Apunta bien
Dispara.
Pero apunta bien. No vuelvas a errar.
Dispara donde quieras.
A la cabeza, al Corazón o a las mariposas de mi estómago.
Cuando sientas el impulso homicida de apuntarme con tus labios,
dispara sin dudarlo.
Pero apunta bien.
No vaya a ser que me dejes muerta en Vida
otra vez.
Agonía afónica
Guardo un secreto más asfixiante que esta cuarentena. Desde noviembre, una Musa tangible me roba las letras y a la soledad me condena. ¡Además, lo hace sin darse cuenta! Menuda faena…
Ya pasé por esto, es una situación que me suena. Fui una adicta a la ficción y no deseo volver a ahorcar mis sentimientos con esas cadenas. Tengo miedo de que se me adelante cualquier otra persona más valiente que esta nena redactando su confesión desde la pena, o que me rechace y me destierre a su silencio que tanto truena.
Tengo el pelo corto pero quizá debería soltarme la melena y decirle que su sonrisa es lo que a diario corre por mis venas.
Sé que es una Mujer muy risueña y buena. ¿Por qué me preocupa ser sincera, por si se enfada y me monta una escena donde solo se escuche cómo arma la marimorena?
Me pregunto si tendrá miedo de salir del armario… Ojalá supiera que viviría encantada junto a ella, aunque fuera en lo más profundo de una alacena, hasta que entendiera que no debe sentir vergüenza ajena.
Musa, si me estás leyendo, permíteme nadar entre la arena y acercarme a tu Corazón, que tan bellos poemas oxigena. Toma mi mano serena y regálame una señal de que mi voz en tu interior resuena.
Mi Corazón no te miente
Por eso te mando un beso muy fuerte directo a tu dolor más hiriente.