Sueños de libertad resumen de episodios 100 a 117 escenas de Marta y Fina

Bienvenidas a Sueños de Libertad, esa serie en la que tienen dos semanas a pan y agua y luego te meten un subidón de romance en vena que te deja enganchadita para las próximas curvas que vienen. ¿Quién se apunta a repasar lo que ha pasado con las Mafin esta semana?

Marta y Fina en el episodio 100- 101 de Sueños de Libertad

En nuestro último resumen nos habíamos quedado en que Marta y Fina por fin se habían reconciliado, así que no miento si digo que todas estábamos esperando romance a tope. Miel derramada por toda la perfumería, besos a escondidas, risitas monas. ¿Qué fue lo que nos llegó? Casi que dos semanas con escenas escasas entre las Mafin. Carita de payasas se nos quedaron a todas. Pero igual seguimos aquí y al final hemos tenido recompensa.

En el episodio 100 no hubo Mafin, pero el 101 sí que tuvimos escenita.

Nuestro episodio comienza con Marta entrando en al tienda y Fina coqueteándose a tope haciendo como que no la conoce y es una clienta más de la tienda. Marta, obviamente le sigue el juego porque las dos están en el pico alto de la luna de miel y las dos nos regalan una de esas escenitas con mucha química y diálogos de los que nos dejan en las nubes.

Fina: Buenas tardes señora. ¿Le puedo ayudar en algo?
Marta: Vera, me gusta el perfume que lleva. ¿Lo venden ustedes aquí?
Fina: Todo lo que me gusta lo puede encontrar en esta tienda. Perfumes, jabones, maquillaje y todo lo demás.
Marta: ¿Y cómo sé que me puedo fiar de usted?
Fina: ¡Uy! Señora se puede fiar de mi. Yo tengo muy buen gusto.

Las dos están risita por aquí y risita para allá aprovechando que están a solas porque Claudia sigue enferma y Carmen está en el almacén. A Marta no le gusta demasiado que últimamente Claudia siempre está enferma, pero claro, la mujer no sabe que la pobre está embarazada. Así que Fina la cubre a tope. Marta le pregunta si ella la va a tener que cuidar y Fina le dice que sí, que entre ella y Carmen se van a turnar y la de La Reina suspira porque eso le echa a perder los planes.

Fina: ¿Por qué lo dices?
Marta: Porque yo quiero una escapada contigo a Madrid o a donde sea.
Fina: Puedo y quiero
Marta: ¿Cuando?
Fina: Pues vamos a tener que esperar un par de días más a ver si se va recuperando poco a poco.
Marta: ¡Ni uno más por Dios!

¿Hemos llorado un poquito cuando vimos que no se iban a escapar a Madrid? Pues la verdad es que sí, pero a estas alturas ya nos estamos acostumbrando así que nos conformamos un poquito con la escena mona del coqueteo. Igual tuvimos doble ración, porque en la siguiente escena vemos a las chicas trabajando los pedidos de la tienda. Y obviamente no pueden desaprovechar la ocasión para seguir coqueteando porque llevan una eternidad separadas y no hay tiempo que perder.

Fina: Ay Marta, es que me muero por besarte. En el cuello, en las mejillas, en la comisura de los labios… Marta: Pues yo todavía sería más directa, porque Fina Valero, me vuelve loca tu boca. Necesito ya una escapada a Madrid.

Como dirían nuestras abuelas, estas señoras están más calientes que el palo de un churrero. Necesitan una escapada a Madrid casi tanto como nosotras, que ya es decir. Pero eso las lleva a cometer errores porque, están a punto de besarse cuando alguien entra en la tienda y les pega el susto de sus vidas. ¡Menos mal que Fina Valero es rápida con las reacciones y le suelta un: «¿Doña Marta ya se le salió la pestaña?» y las dos fingen que la estaba a ayudando con eso. Además, Tasio está despistado con lo suyo, así que ni se entera.

