En el pasillo, Emma difumina su frustración sexual pegando papeles en las puertas de los inquilinos informándoles de que les sube la renta. La subida es mínima, un tres por ciento. Pero la manera es impersonal y obviamente para una familia que está batallando para pagar por mínima que sea es un problema.
Lynn por su parte está asombrada, no le va el rollo recemos por los muertos, pero no deja de admirar que todo el mundo se preocupe por Eddy y la apoye en su adiós a Vida. Después de todo son mujeres latinas. Igual tampoco se detiene a analizar mucho el asunto porque se tiene que ir a clases de Yoga.
Emma se queda a solas y sigue pegando carteles cuando se topa con la niña latina que se le aparece a veces ¿se acuerdan? En el primer episodio nos pegó un susto a toda saltando en el techo. El caso es que la pequeña niña está llorando y cuando Emma intenta consolarla sale corriendo. ¿Es un fantasma de su pasado? ¿Se la imagina? ¡Tengo muchas dudas a este respecto!
Nada mejor que un buen tamal para quitar las penas, así que Emma se para con la señora del carrito de la esquina y se pide dos tamales de verde para llevar. En esas está cuando se le acerca Marcos, uno de los amigos de Cruz con los que estuvo de fiesta la otra noche.
Emma se tensa inmediatamente, porque Marcos tiene pluma y no se avergüenza de ella. De hecho en sus propias palabras, lleva con alegría su «jotería». Pero Emma, como hemos aprendido en los últimos episodios, tiene un problemita bien grande con la homofobia interiorizada. Así que el hecho de que Marcos le hable con la tamalera enfrente la pone muchísimo de los nervios.
Y no porque Marcos sea necesariamente gay, sino porque al ser tan explicito la saca a ella del armario y para ella su sexualidad es algo que se vive a escondidas. Que por desgracia en mis tiempos era algo muy de la cultura latina. Eres lesbiana, todo el mundo lo sabe, pero tú jamás hablas de ello y en público no lo pareces y todos hacemos como que no nos damos cuenta.
Él intenta hacerle platica y la invita a salir de nuevo con ellos, pero Emma se mete en sí misma cada vez más y no para de hacerle feos. Y cuando Marcos le pregunta por qué no ha llamado otra vez a Cruz, le toca la moral a tope y le dice que todos son unos chismosos y se pira. Pero la realidad es que la única a quien le importa lo gay que sea ella o no, es a ella misma, la señora de los tamales está muy ocupada en venderlos.
Emma vuelve al bar para pedirle a Eddy su coche, porque lo necesita para ir a ver una casa que quiere rentar. Todo lo de arreglar la herencia de su madre está tomando más tiempo del que ella esperaba y no quiere vivir ahí. Así que le jura a Eddy que tiene un seguro increíble y es una conductora estupenda, pero ninguna de esas cosas es necesaria para Eddy que sin dudarlo se lo presta y le dice que todo lo suyo es de ella. ¡Sufro mucho porque Eddy quiere que Lynn y Emma la acepten como parte de su familia pero ninguna la deja entrar!
Y hablando de Lynn la mujer fue a dar justo a la misma clase de Yoga que la prometida de Jhonny y obviamente las cosas se ponen super tensas. Ella intenta escaparse en cuanto termina la clase, pero Carla la pesca y la obliga a hablar con ella. Y Lynn como siempre hace de las suyas, porque si algo tenemos claro es que en su escalera de importancia está ella por triplicado antes que todos los demás. Así que le suelta en toda la cara a Carla que Johny y ella tienen una conexión muy profunda.
Podría haberse convertido en la típica pelea de gatas, pero Carla tiene ya cosas más importantes que pensar. Para ella lo primero es su bebé y andar luchando por un hombre que claramente no se la merece no está en sus planes. Así que le da carta abierta a Lynn para quedárselo.
