puede ofrecer, disfrutar de ello y a la vez no cerrarse a conocer a otras personas y 2) como bien has dicho, huir. Si no se ve capaz de tener otro tipo de relación a una romántica formal, abandonar esa esperanza es lo mejor, tanto para ella como para la otra persona.
Es curioso cómo cada día los tópicos lésbicos que se siguen repitiendo verbalmente ya no se cumplen en la realidad. Ahora las relaciones lésbicas cada vez son más esporádicas y con más intolerancia al compromiso, incluso más que en las hetero.