Miren, cuando yo tenía 12 años me daba como medio terror pararme delante de mis compañeros de clase a hablar. No porque fuera particularmente tímida, por simples nervios de tratar temas delante de tanta gente que está enfocada en ti.

Así que eso de pararse delante de toda una iglesia a anunciar que eres lesbiana, a esa edad, me parece una cosa de superhéroes.

Súper Savannah

Esta adorable pequeña forma parte de la congregación mormona de Utah, en Estados Unidos. Un estado donde el 60% de los habitantes comparten esta fe.

Con sus 12 años de vida Savannah se armó de valor para pararse delante de todos en su iglesia y dar un discurso así de hermoso:

https://www.youtube.com/watch?v=sMts7LGBgxQ

«Hola, mi nombre es Savannah y quiero compartir mi testimonio con vosotros. Creo que fui hecha de esta manera, cada parte de mí, por mis padres celestiales. Ellos no lo estropearon cuando me dieron cejas marrones o me hicieron crecer sin pelo. No lo estropearon cuando me dieron pecas o cuando me hicieron homosexual. Dios me ama de esta forma porque creo que ama todas sus creaciones. Sé que no soy una horrible pecadora por ser quien soy, creo que Dios me lo diría si estuviera equivocada. […] Espero encontrar una pareja y tener un gran trabajo. Espero casarme y tener una familia. Sé que puedo conseguir todo esto como lesbiana y ser feliz.«

Censura

Se supone que los feligreses tienen derecho a hablar delante de los demás creyentes y contar sus historias. Pero a Savannah le cortaron el micrófono cuando habló de homosexualidad. Cuando la pobre pequeña se volteó a ver porqué, le dijeron que mejor se sentara.

En teoría, según el obispo local Judd Law (lo sé, como el sexy actor), la iglesia mormona acepta a los homosexuales, sólo que no les permite casarse.

De hecho dicen estar dispuestos a «ayudar» a las personas que se identifican con este colectivo. No dicen cómo ayudarían, pero esto suena a Terapia de Conversión por todos lados.

Fe con restricciones

La madre de Savannah ya había dejado la iglesia hace casi dos años, cuando se filtró en internet el manual de «leyes»: Expulsión de matrimonios homosexuales y negarse a bautizar a los hijos de estos, entre otras cosas bastante homofóbicas.

Se sabe que las religiones tienen sus doctrinas y reglas, y la libertad de fe debe ser respetada, por supuesto. (A pesar de que estos creen que sólo la fe propia merezca respeto).

Pero a mí que alguien me explique cómo es que un asesino, un violador o inclusive un adultero pueden ser perdonados con tanta facilidad, pero los homosexuales son casi que crucificados.

Si recordamos los mandamientos ya me dirán que le parecía peor al propio Dios.

Sin dejarse amedrentar

Por suerte nuestra Savannah es más que valiente y eventualmente terminó su mensaje para compartirlo con el mundo.

Y aunque su iglesia fue poco receptiva, el mundo quedó encantado.

Ya sé que habrá gente que salga con el ya gastado «es muy pequeña para saber si es gay». Vale, entonces es igual de pequeña para asumir que es heterosexual. O para ser sexualizada, para que se le vigile el vestuario no sea que «distraiga a los varones».

Yo, a estas edades, ya tuve suficiente con la hipocresía de la sociedad.

Si te escondes detrás de una religión o postura política para justificar el desprecio por otros, realmente eres un homófobo/sexista/racista/xenofóbico, y es hora de que te enteres y lo asumas.

Si no te gusta que te digan homofóbico, no actúes/hables como homofóbico.

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