La última vez que hablamos de Runaways nuestra amada Karolina Dean andaba metiendo la pata muy duramente en su relación. De hecho había dejado de plancha a Julie cuando habían quedado de hablar sobre el futuro de su relación. ¡Mal asunto! Sobre todo porque Julie se come sin querer el muffin encantado de Molly y ¡termina convirtiéndose en una niña!
Runaways 10 comienza contándonos precisamente la historia de como Abigail (la amiga de Molly) consiguió el Muffin. Resulta que hace años Amora La Encantadora estaba lamiéndose las heridas después de otro rechazo de Thor cuando se encontró con Abigail en un parque.
Amora piensa que ser una adulta sufriendo por amor es un coñazo, así que decide ofrecerle a Abigail la oportunidad que ella no tuvo: ser una niña por el resto de su vida y vivir feliz como lombriz. Así que le regala dos muffins de vida eterna y un elixir para deshacer el hechizo.
Y sí Abigail parece tener 13 años, pero en realidad tiene bastantes más, dado que sus padres la tuvieron jóvenes y ahora son bastante mayores, debe andar por los 45 o 50 años pero sigue atorada eternamente en su forma de niña.
Después de un día excelente en el cine, los Runaways vuelven a casa solo para descubrir a una Julie histérica porque no entiende como se ha convertido de repente en una niña otra vez.
Karolina: Julie ¿qué ha pasado?
Julie: ¡Esto! ¡Esto es lo que ha pasado! Me he comido un muffin. Creo que estaba encantado y he intentado llamarte, pero no has respondido. Porque ¡obviamente no has contestado! Esta es la razón por la que iba a romper contigo Karolina… ¡porque jamás me escuchas!
¡Auch! A Karolina no sé que le cae más como baldazo de agua fría, que su novia sea ahora menor de edad o que tenía pensado terminar con ella. Vamos que practicamente la ha mandado a freír espárragos una niña de 13 años enfrente de todos sus amigos.
Igual la rubia siempre es optimista, así que le dice que pueden solucionar este entuerto y obviamente también su relación así que de inmediato le pide a Nico que entre en acción. Algo que hace que Julie se nefastee aún más, porque si hay algo que Julie no es, es tonta, y ha visto venir de lejos que su chica aún siente cosas por Nico.
Molly entonces empieza a llorar y confiesa que fue ella la que llevó el muffin y que se lo dio su mejor amiga. Nico y Chase se enfadan mucho con ella porque no entienden como no confió en ninguno de ellos y estaba pensando en comerse el muffin.
Todos deciden que la mejor opción que tienen es intentar hablar con Abigail para ver si hay algún antídoto. Bueno todos menos Julie que tiene las hormonas a tope, está cabreada todo el tiempo y quiere hablarle a Los Avengers, Tony Stark y su hermana.
Ya en la casa de Abigail, Nico le pide a Gert que si se meten en problemas y ve que ella se quede parada le ayude a invocar el báculo. Gert no quiere porque siente que no puede hacerle daño (recordemos que necesita la sangre de Nico) además piensa que no tendrán problemas en convencer a una niña de 11 años de darles el antídoto.
Dado que son bastante mayores, los padres de Abigail los dejan pasar sin demasiados problemas y Molly intenta hablar con ella en buen plan explicándole que necesita el antídoto para Julie, pero las cosas no son tan fáciles.
Abigail se indigna muchísimo cuando se da cuenta que Julie se comió el muffin en lugar de Molly, eso significa que nadie podrá acompañarla en la vida eterna que lleva hasta ahora y sus padres son bastante mayores. Por esta razón, no quiere ayudarles y se niega a darles el antídoto además ha tenido años para especializarse en artes marciales así que ¡es una crack luchando y les está metiendo una paliza! Sobre todo porque no quieren hacerle daño.
Nico anda rebuscando por todos lados y se topa con un frasco misterioso y cuando Abigail lo ve le entra el trauma así que todos se dan cuenta de que es el antídoto. La niña les pide que no se lo den, porque solo hay uno y si lo hace ella se quedará maldita como niña para siempre y sin nadie que le haga compañía.
Karolina duda porque está condenando a Abigail, pero Gert le arranca el antídoto y le dice que ellos cuidan de los suyos. Nico agrega que Abigail tuvo elección y Julie no, así que al final le dan la poción y Julie vuelve a la normalidad.
Igual todos se quedan super deprimidos porque Abigail se queda llorando eternamente condenada a ser una niña sin compañía y sus padres los corren de la casa.
Ya en la casa, Julie le pide perdón a Karolina porque se portó bastante imbécil cuando era una adolescente. La rubia no le pone mayor importancia a eso y se ilusiona porque piensa que lo de romper también formaba parte de la maldición, pero no, esa parte Julie la tiene muy clara.
Julie: Tenía planeado romper esta noche contigo.
Karolina: ¿Pero ahora?
Julie: Karolina yo… Últimamente siento que estás muy lejos de mi. Karolina: Es la distancia pero nos acostumbraremos. ¡Las cosas mejorarán!
Julie: No es la geografía, pensaba que lo era. Quería que vinieras conmigo a Nueva York. Pero somos nosotros. Era la última cosa en tu mente anoche. Últimamente siempre lo soy.
Karolina: Julie ¡yo te amo!
Julie: Karolina, te amo tanto que parte de mi quiere seguir pretendiendo que todo sigue bien. Pero las cosas no están bien Karolina. Sé que no quieres escuchar esto ahora mismo, pero siempre vamos a ser amigas. Voy a estar aquí para ti siempre.
Y justo así terminamos este episodio lesbicanarias. Con Karolina totalmente deprimida porque su novia la ha dejado. Y yo sufro mucho por las dos, porque amaba la pareja de Karolina y Julie, además eran la pareja más lesbicanaria de los cómics. ¿Una chica que se ilumina como el arcoíris y otra que deja una estela de arcoíris cuando vuela?
Pero aunque Karolina ahora mismo esté triste y no lo entienda, la realidad es que todas lo veíamos venir y Julie tiene razón. La rubia tiene la mente en otras cosas y quien dice cosas dice Nico y hasta que no ponga en orden sus sentimientos es injusto que esté en una relación donde no pone todo de si misma.
¿Qué pasará ahora? ¡Lo sabremos en el siguiente número de Runaways!
