Lo primero, es normal sentirse abrumado. Todo el mundo sabe que ser padre no es fácil. Y no, no es porque no exista un manual, que sería inútil, porque cada situación es diferente. A veces parece que a la gente se le olvida que los hijos son personas, individuos, independientes, con sus propios deseos, actitudes y personalidades.
La sociedad y su armario
En todo caso para manual los estándares sociales. Que tampoco son ideales, porque a la sociedad se le olvida que el mundo no gira en torno a la heteronorma patriarcal blanca.
El ser humano es tan diverso como personas hay en el mundo. El problema es que a veces los padres proyectan frustraciones y sueños truncados en los hijos, y eso sólo trae conflictos.
Uno de los mayores temores al salir del armario es, precisamente, la reacción de los padres. Sí, del resto de las personas que conforman tu vida también, pero principalmente los padres.
Así que, como les decía, claro que está bien sentirse abrumados cuando los hijos revelan que son parte de la comunidad LGBT+, pero hay que tener cuidado con las reacciones.
Así que aquí les ofrecemos 22 consejos, si les parece, que deberían seguir los padres de hijos queer.
1.- No se trata de ti
A pesar de que hemos establecido que es normal sentirse sobrepasado por la situación, no olvidemos que, finalmente, no se trata de los padres. Se trata de la persona que está saliendo del armario.
Aun cuando el padre y/o madre están siendo receptivos, a veces cometen el error de manifestarse ofendidos por no haber sido notificados antes.
No olvidemos que el proceso y la experiencia de salir del clóset es particular de cada quien y debe respetarse. Haz un esfuerzo por recordar que no se trata de ti, enfócate en la persona que importa.
2.- Tomate un momento para procesarlo
Vale, no te lo esperabas. Te tomó por sorpresa. Si te sientes muy abrumado, haz un esfuerzo por mostrar al menos un poco de apoyo y luego tómate un momento para procesar la situación.
Está bien que lamentes la idea del futuro que habías pensado para tu hija o hijo, que generalmente termina en matrimonio cisgénero heterosexual con hijos.
Pero ten cuidado de no hacer sentir a tu hija o hijo que te han decepcionado. Mantener una comunicación sana es fundamental.
3.- A veces hace falta ayuda profesional
No siempre, pero a veces la situación puede salirse de las manos. Cada caso es diferente y si sientes que podría beneficiar a tu relación familiar no dudes en buscar ayuda profesional.
Lamentablemente esto sigue siendo tabú en muchas partes, pero recibir ayuda de psicólogos o grupos de apoyo es perfectamente normal y sano.
Eso sí, ten cuidado de conseguir grupos de apoyo que no sean “terapias de conversión” o en general grupos homofóbicos (que los hay, lamentablemente).
Tu hija o hijo no está enfermo ni dañado. Por favor no pienses que puedes cambiarlos.
4.- Permíteles salir a su propio ritmo
Es posible que no sea sorpresa para ti saber que tu hija o hijo es queer. Pero aun así, debes permitir que sea la persona quien salga del armario a su propio ritmo.
No les “empujes”, lo que sí puedes hacer es crear un ambiente en el que se sientan seguros y cómodos para expresarse.
No olvides que existe la posibilidad de que, a pesar que tú sepas y aceptes que la persona es queer, tal vez esa persona no haya terminado de asimilar su situación.
5.- No uses el “Ya lo sabía”
Como decíamos es posible que para ti fuera obvio que tu hija o hijo es queer, pero no siempre es tan obvio para la persona afectada.
De hecho es posible que sea una lucha interna el llegar a términos con la identidad sexual, así que escuchar un “ya lo sabía”, como si fuera obvio, puede ser doloroso.
6.- No, no es una “etapa”
Ni siquiera se te ocurra sugerir que podría ser una etapa. Esto es, posiblemente, lo peor que pudieras decir si estás tratando de apoyarle.
Es posible que tu primera reacción sea pensar que se trata de eso, una etapa. Pero aun así no le hagas saber a tu hija o hijo que eso es lo que piensas.
No desestimes su identidad o sentimientos. Esto sólo va a traer consecuencias negativas, posiblemente enviando a la persona directamente de vuelta al armario.
