Madre de Dios, nunca mejor dicho. Y es que el capítulo de hoy de Warrior Nun no ha dejado a nadie indiferente. Peleas, sangre, traición, desesperación. Todos los sentimientos que pudieras tener, han sido literalmente plasmados en este capítulo de Warrior Nun.
Con este capítulo, empezamos con un poco de historia. Ya en el capítulo pasado, dejábamos a Lilith junto con Adriel, mientras que las hermanas se reagrupaban para ver su siguiente movimiento después de la tremenda pelea que Ava y Beatrice se marcaban junto con Miguel en la Iglesia. Hay que saber qué está pasando y, ¿de qué mejor manera que con un poco de historia?
En este capítulo, conocemos las dos versiones de la historia. Después de todo, siempre se nos dice que las historias tienen dos versiones. Una la de Adriel en la que amaba a la chica, a Areala y que todo lo que hizo era para crear una religión nueva y por ella. Sin embargo, el poder del Halo la corrompió y se volvió contra él. La historia de siempre… que parece querer crear con Lilith en este capítulo.
Porque Adriel transforma a Lilith de muchas maneras en este capítulo y ¿lo malo? Es por su falta de aceptación por parte de Lilith, de las personas que le rodean. Lilith se deja guiar por Adriel este capítulo demasiado, aunque con ello consigue una nueva cualidad: ver lo que Ava ve, los demonios y poder de su realidad. Lilith ve algo conseguido al menos con él y aunque te da furia ver la manera en la que Adriel la maneja, la última escena te deja dudando. Y es que Lilith, llega en ella a su última forma. Esas alas, ese look… Diez de diez.
Mientras que Adriel y Lilith tienen su momento, Jazmine cuenta la historia de una iglesia, invertida y bajo tierra. (Si se necesitaba más pruebas que era el anticristo, ahí la tenéis). El caso es que Areala se dio cuenta y pidiendo ayuda, vemos la figura de quien le dio en primer lugar la corona de espinas. Porque Adriel era fuerte, muy fuerte para vencerlo sola… Aunque Areala tenía una cosa: sus hermanas… (lo que deja paso al intercambio de mirada de Ava y Beatrice y… es que, madre mía, estas dos no pueden estar más enamoradas).
El caso es que con ayuda de la corona, Areala y las hermanas, esta por fin consiguió deshacerse de él; haciendo que Areala perdiera la vida. Básicamente, nos advierte que el destino de Ava podría ser el mismo… Si es que las lesbianas y bisexuales en esta serie no pueden tomarse un respiro…
Las hermanas por fin llegan a su destino: la casa de Jillian, quien había ayudado a Lilith y las hermanas esperan que pudiera ayudar. Sin embargo, después del enfrentamiento con Lilith, Salvius no quiere saber nada de la orden ni de nadie. Incluso la Madre Superiora lo intenta, pero es en vano… Es entonces cuando Miguel, lo consigue al decirle que su hijo volvió. Porque sí… Miguel, es Michael, aquel niño que nos encontramos la temporada pasada y que atravesó el portal hacia lo desconocido… Toma giro de trama.
Desde luego, el reencuentro de ambos después te hace romper el corazón y sobre todo cuando descubre la manera en la que Adriel y Miguel estaban conectados de pequeño. ¿La manera en la que hablaba tan raro? Fue por ello… También descubrimos lo que vio al otro, la manera en la que sobrevivió… gracias a Reya, la dueña de Adriel; que lo convirtió literalmente en un mártir para poder parar a Adriel. Porque sí, Miguel ha vuelto con una idea: acabar con Adriel y por su cara, a mí ese chico me da miedo.
Aunque lo que da miedo es la manera en la que Miguel cambia cuando lo lleva a ver la máquina del portal y, además, le enseña el video que consiguió junto a Lilith cuando intentaba curarla. Sea lo que sea, la cara que vio quizás en el video; hace que Miguel cambie por completo. Es que da miedo, madre mía.
La cosa es que, ya una vez adentro, se discute la marcha de Lilith, pero viendo que no se puede hacer ya nada, lo mejor es continuar. ¿Cómo? Planeando la siguiente jugada.
