Si por algo los RPG (Role-Playing Games, juegos de rol) son de mis videojuegos predilectos, es por la posibilidad de confeccionar un personaje a tu gusto y vivir una aventura que se convierte en tuya por completo. Este ha sido un ingrediente primordial que le ha granjeado a Bethesda el éxito con sus títulos. A diferencia de otro tipo de RPG, Bethesda siempre ha sabido elaborar universos que podemos explorar bajo nuestras propias reglas; no te impone un guion, el juego es tuyo para vivirlo como gustes. Así, la historia principal deja de ser relevante o las misiones. Lo que importa es lo que tú construyes con tu interacción con el mundo.
Ante este panorama, sí, en principio nunca existieron impedimentos para imaginarte como la guerrera lesbiana que salvará el mundo del dios maligno.
Con su reciente título, Starfield, no iba a ser menos. Si los Elder Scrolls nos llevaban de la mano por maravillosos lugares de fantasía, y la serie Fallout por páramos desolados por una antigua guerra nuclear, con Starfield llegaremos hasta el insondable y desconocido espacio. Además, como sucedía con sus últimos títulos, este viaje no tiene por qué ser solitario. Porque ¿qué es mejor que explorar las maravillas ocultas entre las estrellas? Pues hacerlo en la compañía de la chica que te gusta.
Crear un personaje sin anticuados conceptos es de guapas
Antes de hablar del salseo, comencemos por el principio: el editor del personaje. Como buen RPG, puedes confeccionar a la protagonista de la historia y, ojo, porque en Starfield puedes ser quién te dé la gana. Atrás quedaron las escuetas opciones para jugar como hombre o mujer, aquí eliges qué tipo de cuerpo quieres y hasta la forma de caminar, si prefieres ser una diva espacial o una señora de brazacos como cañones, pelo largo, corto. No hay limitaciones, casi como en la vida misma. Hasta puedes seleccionar tus pronombres de manera independiente al resto de opciones, incluyendo pronombres neutros.
Y todo esto es una alegría porque cada vez es más común verlo en juegos modernos y qué bien, oye.
Ponte traje y casco, ¡nos vamos al espacio!, o no…
Nuestro viaje espacial empieza en una mina. Sí, no parece un inicio muy épico en plena era espacial, pero en nada nuestra vida cambiará por completo, pues encontraremos un extraño artefacto que nos dará unas misteriosas visiones, muy a lo Mass Effect, aunque menos perturbadoras.
A continuación, conocemos a Barrett, miembro de Constelación, un grupo de exploradores espaciales que, entre otras cosas, están tras la pista de estos extraños artefactos. Por lo que, en cuanto se entera de nuestra experiencia, nos invita a unirnos. Tampoco es que te deje elegir, ya que te da su nave, su robot (Vasco, muy mono él) y ¡hala, amiga!, ni siquiera te pide currículum o antecedentes penales. Y bien podrías tomar la nave, irte al rincón más recóndito del universo e ignorar a esta gente por completo, que tú estabas muy tranquila con tu vida de minera, pero es tu primer contacto en este nuevo mundo de Bethesda y todo te parece más alienígena que el artefacto de marras. Así que allá que vas.
Después de varias idas y venidas con la nueva nave, nos vemos en Constelación por fin. Tengo que admitir que no ha sido nada sencillo llegar hasta ahí entre menús liosos y la cantidad de sistemas que te lanza el juego a la cara de primeras. A mí la cabeza me echaba humo.
Aunque sobre las desavenencias que hemos tenido muchas jugadoras con Starfield, hablé en un vídeo que hice, así que nos podemos ahorrar los detalles en este artículo y saltar al siguiente punto relevante: ¿dónde están las señoras con las que podemos ligar?
La enamoración no se hace sola, hay que hacerla
En Starfield puedes reclutar a mucha gente para que forme parte de tu tripulación o puestos planetarios, aunque, en verdad, solo cuatro nos ofrecen la posibilidad de tener relaciones más profundas que pueden derivar en una bonita amistad, romance, casamiento e incluso el divorcio. Estos cuatro personajes, además, forman parte de Constelación: Barrett (que ya hemos conocido), Sam Coe (cowboy del espacio y no sé si mejor padre de la galaxia), y, por último, Sarah Morgan y Andreja (a las que vamos a centrar todo nuestro interés ahora mismo).
A Sarah Morgan la conocerás nada más llegar a la sede de Constelación y enseguida formará parte de tu tripulación. De hecho, te ofrecerá de las primeras misiones disponibles, que además tienes que hacer con ella sí o sí. Habrá que hacer el sacrificio… (je, je).
Como decía al principio, en estos juegos Bethesda logra que vivas una experiencia única, la historia que importa es la que tú vas armando con lo que te sucede. Así es como recuerdo el comienzo de mi viaje junto a Sarah. Pues estábamos tan tranquilas paseando por los parajes nevados del norte de Jemison, escaneando muestras de flora y fauna, cuando un rugido irrumpe a lo lejos. Una, que es incrédula e ignorante en las primeras horas de juego, va rauda a por nuevas muestras cuando se topa con una de las criaturas más siniestras y terroríficas del universo: un horromorfo (su nombre lo dice todo). Por cierto, si quieren descubrir más sobre estas misteriosas criaturas, les recomiendo hacer las misiones de la facción de la Vanguardia, fue de mis favoritas.
En fin, que me veo en esta tesitura con el bicho enorme este, apenas de nivel cinco, con armas cutres y poca munición. Por supuesto, hice lo mejor que se puede hacer para impresionar a una chica: huir a la roca más alta. Pero, ay, señoras, la munición se acaba, Sarah cae inconsciente y debo tomar una decisión. No me quedó más remedio que enfrentarme al bicho con lo único que podía usar en ese momento: un hacha.