7.- Primera impresión
Ten en cuenta que tu primera reacción seguramente tendrá un gran impacto en la vida de tu hija o hijo queer.
Así que, por más que sabemos que puede ser abrumador para ti, no olvides que se trata de ellos. Haz un esfuerzo por ser positivo y demostrar tu amor y apoyo.
Recuerda que puedes tomarte tu tiempo para procesar, pero cuida que tu primera palabra luego de la revelación sea un “te quiero”. Ya luego tendrás tiempo de asimilar y hablar más en detalle.
8.- Prohibida la homofobia
Si tienes sospechas de que tu hija o hijo podrían ser queer, o aún si no. Haz un esfuerzo por no tolerar actitudes y lenguaje homofóbico en tu casa o en tu presencia.
Esto les enseñará a tus hijos a 1) Ser mejores personas si no son queer. 2) A saber que es seguro salir del armario en tu presencia.
Es una cuestión de ser personas decentes, en todo caso.
Imagínate que tu hija o hijo es gay y tiene que vivir en una casa donde se admiten burlas homofóbicas.
9.- Hogar, dulce hogar
Asegúrate de dejarles claro que en casa siempre serán bien recibidos y estarán seguros. Que tienen un lugar donde ser ellos mismos sin objeciones.
Crea un ambiente familiar de apoyo y cariño. Que tu casa sea un lugar donde tu hija o hijo queer se sientan a salvo.
10.- Respeta sus decisiones
Si la persona ha manifestado no sentirse conforme con los estándares de género que impone la sociedad, asegúrate de preguntarles cuál pronombre prefieren.
De nuevo, se trata de ellos, y es posible que aun cuando salen del armario todavía estén en proceso de descubrirse. Así que si tienes dudas, pregunta. Pero de forma sensible.
Ten paciencia. Asegúrate de saber y respetar las preferencias de la persona.
11.- Pregunta
Es casi imposible que no tengas preguntas para tu hija o hijo, una vez salga del armario.
Es perfectamente normal y está bien que preguntes, que intentes aclarar tus dudas. Siempre que tus dudas no sean: “¿Qué hemos hecho mal?”, con mano a la frente y toque dramático de telenovela.
Respeta su identidad y aclara las dudas que tengas de forma positiva. Claro que siempre va a ser incómodo, pero hablar al respecto sólo va a conseguir unirles.
12.- Edúcate
No te pedimos que te eduques de antemano, aunque no estaría de más. Pero una vez tu hija o hijo sale del armario no temas leer al respecto.
Edúcate en temas de la comunidad LGBT+, esto te va a ayudar a entender mejor a la persona y a comunicarte.
13.- No atosigues
Sí, está bien preguntar, pero intenta no abrumarle de entrada. Así como tú necesitas tiempo para procesar tu hija o hijo necesita tiempo para asimilar que ha dado el paso.
Lo primero es dar amor y a poyo, eso es primordial. Ya después, poco a poco, podrás ir conversando y preguntando lo que necesites.
Sólo intenta no lanzar todas las preguntas inmediatamente después de la revelación.
14.- Olvídate de las etiquetas, aún las de LGBT+
La sociedad nos tiene configurados para ponerle etiquetas a todo, y para encasillar a las personas en categorías.
Así que, una vez hagas tu investigación sobre la comunidad LGBT+, posiblemente sientas la necesidad de etiquetar a la persona.
Inclusive dentro de la comunidad, cada quien es diferente. Como en todo, cada cabeza es un mundo.
Lee todo lo que necesites sobre la sexualidad de tu hija o hijo, pero la comunicación es lo que te hará entenderle mejor.
15.- Baja la guardia
Invita a tu hija o hijo queer a señalar las cosas que le ofenden. Pero intenta no ponerte a la defensiva una vez que lo haga.
A nadie le gusta que le corrijan o que le digan que hizo algo malo. Pero la única manera de mejorar es escuchando.
No puedes corregirte si no sabes qué estás haciendo mal. Así que cuando la persona manifieste su incomodidad sobre algo intenta reprimir el instinto de reaccionar de forma negativa ante la crítica.
