En el episodio pasado de Killing Eve tuvimos un encuentro cercano del tercer tipo entre nuestras dos protagonistas. Porque Villaneve decidió ir a visitar a Eve a su casa para comer y conocerse mejor.

Esta semana la acción empieza afuera de una cárcel rusa donde vemos a Villaneve y Konstantine hablando. Él tiene una nueva misión para ella. Tiene que entrar, matar a Nadia, encontrarse con un doctor que la ayudará a escapar y salir por patas.

Konstantine y Villanelle caminando
Cuando tu papá te castiga por ser niña mala

Pero Villanelle no está a gusto con esta misión, puede ser su sexto sentido o que por primera vez le vemos una cualidad humana pero no quiere hacerla. Quizá porque esta es la cárcel rusa en la que entró la primera vez, cuando le «cortó la morcilla» a aquel hombre.

El caso es que la rubia le hace prometer a Konstantin que irá el mismo por ella y él le jura por el osito bimbo que estará ahí personalmente. Además le acaricia la cara para intentar apaciguarla en un gesto más bien paternal pero ella le pregunta por qué jamás intentó tener sexo con ella y le lame la malo cual niña pequeña molestosa. Así que él termina llevándola exasperado hasta el camión que la conducirá a la cárcel como si fuera una presa más.

Eve y Niko discutiendo por su trabajo

Eve por su parte también está moviendo fichas y como también se han enterado de que Nadia está en esa cárcel rusa decide viajar hasta ese país acompañada de Caroly para hablar con ella y ver que pueden descubrir.

Solo le queda un problemita y es explicarle a Niko que se va del país otra vez a perseguir a la asesina que se infiltró en su casa because reasons. Él se indigna automáticamente porque no entiende por qué Eve quiere arriesgar sus vidas con esta misión loca y ella intenta explicarle que Villanelle la ha elegido a ella para que la atrape, pero a él le suena a chino.

Y no es por nada pero aunque odio que Niko esté ahí interrumpiendo nuestra acción, me puedo poner perfectamente en su lugar y creo que muy probablemente si una loca entrara en mi casa y a la señorita Genix le diera por perseguirla, tampoco es que me hiciera mucha gracia. Igual el problema con el matrimonio entre estos dos es que Eve nunca ha estado contenta y es ahora cuando ha encontrado algo que la llena que se da cuenta. Algo de lo que Niko no tiene la culpa pero que está llevando su matrimonio a pique en menos de lo que se dice Villaneve.

Ya en Rusia vemos que Carolyn está en su salsa en ese lugar, queda para cenar con su contacto que va a compañado por ¡Konstantine! Resulta que los tres son ex espías y por lo visto se llevan bien y en sus tiempos han compartido información y camas. Pero eso no quita que durante toda la cena se estén midiendo mientras que Eve lo mira todo con cara de: «¿En dónde demonios me vine a meter?».

Igual consiguen que les den una entrevista con Nadia, pero eso sí, ponen una condición y es que Konstantine las acompañe. Mmm mal asunto. Eso sí, Eve sospecha mucho Konstantine, así que por lo menos va por buen camino.

Eve limpiando baños en la cárcel

Eve por su parte está moviendo hilos en prisión para conseguir su cometido. En menos de lo que canta un gallo consigue ubicar a Nadia trabajando en la cocina, pero llegar a ella no es tan fácil, de hecho la guardia la manda a limpiar baños. Y la gente tiene mucho pelo por ahí, ¡yeaks!

Igual nuestra asesina favorita aprovecha el tiempo para hacer migas con otra presa que por lo visto es violenta y averigua que para ir al doctor tienes que estar en las últimas porque ahí no hay quien lo vea.

Nadia hablando con Carolyn y Eve en prisión
Y dicen que las bolleras nos llevamos siempre bien con las ex

Eve por su parte también está en la prisión pero del otro lado interrogando a Nadia junto a Carolyn. Además, vienen con regalitos para convencerla de soltar toda la sopa. Cosas como llevarla inmediatamente a UK bajo la protección del gobierno a cambio de que les diga lo que sabe sobre Oksana.

Nadia no se lo piensa mucho y empieza a contarles cosas, de hecho va a decirles que Konstantin es su jefazo pero él, que lo estaba vigilando todo decide que es momento de pararla y entra en el interrogatorio. Así que ella gira en redondo y decide ofrecerles mejor el nombre de Anna, la mujer del hombre que mató Oksana cuando era adolescente.

Igual Eve se queda con la mosca detrás de la oreja y el sentimiento de que algo raro pasa se incrementa cuando se entera de que Carolyn se acostó con Vladimir y Konstantine en su momento y dejó que el primero cargara con el muerto de un secreto que le contó el segundo que ella sacó a flote.

Eve mueve ficha y le pide a Kenny que investigue (mal rollito porque Kenny es hijo de Carolyn y va a investigar los amoríos de su madre). Luego hace un trato con Vladimir a espaldas de su jefa, le entregará pruebas de quién fue quien soltó el secreto por el que lo culparon si él la ayuda a llevarse a Nadia.

Villaneve abrazando a Nadia antes de matarla

Mientras tanto en la prisión, Villaneve mueve ficha, consigue ver al doctor que le pasa un cuchillo y se consigue cargar a dos guardias y cargarle el muerto a su amiga. Todo esto le da tiempo de buscar a Nadia en lo que la cárcel está patas arriba.

Obviamente la encuentra y Nadia se da cuenta de que la va a matar e intenta convencerla de que Eve las puede sacar a las dos sanas y salvas del entuerto. A Villanelle le interesa que Eve se pasara por allí y averigua que Nadia le habló de Anna, pero no tiene compasión con ella y se la carga sin más. Eso sí, antes de morir, Nadia consigue lanzar un papel con el nombre de Eve fuera de la celda.

Lo siguiente que vemos es a Villanelle en una celda de confinamiento como castigo donde ella espera pacientemente a que Konstantine la saque. Pero el doctor viene a entregarle pastillas para que se calme y no tiene ni idea de quien es Konstantine. Es en ese momento en el que la rubia entiende que su jefe la ha traicionado y la ha abandonado en la cárcel para pudrirse.

Y hasta aquí nos quedamos en el sexto episodio de Killing Eve. Esa serie que nos tiene echándole porras a la asesina múltiple y a la detective que quiere pararla al mismo tiempo.