Señoras hoy estoy muy contenta, porque vengo a presentarles a dos chicas que estoy segura que les van a encantar. Se trata de Patricia y Lucía, la nueva pareja lésbica de «Las Trampas del Deseo». Como sé que ustedes son exigentes y no se conforman con poco, les contaré que las chicas vienen con muy buenas referencias, porque la serie está creada por Argos, ¿no se acuerdan quienes son? No se apuren que en un segundo se los cuento.
Argos es una productora mexicana que aquí en lesbicanarias queremos un montón, básicamente porque el 90% de todos los personajes lésbicos que no están estereotipados y tienen una historia creíble e interesante en México han surgido en sus oficinas. Y no es una cosa que lleven haciendo dos años, por allá de 1996 rompieron todos los moldes cuando presentaron los personajes de Alma y Soraya en «Nada Personal», pero luego han seguido con Capadocia, aunque estoy segura de que la mayoría de ustedes los recuerda por habernos enseñado lo que era un «amor bonito» cuando nos regalaron a la pareja de Julia y Mariana en «Las Aparicio».
¿De qué trata Las Trampas del Deseo?
Las trampas del deseo fue una novela de 120 episodios centrada en 3 mujeres que están buscando satisfacer un deseo particular. La historia hablaba sobre temas de realidad social complicados como el suicidio y la trata de blancas sin maquillaje. Vamos que las cosas duras de la vida te tocaba verlas tal cual.
¿Quién es Lucía Salazar de Fuentes?
Cuando empieza la serie, Lucía (Alexandra de la Mora)es la típica ama de casa que está completamente dedicada a su hogar. Su vida consiste en verse bien, mantenerse en forma y cuidar de Larissa, su hija. Está totalmente obsesionada con su físico y agradarle a su marido. Es muy desinhibida y parece que se come el mundo a bocados, pero en el fondo es insegura, sobre todo en lo que respecta a su físico.
¿Quién es Patricia de Santana?
Patricia (Bianca Calderón) está casada con Mario y tiene una hija llamada Valeria, pero es más independiente en el plano profesional. Quiere mucho a su marido pero su vida sexual con él es un desastre. Ella nunca ha tenido un orgasmo y parece que no son muy compatibles en la cama. Patricia es «la esposa perfecta» y le importa mucho lo que piensen de ella, sobre todo cuando se trata de su familia, así que hace todo lo posible por cumplir las expectativas de la gente que quiere y está a su alrededor.
La historia de amor entre Patricia y Lucía
Nuestra historia comienza porque Patricia y Lucía son vecinas y sus hijas, llamadas Larisa y Valeria son las mejores amigas del mundo, así que constantemente están hablando y se hacen amigas. Las dos se cuentan sus problemas, así que Patricia le cuenta a Lucía que tiene problemas en la cama con su marido, y su amiga le da consejos para mejorar su vida sexual.
Un día, Patricia se asoma por la ventana y ve a Lucía y a su marido dándole vuelo a la hilacha. La mujer se queda pegada a la visión, o al menos lo hubiera seguido haciendo si no hubiera llegado Mario en ese momento. Las cosas entre los dos siguen mal en el tema sexual y ella lo rechaza constantemente, así que eso está causando muchas tensiones en su matrimonio
Un día, Lucía va a casa de Patricia para platicar, así que las dos se sirven sendas copas de vino y se ponen a darle a la sin hueso. La rubia está traumada porque siente que su esposo ya no la encuentra tan atractiva como antes, cree que se está poniendo gorda y vieja. Patricia se ríe de sus comentarios porque está claro que si enflaca más se la lleva el viento y bueno, si somos sinceras todas tenemos ojos y sabemos que está de muy buen ver.
La cosa es que Lucía insiste en que «se le están colgando» así que hace que Patricia le toque los pechos para que lo vea. Patricia se queda K.O. y le dice que está perfecta, pero claro la mano sigue ahí y entre el vino y el momento terminan besándose. Pero cuando termina el beso las dos se ríen un montón en plan ¡estamos más locas que una cabra! Y la cosa queda ahí.
Lucía no le da más importancia al asunto, pero Patricia se siente incómoda, así que en una cena de parejas que tienen le dice en la cocina que se siente mal y que nunca más puede pasar algo así. Lucía le dice que se relaje, que fue una cosa del vino y la diversión y que ya fue, así que no tiene porque traumarse al respecto.
El caso es que al volver a casa Mario le dice a Patricia que escuchó parte de la conversación y ella le termina confesando lo que pasó. Él más que ponerse celoso se emociona con la imagen y se le ocurre la idea de que, para revivir su vida sexual deberían tener un trío con otra chica.
