Después de casi tener un infarto con el final de la quinta temporada de Orange Is The New Black nuestras ‘inmates’ favoritas regresan con más locura, drama, misterio y diversión, este primer capítulo da una buena premisa para toda la temporada y si aún no la han visto pongan Netflix ahora mismo.
Comenzamos con una Suzanne muy alterada y confinada a una pequeña celda. Después de tender su cama pregunta si puede ver TV, estar encerrada jamás le ha venido bien y comienza a alucinar. Ve a Red vestida de payaso, a Nicky vestida de perrito, a Frieda como un mago cortando sus venas con cartas, María y Gloria como boxeadoras, a Daya siendo golpeada por dos oficiales, Cindy en un musical y a Piper en un juego de preguntas y respuestas mientras solo pregunta dónde está Alex.
Frieda en realidad sí intentó suicidarse, todo lo que vio pasó disfrazado con su alucinación y Suzanne lo comprueba cuando es llevada para ser interrogada sobre la muerte de Piscatella. Ha estado muy alterada, se le nota en el interrogatorio y en ese momento tiene un flashback sobre la piscina y lo sucedido en el motín, Suzanne y Cindy pudieron esconderse.
Los nuevos guardias están muy locos y están listos para arruinarles su estancia a todas en aislamiento y máxima seguridad, tienen un juego llamado ‘Fantasy Inmate’ donde las reclusas son la pieza clave. Daya y Alex pueden tener una breve charla por las rendijas de ventilación y se preguntan si serán culpadas por el motín. Cindy y Suzanne están escondidas bajo una mesa y observan a varios oficiales “arreglando” la escena del crimen, Piscatella es arrastrado ahí y el objetivo es hacer creíble un tiroteo para culpar a alguna reclusa del asesinato, Cindy le hace prometer a Suzanne que guardará el secreto y le dice otra historia para contar. En el interrogatorio Suzanne no puede separar las dos versiones de los hechos, su abogado pide por su salud mental y la mandan a una evaluación psiquiátrica.
Taystee es golpeada por un guardia al rechazar su derecho a hacer una llamada, así que envían a Mendoza, Chapman, Nichols y Hayes. De todas las llamadas la más emotiva es la de Gloria quien habla con su hijo y ahora está fuera de peligro, Nicky habla con su padre la única opción para mejorar su situación, Cindy habla con su rabino y le pide un abogado, Piper en su desesperación por saber de Alex le pregunta a su padre, y no sé, me cae mal por estar tan obsesionada pero así es su personaje y ya veremos si es la Piper tonta de siempre o si agarra malicia.
¿Recuerdan a Lolly? Está en la fila esperando por un medicamento y ve a Frieda pasar en una silla de ruedas, también a Suzanne sentada con la psiquiatra, para llamar su atención ella levanta sus manos, al hacerlo Suzanne comienza con una alucinación muy divertida que no se pueden perder. Obviamente no está bien y su madre la regresa de su alucinación, así que ella dice “no estoy loca, solo necesito mis medicamentos” y aunque odie las inyecciones le ponen una al momento para hacerla sentir mejor.
En el patio hay unas rejas horribles y Daya es llevada a una de ellas para su “hora recreativa” ahí conoce a Daddy, una lesbicanaria muy sexy y mucho mejor de lo que Stella pudo ser (perdón pero no la soporté jamás), como Daya le disparó al guardia es famosa y le dan un regalo de bienvenida.
María y Gloria también son enviadas a su hora de recreación y como era de esperarse se pelean, como castigo los malditos guardias las bañan con agua fría y las hacen besarse para “hacer la paz”, quizá en otras condiciones sería sexy pero así solo me genera mucho coraje. Taystee es visitada por una guardia y resulta que es su amiga de hace muchos años, hay un debate importante entre ellas ¿Quién es el bueno y el malo en la historia del motín?
A Frieda la atan en una silla para evitar un nuevo intento de suicidio y está de vuelta en su celda, a lo lejos se escucha un alboroto y resulta ser una reclusa llamada Madison. La colocan en una celda compartida con Red, desde que la vi entrar ya comenzaba ese gran odio por ella, será un personaje de esos horribles y pesados. Flores, Red, Piper y Madison son escoltadas a las duchas y Chapman pregunta a Madison que si ha visto a Alex en la enfermería y como esa mujer es odiosa la empuja para lastimarla y que ella misma compruebe si Alex está ahí. Le tumbaron un diente y ahora se parece a la tacita de’ La bella y la bestia’, y no, Alex tampoco está ahí. Red confronta a Madison y le dice que no se meta con su familia.
Los famosos flashbacks nos llevan de nuevo a la prisión, los agentes ven a Cindy y Suzanne tiradas dentro de un clóset muy lejos de la piscina, fingen ser sordas para evitar la confrontación y son llevadas al camión que las transportará a máxima seguridad. Red pide a todas estar de acuerdo con una historia pero Cindy le pide a Suzanne que cuente otra, ellas estuvieron todo el tiempo en ese clóset y nunca vieron nada. De nuevo en el interrogatorio, Warren es cuestionada sobre la piscina y voltea a ver a su madre quien nunca estuvo con ella, también fue una alucinación, al final ella cuenta la historia de Cindy, es sacada de aislamiento y puesta en máxima seguridad, su nuevo hogar.
Uzo Aduba ha realizado un papel increíble en este primer episodio pues ella lleva el control de la historia, su actuación es magnífica y nos hace creer en su personaje. La temporada lleva un buen inicio pero queremos saber su opinión ¿Qué les ha parecido y qué esperan de Vauseman? Dejen aquí sus comentarios.