Nuestra siguiente imagen es la de Marisol y Yoli pidiéndose una chamoyada. Quiero decirles que a mí se me hizo agua la boca cuando estaba viendo el episodio. ¡Me encantan las chamoyadas tanto o más que a Yoli! Les aconsejo probarlas alguna vez en su vida, aunque con el paso del tiempo he llegado a pensar que es un gusto adquirido de los mexicanos, porque a ninguna española he podido convencerlas de lo rico que sabe el chamoy y sus derivados. Eso de los dulces que enchilan o son demasiado ácidos no les va. ¡Igual chamoyadas ftw!
En lo que come la chamoyada con gusto, Yoli le dice a Marisol que es la persona con más potencial que hay en el grupo y que no entiende por qué ha permitido que Tlaloc la aleje del grupo. Que la ha convertido en una mensa. Mari lo acepta, pero tiene miedo porque sabe como es la raza y entiende que ahora mismo están pensando que ella es una puta y no es así.
Yoli le dice que pase lo que pase la tiene a ella y eso anima un montón a Mari que decide entrarle también a las chamoyadas para alejar las penas.
En la siguiente escena vemos a Eddy que pilla a Jhonny con las manos en la masa a punto de subir a encontrarse con Lynn. Ella lo detiene y le recuerda que está a punto de tener un bebé y que tiene una relación con otra.
Jhonny se confiesa con ella. Está totalmente enamorado de Lynn y Carla lo ha dejado. Todo el mundo lo mira como si fuera un cabrón por haberla dejado ir pero a él no le importa porque para él, Lynn siempre ha sido la única.
Eddy le dice que ella no puede juzgarlo, que también a ella le tocó perseguir a su propia «vida» cuando se hacía pasar por hetero. Así que le aconseja que sea feliz porque el amor es el amor. Así que Jhonny sube y Lynn casi se muere de gusto cuando se da cuenta de que ha conseguido salir ganona de este triángulo de las bermudas.
Cambiamos de escenario para ver a Emma. La mujer está hablando con una agente inmobiliaria que le está mostrando la casa que quiere rentar. Pero resulta que ese es el mismo lugar que vimos en el primer episodio ¿se acuerdan? Cuando Marisol y Tlaloc estaban boicoteándolo porque habían corrido a los que vivían ahí para renovarlo y rentarlo de nuevo.
Pues cuando Marisol, que pasaba por ahí, se da cuenta de que Emma es quien va a rentarlo entra en modo supersayayin y empieza a insultarla. Cualquier otra la hubiera visto con cara de «vieja loca» y hubiera seguido a lo suyo, pero Emma no rehuye sus batallas y las dos empiezan con una pelea dialéctica donde había más golpes duros que en la de Mike Tyson vs Evander Holyfield.
Al final las dos van a dar con sus huesos a la cárcel porque la agente al ver dos latinas peleándose llama a la policía. ¡Que demonios señora! Pero igual lo creo que últimamente hay una tendencia en USA de llamar a la policía por cosas sumamente tontas cuando se trata de gente «no blanca».
El caso es que, aunque en un principio siguen tirándose pedradas en forma de frases punzantes, al final las dos terminan haciendo migas. Porque las dos son más parecidas de lo que parece en el exterior. Y la conversación se da de manera muy interesante porque Marisol le dice «puta» a Lynn y Emma le contesta que para ser una mujer reivindicativa y en teoría avanzada se le da muy bien eso de culpar a otra mujer. Cuando es en realidad Jhonny quien está comprometido y el que está siendo infiel.
Lejos de negarlo, Marisol reconoce sus culpas y ahí empiezan las dos a verse con otros ojos. Emma tiene una cortada en la pierna y Marisol le pasa un Kleenex para que se limpie y tienen una conversación muy profunda sobre las cicatrices. Porque Marisol le confiesa que tiene las piernas llenas de ellas porque le gustaba jugar a lo bruto de chica y ahora le da pena enseñarlas y por eso siempre lleva pantalones.
Emma: Las cicatrices son como mapas de quien eres.
Marisol: ¿Cómo tatuajes que no has escogido?
Emma le cuenta entonces la historia de una de sus cicatrices. Se cayó de la bicicleta y llegó llorando a casa de su abuela, donde su madre la había mandado a vivir. Entonces su abuela le dijo: «Yo no crío lloronas en esta casa. Más vale que no te vea llorando otra vez. Nunca seas una maldita chillona.»
