Ya sé que digo en todos los capítulos que Warrior Nun no se puede superar más. Sin embargo, es que es llega el siguiente capítulo y desde luego, que el show se supera y con creces. Estamos a penas a dos capítulos para terminar la temporada (y desgraciadamente, la serie, desde que Netflix decidió que un show con una pareja lésbica no merece la pena) y Warrior Nun no te va a dejar tomar un descanso por mucho que quieras o lo necesites.
Dejándonos el capítulo anterior con Ava queriendo matar con sus propias manos a un Adriel que se había adelantado en diez pasos a su plan, y con una Lilith que viene con fuerzas; este capítulo nos sigue con esa temática.
Transportando literalmente a Ava fuera del recinto, a algún punto de la ciudad, Lilith viene a pelear con Ava en su nueva forma. Porque sí, Lilith sigue evolucionando y Lilith ensaña su forma demoníaca a Ava que solo de la forma en la que sabe responder, lo hace con un chiste entre media. Pero Lilith ni para chistes está.
Embriagada por el lado oscuro, Lilith tira a Ava, que cae con esa super pose de heroína; y comienzan a pelear. La lucha es desde luego es impresionante. No lo digo yo, solo hay que ver como a evolucionado desde la temporada primera. Eso, añadido a los efectos CGI… ¿Qué os puedo decir? Realmente enseñan la pasión que han puesto en esta temporada. Ava apareciendo y desapareciendo con el poder del Halo, la charla de Lilith y Ava: una luchando por traer a la otra de vuelta y Lilith que vuelve a ser esa Lilith que odiaba a Ava por haberle robado el Halo y que ve en Adriel su momento de gloria.
Lilith y Ava están en polos opuestos y si queréis mujeres complicadas en vuestras series, Lilith os da todo ello y mucho más.
El caso es que la lucha de ambas lo tiene todo, ¿qué más puedo decir por ella? Dificultad, motivos para ello, poder, una nueva plaga: luz que quema a los no creyentes; es que no se puede pedir más. Y sí, podría decirlo porque soy una amante incondicional de esta serie, pero os aseguro que no es solo por ello. Si no por esa complejidad de personajes que nos da esta serie en todo momento.
Ava gana, claro está. Tiene el Halo y, aunque es empalada por Lilith; Ava consigue hacerle un poco de daño, por no decir mucho.
Volviendo con los demás, no debemos de olvidarnos que también nos hemos dejado algo en el tintero: la Madre Superiora, que nos la han matado. Bueno, casi. Porque cuando volvemos a la casa de la doctora Salvius, encontramos a Beatrice con ella en sus últimos momentos. Salvius no puede hacer nada más y con Beatrice tomando su mano y Salvius a su lado, vemos una de las escenas más demoledoras de la serie: su muerte.
Arrepintiéndose de sus pecados, arrepintiéndose de no haber ayudado a Ava desde el primer momento y dejar que su pasado influenciara en ello. Arrepintiéndose de no haber ayudado más; en ese momento desde luego que todas, puedo asegurar, que somos Beatrice, reconfortándola y diciéndole que Dios no verá sus cicatrices, si no los hechos que hizo y, si no terminas esta escena con alguna que otra lagrimilla por la Madre superiora, es que no tienes alma.
Bromeo, pero desde luego, vivir un momento así después de una pelea como la de Lilith y Ava y saber como tocarte la fibra sensible; no es que lo sepan hacer muchas series, todo hay que decirlo.
La Madre Superiora nos abandona, muere.
Y encima, con Ava llegando en ese preciso momento. La mirada que le echa a Beatrice, Bea diciéndole que no había nada más que hacer, la cara de Ava; es que así no se puede.
Aunque si quieres el remate de los remates para tus sentimientos y tu corazón, lo tienes. Ava se acerca a la Madre Superiora, ocupando el sitio de Beatrice y tendiéndose a su lado, se me hace un nudo en la garganta, se nos hace un nudo en la garganta el verla agarrada a ella, llorando por su muerte.
Por suerte, la tristeza no dura mucho y, básicamente, como un milagro en todo su significado; el Halo comienza a brillar con toda su fuerza. Más y más, hasta que… ¿milagro? La Madre Superiora revive. Al más estilo milagro de Cristo, la Madre Superiora vuelve a la vida y si antes estábamos con la llorera, ahora pasamos a la alegría. Tenemos a nuestra hermana de vuelta. Aquí no muere nadie.