Por un lado, Camila es perseguida por fantasmas, por así decirlo, cuando empieza a notar que hay algo raro desde el día en el que la vimos enseñando como hacer TikTok’s allá por el capítulo 1 a las hermanas. Alguien le puso algo y viendo como terminaron todos asesinados en el convento, mal asunto sería entonces. Incluso se lo dice a Beatrice, quien le ayuda a saber qué hay de malo en su cuello, donde nota esa extraña sensación. Aunque normal, si es que se descubre que Camila fue inyectada, por así decirlo, por un artefacto producido por Adriel. Pobre hermana, por suerte, tiene a Beatrice a su lado, que actúa como una hermana mayor con ella.
Ambas comparten unas escenas que son desde luego parte de mis favoritas este capítulo. La manera en la que sabemos más de Camila, como se cuestiona todo lo que le rodea… incluso como cuestiona los sentimientos de Beatrice cuando empieza a llamar a Beatrice en su intento de aclararse con sus sentimientos por Ava. “Es fácil enamorarse de una Monja Guerrera, lo dificil es quererlas. Nunca son tuyas, nunca duran”. No sé a ustedes, pero dado el contexto en el que todo se desarrolla, es bello ese momento. El lazo de hermandad se llega a notar en sus escenas y es casi bello la manera en la que se cuenta.
La charla ayuda a Beatrice y la cara que pone al ir a ver a una Ava que está entrenando como poner la corona a Adriel sin que se de cuenta, te hace ver que Beatrice poco a poco va aceptando sus sentimientos por Ava. ¡Es que es bellísimo!
Aunque no solo ocurre amor, Beatrice y Ava discuten sobre el ponerle la corona, los miedos de Ava cuando el Halo sigue apagándose sin razón, el miedo en general… Pero Beatrice le asegura de nuevo confiar en ella, estar a su lado y… buen, ¿qué puedo decir? La comunicación es clave en toda relación y Bea y Ava muestran que son las maestras en este caso.
Y mientras que las hermanas tienen su momento de revelación, también conseguimos saber qué le pasó a Vicente después de que la Madre Superiora lo dejara con la pierna partida en medio del campo: este está empezando a cuestionarse su fue. Como buena parábola Cristiana, lo encontramos deambulando por el centro que Kristian a proporcionado a Adriel para trabajar, preguntándose si realmente Vicente obra por su cuenta o es influido; cuando se encuentra con Kristian. Este tiene fe devota en Adriel, pero aunque Vicente quiere ser en ese aspecto como él, vemos que las hermanas y, sobre todo, la Madre Superiora, ha influido mucho en Vicente. Buena manera de cuestionarse la religión, si me permitís decirlo.
El caso es que, hablando de la Madre Superiora; esta también tiene su momento de lucha y es que, en este capítulo, Duretti por fin se decide a hacer algo contra Adriel e invitándola a una especie de reunión secreta con líderes religiosos; Superiora y Jazmine se ponen manos a la obra.
En el Hotel, nos encontramos con las hermanas en una reunión de mandamases de la religión: el Papa Duretti, curas, cardenales, rabinos, curas de diferentes ramas del cristianismo…. Todos están allí reunidos por una misma razón: saber qué hacer con Adriel ya que no es considerado esa deidad. Al menos, Duretti no lo creen y en una escena en la que se cuestiona a religión desde todos lados posibles, lo que realmente te deja en claro una cosa: actuar o no actuar por si Adriel es sagrado o no, lo único que hace es que miles de hermanas guerreras terminen muertas por su culpa. Incluso Jazmine lo deja claro cuando empieza a enfurecerle aquello. Sin embargo, como siempre, los miembros de la Iglesia la ignoran.
No es hasta que la Madre Superiora les canta las cuarenta, que los presentes se dan realmente cuenta que están jodidos. La Madre Superiora quiere proteger a las Monjas Guerreras y honestamente, aquí se ve la manera en la que quiere a cada una de las chicas. Tienen que actuar y pronto. Duretti se pone firme entonces y apoyando a Superiora, indica que es el momento de actuar, aunque es tarde… Los seguidores de Adriel están en sus filas y quien vimos como su mano derecha durante toda la temporada, le traiciona.
Un Judas en toda regla.