Y esa pequeña anécdota nos cuenta tanto de Emma que es casi asfixiante escucharla. Te hace entender perfectamente otra parte del rompecabezas de su personalidad.
Lynn llega a sacar a Emma pero nadie paga la multa de Marisol así que la van a dejar en la celda. Pero Emma decide pagar su multa. Por cierto, Lynn está encantada con la situación porque por una vez es ella quien saca de aprietos a su hermana.
Cuando Lynn y Emma llegan al bar se encuentran a Eddy hasta atrás, porque están haciendo una especie de reunión para despedir a Vida. Me da un montón de cosa porque aunque se ve que todo el mundo quiere a Eddy ella se siente muy sola y les está pegando muy duro a la bebida.
Además, en ese estado no tiene filtro y le reclama a las dos que no han llorado ni una lágrima por su madre. Ella y Vida querían formar una familia con ellas, ese era su sueño. Emma se enoja muchísimo porque su manera de sufrir la pérdida de su madres es distinta y todas nosotras sabemos que tiene conflictos con ella que nadie más puede entender.
Al final para aplacar un poco los ánimos se propone un brindis y Lynn se apunta pero Emma se marcha a su cuarto.
Marisol por su parte se siente empoderada por la platica con Emma y decide ir a las reuniones sin importarle lo que puedan pensar los demás. Y sí, cuando entra se oye el murmullo y las miraditas pero ella las acalla tomando el control de la junta. Porque Tlaloc está imponiendo su opinión otra vez sobre el rumbo del grupo y Mari ya no quiere tolerarlo, así que propone que todos voten y ¡gana su propuesta!
El episodio termina con Emma intentando masturbarse para olvidar sus penas y frustraciones, pero la música y los brindis de fondo más el dolor que lleva por dentro no se lo permiten, así que termina llorando.
Esta semana empezamos nuestro episodio con Emma preparándose para tener un orgasmo. Dicen que para amar a otra persona hay que empezar a amarse a sí misma y esta es una buena manera de comenzar ¿a qué si?
Como Emma tiene experiencia en estas lides, no saca su vibrador y se pone manos a la obra sin más. Sino que primero lo limpia porque lesbiana precavida vale por dos. Y cuando por fin está lista, se baja las bragas, enciende su We Vibe Touch y pone manos a la obra.
Con lo que no contaba nuestra protagonista es con el grupo de vecinas del edificio que han llegado a casa para rezar un rosario por el alma de Vida y la pronta resignación de Eddy.
Como todo en las viñas del señor, hay gente a la que le ponen esas cosas, pero Emma no es una de ellas, y el rezo constante le está interrumpiendo sus lésbicos pensamientos y no la deja concentrarse en las suaves vibraciones que tenía pensado disfrutar. Y es así como su madre le bloquea la vida sexual desde la otra vida. ¡La mujer no para ni muerta!
Viendo como está la situación Emma decide pirarse y tras de ella va Lynn, porque aunque Eddy las invita a rezar para darle un último adiós a su mamá, ninguna de las dos se siente cómoda con la metodología.
En el pasillo, Emma difumina su frustración sexual pegando papeles en las puertas de los inquilinos informándoles de que les sube la renta. La subida es mínima, un tres por ciento. Pero la manera es impersonal y obviamente para una familia que está batallando para pagar por mínima que sea es un problema.
Lynn por su parte está asombrada, no le va el rollo recemos por los muertos, pero no deja de admirar que todo el mundo se preocupe por Eddy y la apoye en su adiós a Vida. Después de todo son mujeres latinas. Igual tampoco se detiene a analizar mucho el asunto porque se tiene que ir a clases de Yoga.
Emma se queda a solas y sigue pegando carteles cuando se topa con la niña latina que se le aparece a veces ¿se acuerdan? En el primer episodio nos pegó un susto a toda saltando en el techo. El caso es que la pequeña niña está llorando y cuando Emma intenta consolarla sale corriendo. ¿Es un fantasma de su pasado? ¿Se la imagina? ¡Tengo muchas dudas a este respecto!