A Marta le entra un poco el patatús porque estuvieron a puntito de pillarlas con las manos en la masa y se lo toma fatal. Le dice a Fina que apenas llevan un día juntas y ya casi las cachan y que esto no es un juego. Fina le dice que le cuesta mucho no tocarla cuando la ve, pero que sabe que esto es importante y que tendrá mucho cuidado a partir de ahora. Marta se tranquiliza y al final las dos deciden que a partir de ese momento tendrán muchísimo cuidado.

Mafin en el episodio 102 – 110 de Sueños de Libertad

Del episodio 102 al 109 no hubo Mafin… No voy a incidir porque ustedes lo sufrieron conmigo y tampoco tiene caso. Pero vamos que fue reconciliarse las chicas y prácticamente cero escenas entre ellas. ¡En este fandom se sabe sufrir! En el 110 tuvimos una mini escena en la que vemos a Fina preguntarle a Marta que dónde ha estado porque ha estado desaparecida. La de La Reina le explica entonces a su churri que está teniendo problemas porque las conversaciones con la señora Lambert se están alargando. Y es que Marta está intentando que los perfumes de la reina se empiecen a vender en Francia y para eso necesita estar a bien con esta señora.

Marta le promete a Fina que encontrará un huequito para estar con ella, y cuando Fina le responde que no se preocupe porque no es necesario, ella le responde que sí que lo es y que esa noche se van a Madrid las dos juntas.

Marta y Fina en el episodio 111- 112 de Sueños de Libertad

La siguiente vez que vemos a las Mafin juntas es en el episodio 112 en el que ya están disfrutando de su viaje a Toledo. La noche no la hemos visto (triste pero cierto) pero los paseos de día sí que sí y los exteriores siempre son muy bonitos. Así que intentaré centrarme en eso. Las chicas pasean por las calles de Toledo mientras que Marta le cuenta a Fina que siente que en su trabajo la valoran poco y mal. Primero porque su hermano se tira las flores de todo el trabajo que ella está haciendo y parece que es el cerebrito de la familia cuando más bien siempre la está liando. Y luego porque Marta siente que casi que la tienen ahí de adorno.

Su único consuelo es que ahí está Isabel, su nueva secretaria, que la entiende y la hace sentir menos sola. Algo que a Fina le hace levantar las cejas a niveles nunca antes vistos. Sobre todo porque Marta sigue hablando de lo mucho que le gusta Isabel como secretaria y como siente que le puede plantar cara a su hermano si intenta pasarse de la raya con ella.

Fina está un poco rayada por el tema y Marta se da cuenta, así que le pregunta si no le importa el tema y Fina le responde que sí, porque es importante para Marta, pero que ella siente que tendría que preocuparse menos por la empresa y más por la vida.

Fina: Marta yo entiendo que te preocupe tu trabajo pero la vida es lo que hay cuando sales de el. Nosotras, nuestras escapadas, nuestros momentitos a solas. Noches como las de ayer.
Marta: Lo sé. Si me levanto todos los días con una sonrisa es porque sé que voy a estar contigo. Fina, yo ahora mismo podría renunciar a todo menos a ti.

Con esa sencilla frase Marta deja contenta a Fina y las dos tan felices como siempre. Eso sí, más adelante en el episodio vemos a Marta comentando con su secretaria Isabel sobre negocios y las vemos a las dos haciendo migas sobre los libros que las dos leen y como se sienten en el entorno de trabajo. Vamos, que se están acercando porque las dos tienen cosas en común.

Mafin en el episodio 113 de Sueños de Libertad

En el episodio 13 empezamos con Marta haciendo inventario con Carmen. Marta se queda en la tienda sola mientras que Carmen va a revisar unas cosas en el almacén y ahí es cuando aparece Fina, que de inmediato le suelta un: «Te comería a besos». Pero para nuestra desgracia, Marta tiene muchísimo trabajo y no puede ponerse a coquetear, aunque ganas no le faltan. Fina se ofrece a ayudarla, le dice que Carmen y ella pueden hacerlo y llevárselo a la oficina, pero Marta le explica que le urge terminarlo, así que se va a poner ella misma a hacerlo.