Un Judas que también da paso a una de las secuencias más increíbles que he visto en esta serie, que ya es decir; pero ver a la Madre Superiora cargarse a todos los seguidores de Adriel que han matado a los no seguidores… Es que te deja sin palabras. Las balas vuelan, Superiora se muestra en acción y es que solo puedo decir una cosa: “Wow”. La manera en la que se desarrolla, toda esa muerte… Ni Tarantino podría haberlo hecho en este caso mejor.
Aunque después de ese baño de sangre, lo importante es salir de allí y Francesco Duretti, junto con las hermanas Jazmine y Superiora, tienen que salir como puedan del hotel. Duretti sabe que debe de hacer algo y, aunque lo consideramos como el villano durante todo este tiempo, vemos que lo único que ha hecho es tomar malas acciones en su vida y, aunque malherido; Duretti realmente tiene su momento de redención cuando van a salvarlos
¿Cómo? Con ayuda de Ava, Bea y Miguel; cuando pide la Madre Superiora a Camila que les saque. Porque aunque Camila es la avisada, esta se queda con Jillian… y a tiempo, porque esta descubre algo importante: ¿lo que se sentía Camila en el cuello? Es nada más y nada menos que una especie de implante que, conectado al centro de Adriel, obtiene poder de las oraciones de Camila… En pocas palabras, Camila y Adriel están conectados por ese aparato. Van a necesitar ayuda, y por eso, hermanas de todos los lados del mundo, llegan a ello.
El caso es que, viniéndose otra escena de las buenas, Ava, Bea y Miguel corren a ayudar a Jazmine, Superiora y Duretti al hotel. Entrando con una de esas super entradas, amo la burla que hacen al “como se vería en la vida real”. Estos llegan y pronto, vemos que los seguidores siguen aún dando guerra y, mientras que Ava los despista, Miguel y Beatrice se ocupa de sacar a los demás. Sin embargo, Duretti sabe que la única manera de parar todo aquello es desenmascarando a Adriel y eso sería en el acto público que va a hacer. Así que, mientras que Superiora y Jazmine son sacadas, Duretti se sacrifica y es apresado… Esta historia desde luego que ya la he visto.
Todos están fuera, es hora de irse, pero ¿Ava? Esta se había separado de Miguel y Ava, ¿Dónde estaba? Pues corriendo por su vida y es cuando los demás están fuera, que Ava se encuentra atravesando una de las paredes y quedando suspendida en el aire por al menos veinte pisos de altura. Bea, Miguel, Superiora y Jazmine, como no se preocupan. Porque madre mía, solo te diré que si has visto esa película de Midsommar… bueno, te espera una escena parecida a la que se representa en la película: Ava cae desde el abismo al suelo y, ¿lo peor? Es que vemos el golpe… que la mata.
Porque sí, cuando la pobre Beatrice va corriendo a ella junto con los demás, Ava ha perdido la vida con la caída. Desde luego, manera de acabar un capítulo. Si os digo que se me hace un nudo en el estómago con esa escena, creedme que no es mentira. Ava se abre la cabeza y la pobre Beatrice que ya se ponía de acuerdo en que estaba colada por la chica, ahora se encuentra que… la puede perder y, literalmente, acaba de perderla. La manera en la que la sostiene, la manera en la que le habla para volver a ella. Mira, mi corazoncito no necesitaba eso.
Por suerte, en esta serie eso de “entierra a tus gays” no existe y Ava, que tiene el Halo, va volviendo poco a poco a la vida en las manos de Beatrice. No hay nada más bello, poético y especial que ese momento. “No podrán con nosotras, Be” le dice incluso a Beatrice. Sus miradas después, la manera en la que la toma Bea entre sus brazos, la forma en la que todos le dan su espacio. Yo ya desde luego, es que me bajo de la vida con estas dos. Es que esa escena es preciosa y a mí me tienen cautivada.
Y es que capítulo tras capítulo, Warrior Nun nos enseña que aunque el título de su serie te diga lo contrario, esta serie es mucho mejor de lo que te pintan. Si te dejó sin aliento como me dejó a mí, es que está haciendo bien su trabajo. Por que si soy sincera, yo ya le estoy dando al play al siguiente capítulo y disfrutar de las maravillas que nos trae capítulo tras capítulo.