Nada mejor que un buen tamal para quitar las penas, así que Emma se para con la señora del carrito de la esquina y se pide dos tamales de verde para llevar. En esas está cuando se le acerca Marcos, uno de los amigos de Cruz con los que estuvo de fiesta la otra noche.
Emma se tensa inmediatamente, porque Marcos tiene pluma y no se avergüenza de ella. De hecho en sus propias palabras, lleva con alegría su «jotería». Pero Emma, como hemos aprendido en los últimos episodios, tiene un problemita bien grande con la homofobia interiorizada. Así que el hecho de que Marcos le hable con la tamalera enfrente la pone muchísimo de los nervios.
Y no porque Marcos sea necesariamente gay, sino porque al ser tan explicito la saca a ella del armario y para ella su sexualidad es algo que se vive a escondidas. Que por desgracia en mis tiempos era algo muy de la cultura latina. Eres lesbiana, todo el mundo lo sabe, pero tú jamás hablas de ello y en público no lo pareces y todos hacemos como que no nos damos cuenta.
Él intenta hacerle platica y la invita a salir de nuevo con ellos, pero Emma se mete en sí misma cada vez más y no para de hacerle feos. Y cuando Marcos le pregunta por qué no ha llamado otra vez a Cruz, le toca la moral a tope y le dice que todos son unos chismosos y se pira. Pero la realidad es que la única a quien le importa lo gay que sea ella o no, es a ella misma, la señora de los tamales está muy ocupada en venderlos.
Emma vuelve al bar para pedirle a Eddy su coche, porque lo necesita para ir a ver una casa que quiere rentar. Todo lo de arreglar la herencia de su madre está tomando más tiempo del que ella esperaba y no quiere vivir ahí. Así que le jura a Eddy que tiene un seguro increíble y es una conductora estupenda, pero ninguna de esas cosas es necesaria para Eddy que sin dudarlo se lo presta y le dice que todo lo suyo es de ella. ¡Sufro mucho porque Eddy quiere que Lynn y Emma la acepten como parte de su familia pero ninguna la deja entrar!
Y hablando de Lynn la mujer fue a dar justo a la misma clase de Yoga que la prometida de Jhonny y obviamente las cosas se ponen super tensas. Ella intenta escaparse en cuanto termina la clase, pero Carla la pesca y la obliga a hablar con ella. Y Lynn como siempre hace de las suyas, porque si algo tenemos claro es que en su escalera de importancia está ella por triplicado antes que todos los demás. Así que le suelta en toda la cara a Carla que Johny y ella tienen una conexión muy profunda.
Podría haberse convertido en la típica pelea de gatas, pero Carla tiene ya cosas más importantes que pensar. Para ella lo primero es su bebé y andar luchando por un hombre que claramente no se la merece no está en sus planes. Así que le da carta abierta a Lynn para quedárselo.
Nuestra siguiente imagen es la de Marisol y Yoli pidiéndose una chamoyada. Quiero decirles que a mí se me hizo agua la boca cuando estaba viendo el episodio. ¡Me encantan las chamoyadas tanto o más que a Yoli! Les aconsejo probarlas alguna vez en su vida, aunque con el paso del tiempo he llegado a pensar que es un gusto adquirido de los mexicanos, porque a ninguna española he podido convencerlas de lo rico que sabe el chamoy y sus derivados. Eso de los dulces que enchilan o son demasiado ácidos no les va. ¡Igual chamoyadas ftw!
En lo que come la chamoyada con gusto, Yoli le dice a Marisol que es la persona con más potencial que hay en el grupo y que no entiende por qué ha permitido que Tlaloc la aleje del grupo. Que la ha convertido en una mensa. Mari lo acepta, pero tiene miedo porque sabe como es la raza y entiende que ahora mismo están pensando que ella es una puta y no es así.
Yoli le dice que pase lo que pase la tiene a ella y eso anima un montón a Mari que decide entrarle también a las chamoyadas para alejar las penas.
En la siguiente escena vemos a Eddy que pilla a Jhonny con las manos en la masa a punto de subir a encontrarse con Lynn. Ella lo detiene y le recuerda que está a punto de tener un bebé y que tiene una relación con otra.