Aunque la pregunta es, ¿Cómo? ¿Cómo es posible que el halo la a curado? ¿Se arrepintió de sus pecados y es por eso que el Halo la curó? ¿Ava hizo un milagro o es simplemente que el Halo aun recuerda a la Madre Superiora como su portadora? Sea como sea, es un milagro y, aunque es un momento de celebrar, no se puede. ¿Razón? Camila, Jazmine y las demás hermanas han sido tomadas. Excepto Dora, Beatrice, Miguel y Ava, las demás siguen en cautividad.
La hermana superiora ofrece un momento de rezo, pero Beatrice, ni para rezos está. Está enfadada, dolida o algo y si creíamos que nuestra hermana Beatrice era la gran creyente, no lo es más. Está cansada, dolida por todo y se nota que pierde su fe cuando sale corriendo del sitio. Eso sí, seguida enseguida por Ava, preocupada por ella.
Ava y Bea tienen este momento de abertura de corazón, por así decirlo, que nos ayuda a entender más a Beatrice. Porque esta está confundida, asustada y bien lo demuestra cuando dice lo esencial: sus sentimientos la nublaron.
“Es fácil enamorarse de una Monja Guerrera, lo difícil es amarla” No podemos evitar recordar las palabras de Camila en ese momento que decía algo así. Beatrice es deber y compromiso y ahora que tiene esos sentimientos por Ava, todo su mundo a cambiado por completo. No estarían en esa situación, para empezar. No estarían con medio equipo secuestrado y hubieran ganado si no fuera porque solo quiere salvar a Ava. “Retrasar lo inevitable” le dice incluso a Ava, que se nos queda con una carita de dolor inmenso. No podemos evitar recordar que el futuro de cada Monja Guerrera siempre termina siendo el mismo: la muerte.
¿Querías una relación complicada entre chicas? Bueno, la Monja Guerrera es tu show.
Deber versus compromiso. La salvación de un planeta entero por la vida de una chica o la vida de una chica por la vida de un planeta entero. Se podría resumir perfectamente la situación esa frase. Beatrice está enfadada con ella misma y sabe que lo mejor es ir por lo obvio: alejar el Halo de Adriel y nuestra Ava incluso le dice de volver a los Alpes para esconderse por siempre. Ava solo quiere una vida con Beatrice, Bea que solo quiere hacer lo correcto… ¡Dadnos un descanso, por el amor de Dios!
Dejando el drama a un lado por un momento, pasamos ahora a los secuestrados por los malos. En concreto, Camila. Que monja y encerrada, pero no pierde la oportunidad de ligar con uno de los que estaban ayudándoles. Incluso sabemos un poco más de su pasado: viniendo de una familia pobre, su madre que no podía alimentarla y por eso se unió al convento. Todos tenemos que hacer lo que tenemos que hacer para sobrevivir, ¿no es así? Además, que nos hace disfrutar de un momento tierno para variar, después de tanta llorera pelea. Camila es todo un cielo con el chico. Sin embargo, pronto los seguidores de Adriel vienen a por él y, aunque Camila intenta que no se lo lleven, en fin, poco puede hacer.
Volviendo al centro de operaciones de las hermanas, aka la casa de la doctora Salvius; no podemos olvidarnos de otra persona en cuestión: Miguel, nuestro chico bomba, nunca mejor dicho.
Hablando con su madre, esta le pide explicaciones sobre lo que vió en la retransmisión del evento, lo que hace que Miguel se sincere. Pobre Salvius. Pierde su hijo por dos meses, creyendo que está muerto y ahora que lo tiene de vuelta, puede que lo vuelva a perder de nuevo por culpa de “su misión”. ¿Honestamente? Este chico me da miedo, pero quien más miedo me da es Reya, que es capaz de “curar” a un niño, solo para transformarlo literalmente en una bomba cargada de Divinium. Aunque eso no es todo, es la forma en la que Miguel literalmente acepta su destino, acepta que debe de morir por una gran causa y, hasta con Ava. La convence de que eso es lo que deben de hacer. Es lo que tienen que hacer, pero Ava tiene optimismo y ha visto lo que hay en el otro lado: nada. Algo tienen que hacer y si yo fuera Ava, desde luego que lo haría, viendo lo raro que se pone Miguel cuando Salvius le muestra lo que Lilith consiguió grabar al otro lado del portal. La cara que pone cuando muestra a Raya, la forma en la que Miguel cambia el chip directamente.
