La última vez que hablamos de Sara y Ava estábamos super contentas porque el episodio nos regaló un montón de momentos Avalance y ninguna de nosotras pensaba que las cosas podrían ir mucho mejor. ¡Pero nos equivocábamos porque el episodio 4×06 de Legends of Tomorrow nos ha noqueado en forma de Sara con…! Bueno, mejor no me adelanto a los acontecimientos. Pero sí, ha sido genial, así que vamos al grano que ardo en deseos de hablar sobre este tema.
Empecemos un poco por ponernos al día porque en el episodio pasado no hicimos resumen porque nuestras chicas jamás estuvieron juntas, pero pasaron cosas interesantes como que Ray reclutó a Nora para salvar a Constantine y ella decidió pagar sus deudas entregándose al Ministerio del tiempo (ais siempre pienso en Irene Larra cuando digo esto). Ava por su parte se fue a la cena de Acción de Gracias con Nate y su familia y de paso encontró a una nueva empleada que encaja totalmente con ellos llamada Mona.
Mona es la nueva encargada de mantener seguros y bien guardados a los demonios y demás criaturas que los Legends van atrapando, así que Ava la pasea por el lugar enseñándole a todos los presos y advirtiéndole que tiene que ir con mucho cuidado. Porque Mona es amor y sobre todo es muy geek así que los quiere a todos y en especial a Nora Dark.
De lejos se ve que eso de no hacer migas con los presos no se le va a dar nada bien a Mona, además yo soy parcial con Nora porque aunque haya ido por el mal camino me cae bien, ya se sabe que a mi las malas malotas a veces me conquistan. Además ya está en proceso de redención y eso cuenta ¿no?
Lo siguiente que vemos es a Ava concentrada en la oficina trabajando cuando la música cambia por esa típica sexy y Sara entra en la oficina con una chaqueta de esas que tapan hasta abajo. Y claro yo he leído muchos fanfics, mi imaginación iba ahí acelerada y me estaba riendo de mí misma pensando «solo a ti se te ocurren estas cosas».
Pero de repente Sara empezó a hablar y Ava se ponía cada vez más nerviosa y yo también y entonces sucedió esto:
Ais lo que me reí de la cara de Ava cuando Sara se abre la chaqueta. Aunque ahora que lo pienso no sé por qué porque seguro que yo tenía la misma cara. Porque déjenme que le cuente que la escena fue muy grande y tanto Caity Lotz como Jes Macallan se lanzaron con todo para hacer la escena divertida y sexy a la vez, algo que no cualquiera puede conseguir.
¿Y a qué se debe esta tremenda sorpresa? Pues a que es cumpleaños de Ava y Sara quiere hacerle un regalito muy especial. ¡Ay Diosas del olimpo gracias por estas cosas bonitas que nos regalan en la vida!
Sara le pide a Ava que cierre los ojos y ella sufre porque cerrar los ojos con esa visión delante es un castigo que pocas podrían soportar. Pero por eso ella es la directora y nosotras como chinitas nomas milando. Ava cierra los ojos, Sara se pone a besarle el cuello y ¡En ese momento entra Hank! ¡Ais virgen de las bolleras! ¿Por qué siempre nos pasa esto?
Como Sara es una asesina media ninja, consigue esconderse antes de que Hank entre a regañar a Ava por el dinero que se gasta en los Legends. Y como no sería ella si siguiera las reglas a rajatabla, esto es lo que anda haciendo mientras la pobre de Ava habla con Hank.
Cuando Hank por fin sale de la habitación, Ava puede respirar otra vez pero el momento sexy se termina porque ahora tienen que buscar una manera de rebajar el presupuesto y las matemáticas y el sexo como que no se llevan. Así que las dos salen de la oficina para toparse con que en ese mismo instante Hank se pira junto con Nate a la Waveraider para ver en qué se gastan su pasta los Legends ¡Horror!
Aquí nuestras chicas se dividen en dos equipos. ¡Que poco nos duró el gusto! Sara capitaneando a los Legends en la Waveraider para demostrarle a Hank que valen lo que se gastan y Ava que se encuentra con un problema inesperado en el Ministerio del Tiempo (que sé que se llama Bureu pero es que así es más bonito).