Jhonny se confiesa con ella. Está totalmente enamorado de Lynn y Carla lo ha dejado. Todo el mundo lo mira como si fuera un cabrón por haberla dejado ir pero a él no le importa porque para él, Lynn siempre ha sido la única.
Eddy le dice que ella no puede juzgarlo, que también a ella le tocó perseguir a su propia «vida» cuando se hacía pasar por hetero. Así que le aconseja que sea feliz porque el amor es el amor. Así que Jhonny sube y Lynn casi se muere de gusto cuando se da cuenta de que ha conseguido salir ganona de este triángulo de las bermudas.
Cambiamos de escenario para ver a Emma. La mujer está hablando con una agente inmobiliaria que le está mostrando la casa que quiere rentar. Pero resulta que ese es el mismo lugar que vimos en el primer episodio ¿se acuerdan? Cuando Marisol y Tlaloc estaban boicoteándolo porque habían corrido a los que vivían ahí para renovarlo y rentarlo de nuevo.
Pues cuando Marisol, que pasaba por ahí, se da cuenta de que Emma es quien va a rentarlo entra en modo supersayayin y empieza a insultarla. Cualquier otra la hubiera visto con cara de «vieja loca» y hubiera seguido a lo suyo, pero Emma no rehuye sus batallas y las dos empiezan con una pelea dialéctica donde había más golpes duros que en la de Mike Tyson vs Evander Holyfield.
Al final las dos van a dar con sus huesos a la cárcel porque la agente al ver dos latinas peleándose llama a la policía. ¡Que demonios señora! Pero igual lo creo que últimamente hay una tendencia en USA de llamar a la policía por cosas sumamente tontas cuando se trata de gente «no blanca».
El caso es que, aunque en un principio siguen tirándose pedradas en forma de frases punzantes, al final las dos terminan haciendo migas. Porque las dos son más parecidas de lo que parece en el exterior. Y la conversación se da de manera muy interesante porque Marisol le dice «puta» a Lynn y Emma le contesta que para ser una mujer reivindicativa y en teoría avanzada se le da muy bien eso de culpar a otra mujer. Cuando es en realidad Jhonny quien está comprometido y el que está siendo infiel.
Lejos de negarlo, Marisol reconoce sus culpas y ahí empiezan las dos a verse con otros ojos. Emma tiene una cortada en la pierna y Marisol le pasa un Kleenex para que se limpie y tienen una conversación muy profunda sobre las cicatrices. Porque Marisol le confiesa que tiene las piernas llenas de ellas porque le gustaba jugar a lo bruto de chica y ahora le da pena enseñarlas y por eso siempre lleva pantalones.
Emma: Las cicatrices son como mapas de quien eres.
Marisol: ¿Cómo tatuajes que no has escogido?
Emma le cuenta entonces la historia de una de sus cicatrices. Se cayó de la bicicleta y llegó llorando a casa de su abuela, donde su madre la había mandado a vivir. Entonces su abuela le dijo: «Yo no crío lloronas en esta casa. Más vale que no te vea llorando otra vez. Nunca seas una maldita chillona.»
Y esa pequeña anécdota nos cuenta tanto de Emma que es casi asfixiante escucharla. Te hace entender perfectamente otra parte del rompecabezas de su personalidad.
Lynn llega a sacar a Emma pero nadie paga la multa de Marisol así que la van a dejar en la celda. Pero Emma decide pagar su multa. Por cierto, Lynn está encantada con la situación porque por una vez es ella quien saca de aprietos a su hermana.
Cuando Lynn y Emma llegan al bar se encuentran a Eddy hasta atrás, porque están haciendo una especie de reunión para despedir a Vida. Me da un montón de cosa porque aunque se ve que todo el mundo quiere a Eddy ella se siente muy sola y les está pegando muy duro a la bebida.
Además, en ese estado no tiene filtro y le reclama a las dos que no han llorado ni una lágrima por su madre. Ella y Vida querían formar una familia con ellas, ese era su sueño. Emma se enoja muchísimo porque su manera de sufrir la pérdida de su madres es distinta y todas nosotras sabemos que tiene conflictos con ella que nadie más puede entender.
