La lectura es una maravillosa fuente de entretenimiento y conocimiento que hace a nuestro cerebro trabajar imaginando como una película en nuestra cabeza las escenas de aquello que leemos. Y mientras más descripciones tenga, más detallada será la manera en que nos imaginamos aquello que leemos. ¡No me puedes negar que alguna vez te ha pasado!
En esta entrega te traigo dos increíbles historias de temática lésbica que deberías leer para alimentar tu acervo literario y de paso entretenerte un rato.
Sabor a pintura de labios, Enrique Anderson Imbert
Lo primero de lo que hablaremos es de un cuento breve escrito por Enrique Anderson Imbert, escritor argentino.
El cuento está escrito en primera persona, es decir que quien narra es protagonista de la historia, lo cual nos da una perspectiva personal y nos hace conectar más pronto con el personaje.
A pesar de que para escribir este artículo debo spoilear un poco, trataré de no contarte mucho al respecto, sino lo suficiente como para dejarte en vela y que lo busques lo antes posible.
Nuestro personaje protagonista hace una introspección de como se siente al ver su cuerpo reposando en la cama y de cómo se siente en el aquí y el ahora de la historia, narrando cada sensación que tiene en la cama junto con su acompañante. Luego de percatarse que ella llora, se plantea y le plantea un panorama de positividad en el que le asegura que su vida a partir de ahí será mejor. Será mejor sin su ex pareja, aquel que sería capaz de dejarla embarazada y será mejor cuanto menos le importe lo que diga la gente respecto a su nueva relación. Si de pronto la narración te parece machista, no te asustes, toda perspectiva al respecto cambiará pronto.
Nora, la acompañante de nuestro protagónico, le da la espalda y llora pensando que lo sucedido ha estado mal y que no podría cambiar las cosas o regresar con Arturo, su ex pareja, es más, ni siquiera hablarle.
-¿Qué te pasa? – le dije – ¿Tienes vergüenza? y le acaricié el pelo.
Habíamos bebido mucho coñac. Yo sentía todavía el mareo, un gran mareo que me absolvía de toda culpa. Quizá a ella el coñac le produjera otro efecto.
-¿Tienes vergüenza? No seas tonta. ¿Vergüenza de qué?
[…] -No vas a volver con él, ¿verdad? No vas a volver con Arturo… después de esto… de lo que somos… Esto es Perfecto. Nora. No somos dos. Tú y yo, digo, no somos dos. No vas a volver con ese hombre, con ese animal…
-¿Por qué no?
-¿Después de esto? ¿Cómo vas a volver?
El giro en la historia es lo que hace interesante este cuento tan bien escrito. Aunque la temática quizá no sea grande, cuando lo leas, entenderás la vuelta de rueda. ¡No te lo puedes perder!
El libro vacío, Vicens
La siguiente trama que si bien no es de temática lésbica te va a encantar, es una novela corta escrita por la narradora mexicana Josefina Vicens, quien, usaba pseudónimos como Pepe Faroles, José García y Diógenes García. Era una mujer feminista y lesbiana de la cual cabe hablar más a fondo, pero que quizá dejemos para más adelante.
La obra trata sobre un hombre casado que intenta escribir una autobiografía y no puede porque tiene muchas cosas que contar y al mismo tiempo nada que decir. Todo esto tiene un trasfondo en la vida personal de la escritora; ella no podía revelar su sexualidad. Era una mujer lesbiana y estaba enamorada. Esta novela es completamente un reflejo de la vida de la autora y su relación con su sexualidad y el hablar abiertamente de ella. Es una escritura desde el closet. Si tardaste en salir del closet o se te ha hecho difícil, seguro comprenderás las referencias y metáforas que la autora maneja en la obra.
Te recomiendo ampliamente que hagas una lectura con la mente abierta y el radar lésbico bien activado. ¡Seguro te van a gustar!