Resulta que Mona intentando ayudar a Ray le lleva una carta de amor de su parte a Nora, pero ella sufre porque no quiere que él se quede empanado con ella cuando tiene un futuro muy negro por delante. Y en esas está discutiendo cuando sin querer toca el límite de su celda y se disparan todas las alarmas.
Ava sale corriendo a la celda y cuando se encuentra la carta y la va a abrir, Nora pierde el control para proteger a Ray y lanza una especie de barrera de energía que lanza hacia atrás a Ava y rompe la seguridad dejándolas a las tres encerradas en la celda. Obviamente, Nora no quería hacer daño, así que no intenta hacer nada más, pero Ava está igual de enojada por lo que ha pasado.
Mona está triste porque Ava amenaza con despedirla y nos sorprende a todas cuando les cuenta que dado que lo suyo en el ministerio no funcionó optará por su segundo plan de estudiar derecho en Yale. ¡Ais que risa! El caso es que Mona no quiere pero su madre piensa que es lo mejor para ella. A Nora eso la hace sufrir porque sabe lo que es que tus padres dicten tu destino y le aconseja que no lo haga o puede terminar como ella.
Ava, siendo una fanática de las reglas como es ella, está totalmente en descuerdo y opina que debería seguir el camino amarillo que le dictan los padres. Y ahí empiezan las dos en un debate en plan, «Mi papá me convenció de ser un demonio cuando era niña» vs «Yo ni si quiera fui niña porque soy un clon». No se le veía fin al pleito la verdad, pero Mona está fascinada porque no todos los días se conoce gente con vidas tan interesantes, así que de plano saca el vino que tenía preparado con la tarta para el cumple de Ava y las invita a contarle sus chocoaventuras.
Nora: Tienes suerte, ya me gustaría a mí que mi pasado fuera inventado.
Ava: ¿Para despertarte un día y darte cuenta de que no tienes familia, ni amigos o experiencias vitales a las que aferrarte?
Nora: No es muy diferente a despertarte en una celda.
Ava: Touché.
Mona: ¿Están de coña? ¡Ava eres un clon del futuro! Y eres la jefa del Ministerio del tiempo y Nora tu eres una bruja y has escapado del culto. Las dos son las mujeres más interesantes que he conocido en mi vida. Y una vez conocí a Gillian Anderson en una convención de los X-men.
Ais Mona que sepas que te amo mucho. Porque no cualquiera supera a Gillian.
Mientras tanto Sara viaja en el tiempo para intentar atrapar un minotauro. Algo que hubiera sido como quitarle un caramelo a un niño si no fuera Hank con ellos, que se empeña en hacerlo todo al estilo militar y se empeña en la violencia. Además dice cosa como «pegas como una mujer» que a Sara la ponen de los nervios y le dan ganas de enseñarle exactamente como pega una.
Una rebanada de pastel y cuatro copas después, nuestro trío dinámico está más que unido. Ava le ofrece a Nora la carta de Ray pero ella no quiere abrirla porque sabe que está perdida en la cárcel y no quiere tener ni esperanza ni relaciones ni nada que la haga sentir que hay luz en el camino. Ava le dice que aunque ahora está ahí, tiene la posibilidad de salir por las buenas (más ahora que le cae bien a la jefa), así que al final decide abrir la carta y se topa a Ray pegado en el sobre (ais… que tontin que es). En fin, que lo bueno es que cuando lo despegan Ray se hace grande y las saca de la celda.
Sara por su parte consigue, no sin mucho esfuerzo, que Hank entienda el por qué de los métodos poco convencionales de los Legends y conserva su presupuesto. Lo que no se queda con el equipo es Nate que decide que en este momento su lugar está en el Ministerio del Tiempo. Eso sí, le queda tiempo para echarse una pizza con los amigos.
Y colorín colorado, ahí se acaba el episodio, aunque yo prefiero pensar en mi mente que Sara y Ava se reencontraron por la noche para terminar lo que dejaron a medias. ¿Qué quieren? Mi imaginación funciona así. ¡Nos vemos la siguiente semana con más Legends of Tomorrow!