Al final para aplacar un poco los ánimos se propone un brindis y Lynn se apunta pero Emma se marcha a su cuarto.
Marisol por su parte se siente empoderada por la platica con Emma y decide ir a las reuniones sin importarle lo que puedan pensar los demás. Y sí, cuando entra se oye el murmullo y las miraditas pero ella las acalla tomando el control de la junta. Porque Tlaloc está imponiendo su opinión otra vez sobre el rumbo del grupo y Mari ya no quiere tolerarlo, así que propone que todos voten y ¡gana su propuesta!
El episodio termina con Emma intentando masturbarse para olvidar sus penas y frustraciones, pero la música y los brindis de fondo más el dolor que lleva por dentro no se lo permiten, así que termina llorando.
La última vez que hablamos de Vida, Lynn se fue de farra al lado rico de la ciudad y Emma dejó salir su lado lesbicanario y casi que tuvo sexo con Cruz, pero cuando la cosa empezó a ponerse romántica salió corriendo.
Esta semana empezamos nuestro episodio con Emma preparándose para tener un orgasmo. Dicen que para amar a otra persona hay que empezar a amarse a sí misma y esta es una buena manera de comenzar ¿a qué si?
Como Emma tiene experiencia en estas lides, no saca su vibrador y se pone manos a la obra sin más. Sino que primero lo limpia porque lesbiana precavida vale por dos. Y cuando por fin está lista, se baja las bragas, enciende su We Vibe Touch y pone manos a la obra.
Con lo que no contaba nuestra protagonista es con el grupo de vecinas del edificio que han llegado a casa para rezar un rosario por el alma de Vida y la pronta resignación de Eddy.
Como todo en las viñas del señor, hay gente a la que le ponen esas cosas, pero Emma no es una de ellas, y el rezo constante le está interrumpiendo sus lésbicos pensamientos y no la deja concentrarse en las suaves vibraciones que tenía pensado disfrutar. Y es así como su madre le bloquea la vida sexual desde la otra vida. ¡La mujer no para ni muerta!
Viendo como está la situación Emma decide pirarse y tras de ella va Lynn, porque aunque Eddy las invita a rezar para darle un último adiós a su mamá, ninguna de las dos se siente cómoda con la metodología.
En el pasillo, Emma difumina su frustración sexual pegando papeles en las puertas de los inquilinos informándoles de que les sube la renta. La subida es mínima, un tres por ciento. Pero la manera es impersonal y obviamente para una familia que está batallando para pagar por mínima que sea es un problema.
Lynn por su parte está asombrada, no le va el rollo recemos por los muertos, pero no deja de admirar que todo el mundo se preocupe por Eddy y la apoye en su adiós a Vida. Después de todo son mujeres latinas. Igual tampoco se detiene a analizar mucho el asunto porque se tiene que ir a clases de Yoga.
Emma se queda a solas y sigue pegando carteles cuando se topa con la niña latina que se le aparece a veces ¿se acuerdan? En el primer episodio nos pegó un susto a toda saltando en el techo. El caso es que la pequeña niña está llorando y cuando Emma intenta consolarla sale corriendo. ¿Es un fantasma de su pasado? ¿Se la imagina? ¡Tengo muchas dudas a este respecto!
Nada mejor que un buen tamal para quitar las penas, así que Emma se para con la señora del carrito de la esquina y se pide dos tamales de verde para llevar. En esas está cuando se le acerca Marcos, uno de los amigos de Cruz con los que estuvo de fiesta la otra noche.
Emma se tensa inmediatamente, porque Marcos tiene pluma y no se avergüenza de ella. De hecho en sus propias palabras, lleva con alegría su «jotería». Pero Emma, como hemos aprendido en los últimos episodios, tiene un problemita bien grande con la homofobia interiorizada. Así que el hecho de que Marcos le hable con la tamalera enfrente la pone muchísimo de los nervios.
