Escrito por: Yovanu

Soy Vanu y escribo desde Buenos Aires, Argentina. En mi tiempo libre trato de llevarme en fotos, recuerdos de todo aquello que me parece hermoso, ya sea extraordinario o cotidiano. Amo el cine, las series, viajar, las charlas con amigos filosofando sobre la vida e intentando cambiar el mundo….y básicamente, soy un cronopio.

Hola Ladies! No sé si alguna recordará que hace ya un tiempo les dijimos que íbamos a tener un toque lesbicanario en Hot in Cleveland, pues bien, ese momento ha llegado. ¿Están preparadas? Allá vamos.

Para las que no sigan la serie, que asumo pueden ser unas cuantas, y si en realidad estoy equivocada será una grata sorpresa, básicamente la historia gira en torno a 4 personajes, todos ellos femeninos. La recién divorciada, Melanie, la estilista de famosos,Joy, la actriz de soap opera que ahora se encuentra desempleada,Victoria, y la dueña de la casa que alquilan, Elka.

Por razones de fuerza mayor (un vuelo con destino París que termina siendo aterrizado de emergencia en Cleveland), las 3 protagonistas más jóvenes dejan su residencia en la frívola L.A. y se instalan en un lugar diametralmente opuesto como es Cleveland. Ahora bien, esta historia actualmente se encuentra en su tercera temporada, y claramente no les voy a contar todo lo que ha sucedido, pero lo que sí deberían saber es que no sólo tenemos lesbianas reales en este episodio, sino también un par de lesbianas ficticias. Al final de la 2da temporada (la que no quiera spoilearse creo que mejor no debería leer el post), dos de las protagonistas, Joy y Victoria, terminan “accidentalmente” casadas en Canadá.

Esta temporada, o al menos los primeros episodios se han centrado bastante en este asunto del matrimonio entre ellas. Victoria, que ve como su carrera en la televisión se está viniendo abajo, decide utilizar su nuevo status matrimonial y explotarlo al máximo. Vamos, que tiemblan Ellen y Portia.

En este episodio del que vamos a hablar (3X02), Victoria, que está disfrutando de ser una bollocelebridad, les anuncia a las demás, que ha sido invitada a un exclusivo crucero de lesbianas por el Caribe, para dar una charla sobre el descubrimiento de su sexualidad, el amor y su matrimonio con Joy. Por supuesto, detalles como la honestidad no pueden ser un impedimento para remontar una carrera actoral :D.

Así que las 4 se van al dichoso crucero, y si lo complicado parecía ser fingir que todas eran lesbianas, se iba a complicar más aún. Melanie se encuentra con su hermana Caroline (interpretado por Laura San Giacomo) y su novia Nan (interpretada por Sandra Bernhard). Claro, lo primero que piensa Caroline es que su hermana también es lesbiana (lo lógico si la encuentra en un crucero de bolleras), y Melanie no sabe, no puede, no quiere contradecirla inicialmente. En realidad la sorpresa es mutua, aparentemente nunca habían tenido mucha relación, así que ni Melanie sabía sobre el lesbianismo de su hermana Caroline, ni Caroline estaba al corriente sobre el lesbianismo falso de su hermana mayor.

Melanie decide seguir con la mentira, en parte porque ahora siente que puede retomar la relación distante que siempre ha tenido con su hermana. Por supuesto no es una mentira fácil de sostener, para empezar, están en un crucero donde todas están en pareja, así que… ¿y la pareja de Melanie?, bueno…termina presentando a Elka…con toda la diferencia de edad incluida.

Pero esto no va a ser el único inconveniente. El asunto se complica un poco más cuando su reciente cuñada, haciendo gala de una fidelidad para los aplausos, comienza a coquetear con ella…bah, coquetear, es bastante directa…pero claro ¿cómo le explica a su hermana que su novia le está tirando toda la jauría de perros encima, si para peor ella le está mintiendo sobre ser lesbiana? O sea, ¿con que credibilidad plantea algo semejante?

Bueno, como por suerte esto es comedia, y no los dramas a las que nos tienen sometidas habitualmente, la historia tiene un desenlace feliz. Caroline encuentra a su hermana haciéndole ojitos al capitán del barco y se da cuenta que todo es una mentira, Melanie termina confesando que no es lesbiana, y Caroline, para que el final sea lo más redondo posible, le comenta que está pensando en dejar a Nan. Melanie obviamente aplaude como foca amaestrada la iniciativa, y colorín colorado, la historia de estas dos ha terminado.

Bueno, pero no me olvido que había más gente por ahí. La pareja de lesbianas falsas tienen algún cortocircuito entre ellas, porque a las dos les gusta el capitán del barco ,en realidad le gusta a todas, bueno, a todas las hetero, que el crucero es de lesbianas, no nos olvidemos…así que cuando tenía que dar la charla inspiracional Victoria, discute con su “mujer” olvidándose el micrófono abierto, y voilá, lesbiana falsa descubierta.

El capítulo es muy divertido, así como lo es la serie en general, la que tenga tiempo de verla, se la recomiendo porque merece la pena. No sé si el personaje de la hermana de Melanie regresará más adelante, pero ya saben que si hay alguna chispa lesbicanaria dando vueltas, aquí tendrán la noticia.

¡Hasta la próxima!