“NO FUNCIONA”…
Ayer “nuestra” ducha tenía puesto un cartel “NO FUNCIONA”…
Tú y yo tampoco hemos funcionado nunca y sin embargo esa ducha, emana recuerdos, recuerdos de tiempos pasados donde no existía la razón, ni el dolor…
Dónde el tiempo era solo una ilusión y tan solo querías divertirte, sin pensar demasiado en las consecuencias de tus actos…
¡Era divertido y punto!
O eso te empeñabas en decirME y en decirTE…
Ella no importaba, no te importaba hacerle daño, ni que ella estuviera cegada por mi y que si se enteraba de esa ducha nada inocente, la partiría en mil pedazos…
Recuerdo tu mirada en ese banco, esa mirada que me desafiaba a cada instante, a cada rato…
Nuestros momentos de soledad, siempre querían más… La atracción en el ambiente se podía palpar…
Miro al frente y recuerdo como me mirabas y me incendiabas, incendios, pasión, fuego… tú eras lo prohibido, eso prohibido que me atraía tanto…
Vuelvo al pasado y recuerdo aquel día cuando la atracción se dejó llevar y esa ducha fue testigo de nuestra pasión…
Te veo ahí frente a mi, inmóvil, el vestuario está vacío, tan solo tú, yo y nuestras ganas, me miras desafiante, mientras dejas que la toalla resbale por tu cuerpo, provocación, insinuación, desafío…
Me lo tomo por lo segundo y corro a la puerta de tu ducha, la has dejado entreabierta, un momento de cordura me invade, pero no es lo suficiente fuerte como para detenerme…
Entro y me miras, en seguida te abalanzas sobre mi, con ansias, con ganas, con muchas ganas…
Mil sensaciones recorren mi cuerpo y dejo que una a una las gotas de la ducha me den algo de cordura, para intentar parar esta locura…
Pero las gotas no tienen el efecto deseado y mis ganas han aumentado…
Mis manos resbalan por tus pechos, acarician tus caderas, las dos estamos completamente desnudas, desnudas de nuestros miedos…
El calor del agua se une el calor de nuestros cuerpos y las oleadas de pasión se silencian a besos…
Tu piel cerca de la mía, me empujas contra la pared fría, mi cuerpo caliente se pierde en el vaiven de nuestras caricias…
Te acaricio, te susurro al oído, te deseo, eso te vuelve completamente loca, hasta que te hago desfallecer de placer, tres orgasmos tienes casi sin querer…
Ahora me toca a mi o eso me insinúas con la mirada… te resbalas por mi piel y bajas hasta mi centro de placer, un grito mudo muere a la orilla de tu piel…
Te beso bajo la lluvia de mil gotitas, de mil deseos sin resolver, de mil ideas locas que nunca llegarán a suceder…