Y no porque Marcos sea necesariamente gay, sino porque al ser tan explicito la saca a ella del armario y para ella su sexualidad es algo que se vive a escondidas. Que por desgracia en mis tiempos era algo muy de la cultura latina. Eres lesbiana, todo el mundo lo sabe, pero tú jamás hablas de ello y en público no lo pareces y todos hacemos como que no nos damos cuenta.
Él intenta hacerle platica y la invita a salir de nuevo con ellos, pero Emma se mete en sí misma cada vez más y no para de hacerle feos. Y cuando Marcos le pregunta por qué no ha llamado otra vez a Cruz, le toca la moral a tope y le dice que todos son unos chismosos y se pira. Pero la realidad es que la única a quien le importa lo gay que sea ella o no, es a ella misma, la señora de los tamales está muy ocupada en venderlos.
Emma vuelve al bar para pedirle a Eddy su coche, porque lo necesita para ir a ver una casa que quiere rentar. Todo lo de arreglar la herencia de su madre está tomando más tiempo del que ella esperaba y no quiere vivir ahí. Así que le jura a Eddy que tiene un seguro increíble y es una conductora estupenda, pero ninguna de esas cosas es necesaria para Eddy que sin dudarlo se lo presta y le dice que todo lo suyo es de ella. ¡Sufro mucho porque Eddy quiere que Lynn y Emma la acepten como parte de su familia pero ninguna la deja entrar!
Y hablando de Lynn la mujer fue a dar justo a la misma clase de Yoga que la prometida de Jhonny y obviamente las cosas se ponen super tensas. Ella intenta escaparse en cuanto termina la clase, pero Carla la pesca y la obliga a hablar con ella. Y Lynn como siempre hace de las suyas, porque si algo tenemos claro es que en su escalera de importancia está ella por triplicado antes que todos los demás. Así que le suelta en toda la cara a Carla que Johny y ella tienen una conexión muy profunda.
Podría haberse convertido en la típica pelea de gatas, pero Carla tiene ya cosas más importantes que pensar. Para ella lo primero es su bebé y andar luchando por un hombre que claramente no se la merece no está en sus planes. Así que le da carta abierta a Lynn para quedárselo.
Nuestra siguiente imagen es la de Marisol y Yoli pidiéndose una chamoyada. Quiero decirles que a mí se me hizo agua la boca cuando estaba viendo el episodio. ¡Me encantan las chamoyadas tanto o más que a Yoli! Les aconsejo probarlas alguna vez en su vida, aunque con el paso del tiempo he llegado a pensar que es un gusto adquirido de los mexicanos, porque a ninguna española he podido convencerlas de lo rico que sabe el chamoy y sus derivados. Eso de los dulces que enchilan o son demasiado ácidos no les va. ¡Igual chamoyadas ftw!
En lo que come la chamoyada con gusto, Yoli le dice a Marisol que es la persona con más potencial que hay en el grupo y que no entiende por qué ha permitido que Tlaloc la aleje del grupo. Que la ha convertido en una mensa. Mari lo acepta, pero tiene miedo porque sabe como es la raza y entiende que ahora mismo están pensando que ella es una puta y no es así.
Yoli le dice que pase lo que pase la tiene a ella y eso anima un montón a Mari que decide entrarle también a las chamoyadas para alejar las penas.
En la siguiente escena vemos a Eddy que pilla a Jhonny con las manos en la masa a punto de subir a encontrarse con Lynn. Ella lo detiene y le recuerda que está a punto de tener un bebé y que tiene una relación con otra.
Jhonny se confiesa con ella. Está totalmente enamorado de Lynn y Carla lo ha dejado. Todo el mundo lo mira como si fuera un cabrón por haberla dejado ir pero a él no le importa porque para él, Lynn siempre ha sido la única.
Eddy le dice que ella no puede juzgarlo, que también a ella le tocó perseguir a su propia «vida» cuando se hacía pasar por hetero. Así que le aconseja que sea feliz porque el amor es el amor. Así que Jhonny sube y Lynn casi se muere de gusto cuando se da cuenta de que ha conseguido salir ganona de este triángulo de las bermudas.