A Patricia no le parece buena idea, piensa que es una locura y que puede salir muy mal. No tiene claro que pueda gustarle y encima piensa que se puede poner celosa al verlo con otra mujer, pero él insiste una y otra vez hasta que la convence, así que se ponen en contacto con una chica y la invitan a casa.
A la hora de la hora, Patricia se arrepiente, pero Mario consigue convencerla de que al menos le den una oportunidad a la chica y terminan teniendo sexo con ella. Bueno, Patricia tuvo sexo con ella, Mario… digamos que se sintió un poco fuera de toda la acción. ¿Se acuerdan esa escena en la que Ross le cuenta a Joey lo de su trío? pues más o menos así. Eso provoca aún más problemas en el matrimonio, porque Mario está super enfadado y se siente inseguro y Patricia no entiende que, después de haber tenido un trío porque él quería ahora le arme tanto problema.
Mientras tanto Lucía empieza a tener problemas también porque está acostumbrada a un ritmo de vida muy alto, así que cuando su esposo pierde el trabajo no entiende que le tiene que bajar a sus gastos y la familia se está yendo a la ruina.
Las cosas dan un giro muy grande cuando atropellan al esposo de Lucía. El hombre no sobrevive al accidente y de repente la mujer se ve como jefa de familia cuando jamás ha trabajado y como nunca le metió mano a sus finanzas ahora viene a darse cuenta de que su esposo las ha dejado prácticamente en la ruina y endeudadas a más no poder. Lucía entra en una espiral de depresión, así que tanto Patricia como Mario se ofrecen a ayudarla, le prestan dinero y van a su casa a consolarla y echarle un cable en lo que levanta cabeza.
Patricia se convierte en el pilar de apoyo de Lucía y Mario resiente que esté constantemente en su casa sacándole las castañas del fuego en lugar de «ocuparse de su familia». En este contexto, Mario le confiesa a Patricia que le ha sido infiel varias veces y ella decide separarse de él porque en lugar de estar celosa se ha sentido aliviada y está confundida.
La mujer decide que se irá a vivir a otro departamento, y Lucía que está empezando a trabajar en bienes raíces intenta ayudarla a conseguir uno, pero cuando no encuentran se le ocurre que puede vivir con ella y Larissa en lo que encuentra algo. Como las dos viven en el mismo edificio a Patricia le viene genial, porque así está cerca de su hija así que se va a vivir con ella. La amistad entre las dos se hace más fuerte y siempre están haciendo cosas juntas, eso hace que Larissa se sienta un poco desplazada y no esté muy contenta con la situación.
Un día Patricia tiene un sueño erótico con Lucía y eso la confunde mucho. Encima su amiga empieza a tener citas con un caballero con lo que la cosa se complica. Mario y ella siguen teniendo problemas y al final él termina diciéndole a los padres de ella que están separados, así que Patricia lo pasa mal porque con todo lo que le dice su madre se siente culpable de la situación, siente que ha destrozado su familia y que no tiene derecho a ser feliz.
Las cosas con el chico con el que estaba Lucía no terminan de salir bien, así que cada uno sigue por su lado. Patricia por su parte decide que va a intentar llevarse bien con Mario para que su separación no le afecte tanto a Valeria. Así que entre los dos deciden que harán una cenar juntos y lo pasan muy bien, así que quedan de acuerdo en hacer una cena familiar todas las semanas para verse y pasar un tiempo juntos.
A Lucía todo ese asunto empieza a mosquearla y no entiende por qué. Sobre todo cuando Mario va a casa y le pide a Lucía que tengan una cena los dos a solas para platicar.
Lucía: ¿Y qué? ¿En serio vas a ir?
Patricia: Pues ni modo que me negara. A ver ¿es mi imaginación o estás molesta? ¿Qué más te da si voy con Mario?
Lucía: ¿A mí? Absolutamente nada, por mi puedes hacer lo que quieras, de hecho me da completamente igual Patricia.
La cosa queda ahí, pero luego Patricia se está arreglando para ir a la cena y Lucía no para de hacer comentarios en pasivo agresivos, así que la mujer de plano decide que tienen que hablar para aclarar la situación y descubrir que pasa realmente, pero en lugar de solucionarlo terminan peleando más y Lucía se encierra en el cuarto enfadada.
Patricia la sigue hasta el cuarto y la encuentra llorando, así que no cesa en su empeño de intentar descubrir qué es lo que le pasa a su amiga.