Después de esta experiencia traumática, tuve claro que más me valía seguir un poco con la trama principal, que con suerte me ayudaría a subir unos niveles, ganar algo de dinero y enfrentarme con más dignidad a mis próximos enemigos. Seguro que con mi acción nada valerosa que casi le cuesta la vida a la pobre Sarah, ya me marcó una red flag.
Por otro lado, avanzar en la misión principal es la única manera de conocer a la siguiente posible pretendienta de este juego: Andreja. Ay, Andreja…
Les pongo en situación: de pronto me topo con esta misteriosa mujer, dándole tiros a unos malhechores y, antes de que me dé tiempo a pestañear, su arma me apunta a la cara y me habla de malas formas, lanzando una amenaza velada sobre mi persona. Fue amor a primera vista (el mío por ella).
Por si yo no tuviera suficiente con ese encuentro, es uno de los personajes con un pasado más turbulento, solitario y misterioso. Tampoco quiero revelar mucho, porque es muy interesante descubrirlo a lo largo del juego mientras nos acompaña en nuestras aventuras, pero su trasfondo está relacionado con una de las facciones más importantes de Starfield. Encima su relación es todo slow burn, así que ya tengo marcada la mayoría de tropos de mi lista de favoritos.
¿Les he contado ya que la persona que llevas contigo te hace regalitos? No le di mucha importancia al principio porque ninguno me había dado nada muy útil (dicen que el detalle es lo que cuenta, pero el inventario en Starfield es muy limitado, Sarah, no tengo más hueco para tus plantas). Eso fue hasta que llegó Andreja. Después de visitar un planeta que ni recuerdo, me dice que tiene algo para mí y yo voy a hablar con ella de cabeza como buena lesbiana. Cuál sería mi sorpresa cuando me regala… DINERO. Mucha gente considera este tipo de regalo una cutrez, pero yo estaba gritando como la Veneno: ¡que me caso! Muy bien, Andreja, este era un tropo que ni sabía que prefería.
Y había solo una cama…
Hablando de tropos, en nuestra nave, la Frontier, solo hay una cama y como el roce hace el cariño y los viajes entre planetas duran tanto… Bueno, perdón, que me puede la imaginación, más bien, son las decisiones que tomemos y cómo resolvamos ciertas situaciones lo que va a definir nuestras relaciones. Cualquier mínima acción hará que cualquiera de los cuatro personajes de Constelación que llevemos incremente o no su afinidad hacia nosotras. Tienes que prestar atención a sus comentarios mientras viajan contigo para intuir lo que les puede gustar, ciertas acciones pueden hacerlos enfadar y te pueden mandar a tomar viento en un santiamén.
Con el tiempo, si les caes bien, tanto Sarah como Andreja se irán abriendo cada vez más, revelándote aspectos personales de su vida, preocupaciones, dudas… Podrás aconsejarlas, animarlas (o no) y, en posteriores conversaciones, ellas recordarán lo que les habías dicho. Si la confianza es suficiente, te pedirán ayuda y te saltará una misión personal que afianzará más tu relación con ellas. Además de todo eso, podrás aprovechar las ocasiones que te dé el juego para tirarles ficha, que no se queden con la típica duda de «¿Está siendo muy maja conmigo o quiere rollo? Seguro que solo está siendo maja».
Finalmente, si tu romance espacial funciona y has encontrado a la mujer de tu vida, puedes casarte con alguna de las dos. Aunque hay gente pilla por internet que afirma haber logrado tener un matrimonio con ambas.
Volviendo a cómo se desarrollan las relaciones en Starfield, un detalle que me pareció maravilloso fue que evolucionan muy distinto de acuerdo a las personalidades de cada personaje. Así que puedes esperar que a una mujer como Andreja le tome mucho más tiempo dejarse llevar y confiar en ti que a Sarah, y mucho más todavía abrir su complicado corazón al amor. No dije lo del slow burn en broma.
Aquí quiero hacer un inciso porque juegos como los de Bioware, con sus Dragon Age y Mass Effect, y recientemente Larian, con su maravilloso Baldur’s Gate 3, quizá nos tienen mal acostumbradas con el tema del romance (no nos tienen mal acostumbradas, así es como hay que hacer las cosas, ¿verdad?). Ay, en Starfield si vienes buscando cinemáticas con chicha, te llevarás una decepción, ni siquiera hay un beso o un triste abrazo. ¡Tampoco si te casas!
Eso no quita todo lo demás, porque a diferencia de sus otros títulos, con Starfield la compañía de Sarah y Andreja le da un toque especial a tu experiencia en el juego, ya que reaccionan a muchos acontecimientos y lugares que visitas, con suerte también te lanzan algún piropo y al final son la guinda para vivir tu aventura de lesbianas en el espacio.
Y no olvidemos que esto es un juego de Bethesda, así que si te cansas de artefactos, horromorfos y vainas espaciales, siempre te puedes montar una granjita en un planeta recóndito para vivir tu cliché lésbico favorito y adiós muy buenas, Constelación.
- Starfield es el primer universo nuevo en más de 25 años de Bethesda Game Studios, los galardonados creadores de The Elder Scrolls V: Skyrim y Fallout 4. En este juego de rol de próxima generación ambientado entre las estrellas, podrás hacerte el personaje que desees y explorar con una libertad sin precedentes mientras te embarcas en un viaje épico para desentrañar el mayor misterio de la humanidad.