Cambiamos de escenario para ver a Emma. La mujer está hablando con una agente inmobiliaria que le está mostrando la casa que quiere rentar. Pero resulta que ese es el mismo lugar que vimos en el primer episodio ¿se acuerdan? Cuando Marisol y Tlaloc estaban boicoteándolo porque habían corrido a los que vivían ahí para renovarlo y rentarlo de nuevo.
Pues cuando Marisol, que pasaba por ahí, se da cuenta de que Emma es quien va a rentarlo entra en modo supersayayin y empieza a insultarla. Cualquier otra la hubiera visto con cara de «vieja loca» y hubiera seguido a lo suyo, pero Emma no rehuye sus batallas y las dos empiezan con una pelea dialéctica donde había más golpes duros que en la de Mike Tyson vs Evander Holyfield.
Al final las dos van a dar con sus huesos a la cárcel porque la agente al ver dos latinas peleándose llama a la policía. ¡Que demonios señora! Pero igual lo creo que últimamente hay una tendencia en USA de llamar a la policía por cosas sumamente tontas cuando se trata de gente «no blanca».
El caso es que, aunque en un principio siguen tirándose pedradas en forma de frases punzantes, al final las dos terminan haciendo migas. Porque las dos son más parecidas de lo que parece en el exterior. Y la conversación se da de manera muy interesante porque Marisol le dice «puta» a Lynn y Emma le contesta que para ser una mujer reivindicativa y en teoría avanzada se le da muy bien eso de culpar a otra mujer. Cuando es en realidad Jhonny quien está comprometido y el que está siendo infiel.
Lejos de negarlo, Marisol reconoce sus culpas y ahí empiezan las dos a verse con otros ojos. Emma tiene una cortada en la pierna y Marisol le pasa un Kleenex para que se limpie y tienen una conversación muy profunda sobre las cicatrices. Porque Marisol le confiesa que tiene las piernas llenas de ellas porque le gustaba jugar a lo bruto de chica y ahora le da pena enseñarlas y por eso siempre lleva pantalones.
Emma: Las cicatrices son como mapas de quien eres.
Marisol: ¿Cómo tatuajes que no has escogido?
Emma le cuenta entonces la historia de una de sus cicatrices. Se cayó de la bicicleta y llegó llorando a casa de su abuela, donde su madre la había mandado a vivir. Entonces su abuela le dijo: «Yo no crío lloronas en esta casa. Más vale que no te vea llorando otra vez. Nunca seas una maldita chillona.»
Y esa pequeña anécdota nos cuenta tanto de Emma que es casi asfixiante escucharla. Te hace entender perfectamente otra parte del rompecabezas de su personalidad.
Lynn llega a sacar a Emma pero nadie paga la multa de Marisol así que la van a dejar en la celda. Pero Emma decide pagar su multa. Por cierto, Lynn está encantada con la situación porque por una vez es ella quien saca de aprietos a su hermana.
Cuando Lynn y Emma llegan al bar se encuentran a Eddy hasta atrás, porque están haciendo una especie de reunión para despedir a Vida. Me da un montón de cosa porque aunque se ve que todo el mundo quiere a Eddy ella se siente muy sola y les está pegando muy duro a la bebida.
Además, en ese estado no tiene filtro y le reclama a las dos que no han llorado ni una lágrima por su madre. Ella y Vida querían formar una familia con ellas, ese era su sueño. Emma se enoja muchísimo porque su manera de sufrir la pérdida de su madres es distinta y todas nosotras sabemos que tiene conflictos con ella que nadie más puede entender.
Al final para aplacar un poco los ánimos se propone un brindis y Lynn se apunta pero Emma se marcha a su cuarto.
Marisol por su parte se siente empoderada por la platica con Emma y decide ir a las reuniones sin importarle lo que puedan pensar los demás. Y sí, cuando entra se oye el murmullo y las miraditas pero ella las acalla tomando el control de la junta. Porque Tlaloc está imponiendo su opinión otra vez sobre el rumbo del grupo y Mari ya no quiere tolerarlo, así que propone que todos voten y ¡gana su propuesta!
El episodio termina con Emma intentando masturbarse para olvidar sus penas y frustraciones, pero la música y los brindis de fondo más el dolor que lleva por dentro no se lo permiten, así que termina llorando.