El amor es magia y tú con tus palabras te la cargas… lo conviertes en algo feo, cuando tiene que ser algo bonito, vivo, mágico…
Algo increíble, algo que te haga flotar, volar, creer, abrazar y no tener ganas de soltar jamás.
Contigo no es así, contigo todo está mal, contigo nada fluye, tú lo niegas, te lo niegas, lo evitas a toda costa y ¡yo no quiero eso!
Tú y solo tú, me ayudas a perderme, a odiarme, a sentirme horriblemente mal por desearte…
La vida contigo se divide en dos o te quiero y me odio a mi misma por hacerlo o te evito a toda costa, no me haces feliz… quizás tu mini mundo si… pero tú, tu personalidad y tus palabras hacia mi, no!
Quiero alguien que tenga ganas de verme siempre, de no soltarme y de nunca dejar de abrazarme…
Alguien que quiera compartir su tiempo conmigo, no alguien que le quemen los minutos cuando se sienta a mi lado…
Alguien que se muera de ganas de darme una sorpresa viniendo a mi trabajo. ¡Ese que tú no has pisado en 4 años!
Alguien a quien poder regalar caricias de besos en el sofá, compartir una vida y ayudarla a mejorar, preocuparme por sus cosillas y ella por las mías…
Saber cuando me des los buenos días como estás, pero yo tengo prohibido darte los buenos días, escribirte, tocarte, hablarte e incluso respirar si vamos a compartir el mismo espacio vital.
Tú no eres la persona que me devolverá la ilusión, ni la que me hará morir de amor, ese papel te queda grande… muy grande… nunca lo has querido y siempre lo has rechazo de la peor manera, haciéndome daño…
Has matado mis ilusiones, mis sentimientos… uno a uno todos los has terminado odiando… es malo que me quieras, me haces alejarme, no quiero que me quieras, no lo hagas…
Me siento mal por sentir algo por ti… tan mal que he decidido alejarte de mi vida en todos los sentidos posibles… aunque te eche irremediablemente de menos… en realidad, no puedo echar de menos, algo que nunca tuve, algo que tan solo vivió en la tinta de mi imaginación y se topó con la dura realidad.