Patricia:Lucía ¿Qué te pasa?
Lucía: Patricia ¿vas a volver con Mario?
Patricia: Mira si acepté ir a cenar con él es para decirle que me la paso increíble, que sí, que lo quiero mucho, pero que las cosas ya no son lo mismo.
Lucía: ¿Entonces para qué te arreglas tanto?
Patricia: Yo no me estaba arreglando para Mario. Ni si quiera siento lo mismo por él, desde que vivo aquí las cosas han cambiado mucho Lucía… Yo también estoy muy confundida.
Mientras esto sucede, Mario está en casa preparando la cena romántica con la que quiere reconquistar a Lucía. La mesa está a punto, así que se mete a su cuarto a cambiarse y para desgracia de las chicas mira por la ventana justo en el momento que las dos están besándose.
A Mario la noticia le cae como bomba, sale corriendo a tocarles a la puerta y reclamarles. Le dice a Patricia que le ha estado viendo la cara de imbécil y no quiere ni escuchar lo que ella tiene que decirle. Eso no hace más que aumentar el sentimiento de culpa de Patricia.
Mario: ¿Hace cuanto tiempo que me estás viendo la cara de pendejo?
Patricia: Tranquilízate.
Mario: ¡Cómo mierda quieres que me tranquilice si te acabo de ver besándote con tu mejor amiga! ¡Mírame a los ojos puta madre! ¡Estás casada conmigo por si no te has enterado! No puede estar pasando nada entre ustedes dos.
Patricia: Pues está pasando. Y no lo planeé Mario.
Mario: Estas confundida Patricia
Patricia: Si de una cosa estoy segura, es que estoy completamente enamorada de Lucía. Entre tú y yo no hay nada Mario, hace mucho y lo sabes.
Mario: Piensa bien lo que estás diciendo, estás destruyendo la familia.
Patricia: No Mario, eres el papá de mi hijo y a lo mejor mi mejor amigo, pero entre tú y yo no hay nada. Ya no hay nada desde hace mucho.
Mario: ¿Estás mandando todo al carajo? Te vas a arrepentir.
Patricia: Quiero el divorcio.
A pesar de todos estos problemas, las chicas deciden seguir con su relación, eso sí, sin que sus hijas se enteren, así que aprovechan cualquier momento que tienen a solas para besarse y estar juntas.
Las chicas tienen sexo por primera vez y Patricia descubre que con Lucía no tienen ningún problema disfrutar el sexo, lo que la hace tener dudas sobre su sexualidad y quién es en realidad, pero eso no eclipsa lo genial que se siente en esta nueva relación. Por primera vez siente que es plenamente feliz.
Uno que muy feliz no está es Mario, que sigue furioso por haber descubierto su relación y en un momento de nefasteo le dice a Valeria que él y Patricia se van a divorciar porque ella tiene un amante (no le dice quien es), eso sí, se le olvidó convenientemente mencionar sus infidelidades.
Como es lógico Valeria pone el grito en el cielo y su relación con Patricia se resiente muchísimo, ya no quiere hablar con ella y todos sus encuentros terminan en una discusión.
Como Lucía ve sufrir a Patricia constantemente por sus problemas con Mario y Valeria decide que va a intentar hablar con él para poner paz, así que lo invita a ir a comer con ella para poner los puntos sobre las íes. Ella va con buena intención, pero en cuanto empiezan a hablar él le dice que tiene muy claro que ella se ha sentido muy sola desde que se murió su marido y por eso está confundida, pero que él puede «arreglar» su problema acostándose con ella cuando quiera. Lucía le suelta tremendo cachetadón y se va indignada.
En la calle siguen discutiendo, así que Lucía le da un pedradón a su hombría diciéndole que seguro lo que le duele es que le hayan dejado por una mujer. Mario reacciona diciéndole que tiene suerte de ser mujer porque si no le metería un puñetazo en toda la cara. Al final cada uno se va por su lado y no se arregla nada.
Curiosidades
Como siempre las fans hemos nombrado a la pareja y el nombre por el que se conocía el ship de Patricia y Lucia era Lutricia.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Alejandra de la Mora para que nos hablara sobre su experiencia interpretando a Lucía y representando a las mujeres bisexuales. Nos contó cosas muy interesantes, te recomendamos leerla completa.
Es un poco complicado encontrar la historia completa de Las Trampas del Deseo, pero si quieres ver las partes de Patricia y Lucia te recomiendo que te pases por el canal de YouTube de LTDD Patricia&Lucia