avatarobe

Soy Obe, una mujer a la que le gusta estar al día en información. Me gusta leer, me encantan los comics, soy algo friki, aunque un poquito menos de Rogue, amiga con la que comparto innumerables aventuras. Dicen que soy un poco mujeriega (pero es mentira). Yo diría más bien que algo pícara, aventurera y de poco dormir. Pero… estoy pillada, jajajajaja.

Fernando sebastián

Me gusta el nuevo Papa. Sí, Paquillo es majete, con sus declaraciones sobre la importancia de la pobreza, el acogimiento de todo el mundo, el derecho a la libertad y las denuncias de las injusticias. Pero como todos, no siempre acierta con los amigos. O no todos los amigos piensan como él. Ahí tenemos al que yo denomino Monseñúr Español (en adelante Monseñúr), que es un viejito con algo de demencia senil. ¡El pobre! ¡Qué pena me da! Sigue pensando que la homosexualidad es una patología que se puede curar. No recuerda que la Organización Mundial de la Salud descarta la homosexualidad como enfermedad.

¿Se han dado cuenta de que la gran mayoría de la Cúpula de la Iglesia son mayores de 65 años? ¿Esa gente no se jubila?

Anoche no pude dormir. El endiablado viento hizo que las ventanas silvaran y el ruido se incrustó en mi cerebro removiendo mis neuronas. Así que, aprovechando la coyuntura, me puse a soñar despierta, y pensé en la posibilidad de que Monseñúr tuviese razón. ¿Y si “mi problema” se pudiera curar?

Así que hice un examen mental de las posibles soluciones que se han aplicado a lo largo de la historia. La castración química, los electroshocks, las drogas, tratamientos de conducta, etc, etc…

En principio me decido por los electroshocks, porque en bajas dosis pueden producir cosquilleo. Pensando en la electricidad, recuerdo que cuando era una niña tuve un incidente con un enchufe. La descarga me impulsó hacia atrás de un salto, y acabé aplastanto a una atontada cucaracha en la trayectoria. Lo que me lleva a pensar en que los electroshocks pueden ser un buen insecticida, incoloro e inodoro.

Me viene también a la mente que la música disco puede llegar a ser totalmente electrizante, con efectos similares a los electroshock. Así que también servirá para una buena party de amanecida, sustituyendo a los speed. No quiero saber nada de la castración química, porque sólo pensarlo me resulta doloroso, así que puedo pasar directamente a las drogas.

Pastillas que cambian la conducta. Tienen que venir acompañadas de antidepresivos, ansiolíticos, megalíticos y todo lo que termine en “ítico”. Si me las tomara perdería la vitalidad y el brillo de mis ojos al ver a una mujer bonita. Igualmente perdería la sonrisa ante la misma circunstancia. Me deprimiría, estaría todo el día de mal humor, tendría palpitaciones en el corazón y… si han leído el prospecto de los ansiolíticos y los antidepresivos, verán que hay miles de efectos secundarios, desde las diarreas, al imsomnio pasando por los dolores de cabeza. En vez de curar el problema del que habla Monseñúr, crearía problemas de salud irreversibles. Finalmente despierto de mi letargo, y como me gustan las matemáticas y lafísica, hago un muestreo de los datos recogidos y le muestro a Monseñúr los siguientes resultados:

  • Electroshock = insecticida ecológico
  • Más electroshock = Una noche loca en una disco de moda.
  • Tratamientos electroshocks = homosexualidad dañada
  • Castración = homosexualidad dañada
  • Pastillas de corrección de conducta = homosexualidad dañada, además de diarreas, dolores de cabeza, palpitaciones, imsomnio y un laaargo etcétera.

Mostremos ahora la antítesis de los datos anteriores:

  • Ver a una chica bonita = Lesbiana alegre
  • Amor = Homosexualidad saludable
  • Libertad = Homosexualidad saludable
  • Homeopatía = Homosexualidad sin gripe (este resultado se coló de otros experimentos)

Por lo tanto, Monseñúr no queda más que decirle que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Usted, le guste o no, seguirá siendo un Viejo Demente y yo una Lesbiana Feliz. Amén.