El problema comienza cuando Marta le explica a Fina que el informe se lo va a redactar Isabel que en su opinión lo va a hacer perfectamente. Fina en un principio está tranquila en plan: «que bueno que tengas alguien que te ayude», pero luego Marta sigue con que sin ella jamás habría salido lo de Francia porque sabe de todo un poco. Fina medio en broma, medio en serio dice que va a tener que ir al despacho a conocerla. Y Marta que está en la parra le dice que de primera mano parece seria pero que en realidad es super culta, que se puede hablar con ella de libros, de conciertos, etc. Y ahí sí la ceja se le para a Fina una vez más porque la de La Reina no para de hablar de su secretaria.

Marta: Creo que nos vamos a llevar muy bien.
Fina: ¿En serio? ¡Pues por qué no te va a Madrid con ella en lugar de conmigo!
Marta: ¿A qué viene eso?
Fina: No sé… tú dirás… poco más me convences de que te has enamorado de ella.
Marta: ¡Uy que estás celosa! ¡Celosísima!
Fina: ¿Qué dices Marta? Por favor no seas tonta eh.
Marta: No, eso eres tú. No podría fijarme en nadie que no fueses tú. ¿No te has enterado de que estoy loquita por ti?

Fina está celosa también porque siente que Isabel es todo lo que no es ella. No es tan inteligente como Isabel, tampoco tiene su cultura… y ahí a Marta ya empieza a dejar de hacerle gracia que Fina tenga celos. Porque se empieza dar cuenta que la cosa va más en serio de lo que ella pensaba. Le dice que no puede dudar de ella después de todo lo que han pasado.

Fina se disculpa porque sabe que es ella la que está mal en esta situación, pero le dice que ya podía hablar de ella tan bien como habla de su secretaria. Marta le responde que de Isabel puede hablar así precisamente porque no siente nada por ella.

Fina: Admiración sientes.
Marta: Ah ¿crees que a ti no te admiro? Que vayas siempre con la vedad por delante. Eres la persona más valiente que conozco.
Fina: Tan valiente no seré si me aterra que te aburras de mi.
Marta: Lo que me aburre es esta conversación que no tiene ningún sentido. Me preocupa que por esta tontería te amargues el día. Tú eres única para mi. ¿Lo sabes? No podría ocupar nadie tu lugar.

Lo siguiente que vemos en el episodio es que Isabel se pasa por la tienda y Fina inmediatamente le hace un marcaje y se pone a hablar con ella. Le dice que es raro que nunca haya ido a la cantina, pero Isabel le dice que sería impensable que ella fuera porque no puede «compadrear» con los empleados porque todo lo que puede decir es información confidencial. Isabel le pide ayuda a Fina para escoger un regalo para una conocida y ella le recomienda unos jabones.

Las dos siguen hablando y Fina le saca el tema de que le guste la música porque quiere aprovechar para regalarle algo a «alguien muy especial para ella». Isabel le dice que en lugar de regalarle un disco, le regale entradas a un concierto y le recomienda que compre entradas para un recital en Madrid.

Marta y Fina en el episodio 114 de Sueños de Libertad

Marta: Siempre me ha gustado la luz de Madrid a estas horas. Como choca en los edificios proyectando sombras gigantescas en el suelo, que dejan constancia de la gran metrópoli que es esta ciudad.

Y así empezamos el episodio 114 de Sueños de Libertad. Con Marta en plena fase de poeta amorosa y con Fina enamorada y pidiéndole que le escriba algo. Marta le dice que tendría que ganárselo y Fina la sorprende con los boletos para el concierto de Luis Mariano y Gloria Lasso. La morena le dice que le quiere pedir perdón por sentir esos celos tontos, pero además demostrarle que la quiere como a nadie.