Esto me da a mi muy mala espina, ¿qué queréis que os diga? Hay que hacer algo.
Y Ava es lo que va a hacer, seguir su última oportunidad: el padre Vicente, que robó la corona en la lucha, aprovechando el caos.
Aunque Vicente es otro de los que está cambiando y mucho. Su fe se tambalea y en la luz de que muestra quemando a los no creyentes, empieza a quemarle cuando da de frente con un mural de Ava. La consideran una nueva elegida, alguien en quien depositar su fe y así lo está haciendo Vicente cuando le entrega voluntariamente la corona. Vicente vuelve a tener las ideas un poco mas claras, por así decirlas. Sabe que Adriel es malo y debe de luchar contra él.
Y así lo vemos cuando, regresando con Camila, vemos que el chico con el que hablaba, ha sido también poseído por los demonios a los que controla Adriel. Camila intenta hablarlo con él, pero es demasiado tarde cuando se la lleva para que ella caiga también en sus manos. Bueno, eso cree porque cuando la llevan de camino: ¡Jazmine al rescate! La nueva nos ha salido luchadora y es que no la tomaron, se escondió para que no la pillaran y ha estado observando lo que se cuece. Porque en el centro de Adriel están endemoniando, por así decir, hasta los pobres bebes en una de las escenas más turbulentas del momento y que observan Jazmine y Camila. Porque que estén haciendo eso allí, no es casualidad: es para alimentar el arca. Porque sí, el Arca está en el centro, bajo tierra, como le indica Salvius a su hijo y este, luego a Ava.
Necesitan pararlo y lo único que pueden hacer es llamar a las demás y prepararse, es hora de luchar.
Sin embargo, hay algo más de lo que se deberían de ocupar antes: Ava y Vicente. Este quiere redimirse, quiere arrepentirse de sus pecados y darle su fe a Ava, que quiere enfrentarse a Adriel. A solas. Quiere la misión suicida para ella misma. Así que, ¿cómo hacerle saber a Adriel que todo esto se va a terminar? Con los tatuajes de Vicente.
Sí; ¿recordáis el brillo de Vicente allá por el momento catacumbas y lucha en las calles? Era porque tenía Divinium y para comunicarse con Adriel y la forma en la que va Ava va a utilizarlo para comunicarse con él. Ava utiliza todo su poder con ello y, aunque Vicente queda literalmente desmarcado cuando el Divinium se destruye de su cuerpo, Adriel queda advertido: la lucha final se acerca.
Ava va a por todas, aunque ahí no queda la cosa. Necesita hacer algo más y es ir una vez más allí donde lo llevó el Halo. ¿A hacer qué? Ni idea, solo vemos que cuando las hermanas van a buscar a Ava, entre ellas Beatrice, lo siguiente que vemos es Ava con la corona puesta y Beatrice en modo protección activada de nuevo cuando manda a Miguel a quitarle la corona. Pero Vicente los para porque no ha sido cosa de él, si no de Ava. Ella misma se lo puso…
Debo de añadir que ese momento en el que Miguel es el primero en preguntarle a Beatrice si eso sería verdad, es mi preferido. No sé por qué, pero el hecho que hasta él mismo vea los sentimientos de Beatrice por Ava es muy divertido.
Sea lo que sea, Ava está ahora en el otro mundo y con Taraskas frente a ella. ¿Qué va a pasar? Eso me gustaría a mi saber porque por el momento, ahí nos quedamos con el episodio por el momento.
Porque el final de la temporada está aquí y viene más cargado que nunca. La lucha contra Adriel, el salvar a las hermanas, el plan de Ava, el de Miguel, el saber qué va a hacer Beatrice sabiendo lo que podría pasar finalmente allí.
Este final no va a dejar a nadie indiferente y vamos a estar aquí para vivirlo a toda regla. ¿Estáis preparados para ello? Porque yo definitivamente, allá que me tiro.
¿Qué pensáis?