A Marta la sorpresa le encanta y además se moría de ganas de verlos, así que el regalo es perfecto. Lo único que no le gusta es que Fina se haya gastado tanto dinero. Pero Fina le dice que fue un regalo a largo plazo porque ella también va a ir. Marta le dice que no es necesario que le regale nada para disculparse pero Fina le responde que fue un poco también para pasar más tiempo juntas así que ella sale ganando. Así que las dos planifican ir y rentar un cuartito en un hotel para celebrar.

Mafin en el episodio 115 de Sueños de Libertad

El episodio 115 de Sueños de Libertad Marta está a punto de cancelar la salida con Fina porque María ha tenido un accidente y ha perdido el bebé (o al menos eso es lo que le ha dicho a todo el mundo). Pero cuando Jaime y ella hablan, él la convence de que vaya de todos modos con Fina porque en casa no puede hacer nada y hay que aprovechar el poco tiempo de vida que tenemos.

Marta se queda con la mosca detrás de la oreja porque a Jaime se le nota cada vez más que está enfermo y hasta se pasa por el consultorio para preguntarle a Luz si lo ha notado raro. Ella disimula y le dice que hasta donde ella sabe todo bien. Marta no se queda del todo contenta, pero piensa que es que está afectado por cosas de su trabajo y lo deja por la paz.

Lo siguiente que vemos es a las Mafin saliendo del recital contentísimas. Las dos van hablando de lo bien que se lo pasaron. De lo genial que ha sido estar en un sitio en el que las miradas no están encima de ellas y pueden pasar abrazos o caricias como algo normal y sobre todo ojear otras parejas de bolleritas que también se camuflan en el lugar. Porque nuestra Fina Valero tiene el gaydar muy bien afinado y rápidamente le dio el clásico codazo a Marta para que se fijara ella también.

La verdad esa escena me hizo mucha gracia porque ¿Quién no ha hecho algo así? A todas nos emociona no sentirnos la única lesbiana en el universo. En fin que las dos creen que ha sido un acierto y ya planifican repetir la experiencia en numerosas ocasiones. Lo han pasado también que Fina propone pasar del plan de la cena e irse directamente al postre. Si es que Fina siempre sabe lo que quiere.

Éramos felices hasta que de repente aparece Isabel que también fue al concierto y se las topa de frente. Y claro, como no es tonta de inmediato se da cuenta de que la «persona especial» de Fina era Marta. Eso sí, la Valero para las excusas es rápida y dice que como Marta se ha portado tan bien con ella cuando su padre estuvo a punto de morir pues quería agradecérselo. Sobre todo porque su marido le consiguió la cura a su padre.

Al final parece que Isabel se queda contenta con las explicaciones y las deja a solas con el susto. Tanto que Marta le dice que ya no pueden arriesgarse a ir a cenar y van a tener que «sacrificarse» e irse directas al postre. ¡Como sufren las niñas!

Marta y Fina en el episodio 116 de Sueños de Libertad

En el episodio 116 vemos a Marta y a Fina paseando por un parque por la mañana. Las dos están contentas, pero a Fina le queda la resaca de haberse encontrado con Isabel después del recital. Sigue nerviosa porque piensa que pudo haber intuido algo. Y para variar, ahora es Marta la que está tranquila y le dice que están perfectamente cubiertas y necesita relajarse y disfrutar de lo que tienen.

Marta le dice que mentirán sobre donde ha dormido Fina y que no hay que obsesionarse. Y al final a Fina se le olvida todo mirándola.

Fina: Marta tienes unos ojos tan bonitos que podría perderme en ellos.
Marta: Si me sigues mirando así voy a hacer una barbaridad en público.
Fina: Nada me gustaría más, pero la vida real nos espera.
Marta: No te equivoques, la vida real es esto. Es lo demás lo que sobra.

Lo siguiente que vemos es a Marta hablando con Jaime en la oficina y contándole que le ha comprado un pañuelo para Fina. En esas están cuando Isabel entra y se fija en el pañuelo, porque por lo visto le encanta la tienda donde la de La Reina lo ha comprado y siempre se fija al pasar. Isabel le pregunta si es un regalo y Marta le dice que no, que quiso darse un capricho y ahí queda la cosa.

Lo siguiente que vemos es a las Mafin que se vuelven a encontrar en parque. Marta quiere que se vuelvan a ir juntitas al hotelito del amor, pero a Fina le pone nerviosa que las vuelvan a ver juntas por segundo día. Teme que Isabel sospeche algo. Pero Marta rápidamente la distrae diciéndole que tiene un regalito para ella y dándole el pañuelo.

Fina flipa en colores porque es el mismo pañuelo que llevaba la cantante Gloria Lasso en el concierto. Y como Marta vio que le gustó tanto, la mujer sacó sus dotes detectivescas para descubrir dónde lo había conseguido y se ha hecho con uno igual. Así que el regalo es doble para Fina. Por un lado es un pañuelo precioso y por el otro el detalle y el amor que le puso Marta.

A Fina le encanta el regalo, lo único que la hace sufrir es que solo se lo va a poder poner en sus citas a solas con Marta, porque todo el que la conozca sabe que ella jamás se compraría algo tan elegante. Marta la mira, la toma de la barbilla y le suelta un: «Fina Valero, nada jamás será demasiado elegante para ti».

Al final las dos deciden que se van a ir a cenar otra vez juntas a Madrid y por su puesto se van a ir al hotelito del amor. Porque según Marta: «Últimamente las noches son lo mejor de mis días».

Mafin en el episodio 117 de Sueños de Libertad

El episodio 117 lo comenzamos con Fina probándose el pañuelo en la tienda cuando llega Isabel a comprar otros jabones. La mujer, que tiene ojo de águila, de inmediato se da cuenta de que el pañuelo que trae Fina es de la tienda de donde compró el regalo Marta y empieza a indagar. Que si es un pañuelo muy caro y a ella no le alcanzaría con su sueldo, que si es muy raro, etc. Fina le dice que a ella tampoco le alcanza, pero que se lo regaló su padre. Pero vamos que Isabel ya tiene la mosca detrás de la oreja.

Cuando Marta aparece por la tienda, Fina le cuenta el encuentro con Isabel y que se puso muy nerviosa. Marta le dice que Isabel sabe que ella compró en esa tienda, pero que no vio lo que había dentro, así que de momento siguen a salvo. Pero Fina está cada vez más nerviosa. Eso sí, los nervios se les quitan a las dos cuando hablan del hotelito al que se van a ir en la noche. Porque es pensar en verse a solas y olvidarse del universo.

Por la tarde Marta llega a la oficina y se encuentra con que Isabel está revisando las nóminas de los empleados y se empieza a dar cuenta de que su secretaria está fisgando más de lo que debería. Isabel le empieza a dar muy mala espina y por eso, cuando se encuentra con Fina le dice que tienen que tener más cuidado porque al menos ella ha estado con el subidón y no ha ido con cuidado.

Fina se queda super trabada porque hace medio segundo era Marta la que estaba con que se vieran a diario y le pregunta si ha pasado algo. La de La Reina le responde que no, pero que tienen que ir con pies de plomo. Fina se empieza a enfadar porque piensa que Marta se está echando para atrás otra vez y Marta de plano le para el carro dándole un mini piquito ahí en pleno pasillo y a la luz del día. Y obviamente Isabel las ve porque somos unas desgraciadas.

Y hasta aquí nos quedamos en este resumen de Marta y Fina ¡se va a liar muy parda! La cuestión es ¿cuando?