16.- No seas ofensivo
Es muy probable que su verdadera manifestación personal sea algo con lo que te sientas incómodo en principio.
Ya sea porque no cuadra en los estándares sociales o porque no cuadra en tu percepción personal de lo que la persona debería haber sido.
Recuerda, de nuevo, que no se trata de ti ni de lo que tú quieres. Respeta la expresión de tu hija o hijo y el cómo se manifiestan.
No les hagas avergonzarse de ser quienes son.
17.- Neutral no es necesariamente bueno
No decir nada malo no es igual a apoyar. A veces el no decir nada bueno es una señal clara de rechazo, aunque tampoco te expreses de forma negativa.
Es importante que le dejes claro a tu hija o hijo que le quieres y le apoyas. Que le aceptas exactamente por quien es.
No te pedimos que hagas un desfile, pero no pierdas la oportunidad de recordarle todo el amor que le tienes.
18.- Privacidad
Esto ya no debería tener que ver ni con la sexualidad de tus hijos: No cruces rayas personales escudriñando sobre sus vidas a sus espaldas.
A veces el instinto de los padres puede impulsarles a actuar por detrás de la voluntad o el conocimiento de los hijos para asegurarse de lo que pasa en sus vidas.
Esto, en realidad, es una acción controladora. Aun si sospechas que la persona puede ser queer, no es tu papel meterte entre sus cosas para averiguarlo.
Lo único que conseguirás con esto es que te pierdan la confianza. Esto incluye dejar que ellos lleven el ritmo de que tan pública o privada quieren hacer su identidad.
19.- No discrimines
Es cierto que en muchos casos las personas muy jóvenes no saben bien el impacto de ciertas cosas. Pero no te confundas. Cuando se trata de ellos mismos es posible que nadie sepa más que, pues ellos mismos.
Aunque lo pienses, no desestimes los sentimientos o expresiones de tus hijos con frases como “Eres muy joven para saber si eres queer”.
No intentes convencerlos de que están equivocados, o que no saben lo que dicen. Es posible que no entiendan los términos exactos, pero no desestimes su identidad.
20.- Conviértete en aliado
Seguramente sabrás que las personas LGBT+ tienen que vivir enfrentando ciertos obstáculos, prejuicios y problemas que quizás el resto no.
Tómate el tiempo de escucharles y ayudarles a encontrar soluciones a estos obstáculos.
El mejor aliado no es el que más hace o el que se impone. Es quien escucha y pregunta “¿Qué puedo hacer?”, o “¿Qué necesitas?”.
No creas saber lo que están viviendo, escucha sus palabras y muéstrales tu apoyo.
21.- Elimina los estereotipos
Este paso es difícil porque los tenemos tan internalizados que casi es imposible vivir sin estereotipos.
Pero haz un esfuerzo por erradicarlos de tu vida y tu hogar. Especialmente los estereotipos en torno a la comunidad LGBT+.
22.- Su sexualidad no les cambia
La identidad sexual es sólo parte de la persona. Esto quiere decir que ahora que sabes que tu hija o hijo es queer, no quiere decir que esto les defina, exclusivamente.
Es sólo parte de quienes son, parte integral, sí. Pero no es el todo. La persona sigue siendo quien era antes de salir del armario.
Quizás más libre y feliz. Pero en esencia es la misma persona que amabas con locura.
No olvides
Ser padre de un hijo o hija Gay, Lesbiana, Bisexual o Transexual sólo es más duro si tú lo haces más duro. No olvides que no se trata de ti. Recuerda hacerles entender lo mucho que los amas. Escúchales. La comunicación es clave. Sé un buen aliado.
el 99% de las veces no es una etapa, pero es la frase más cliché y recurrente del mundillo, los padres en su mayoría tienen que pasar por una etapa de «duelo» negación, ira, negociación, depresión y aceptación, algo así como si les diera depresión post parto, ya despues de un tiempo hasta se puede volver a la casa (en dado caso de que la persona afectada haya sido echada a patadas) D:
Cada quien decide el rumbo de su vida y a vivir como una familia unida 🙂
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Se pueden meter bien la chota en el orto par de homosexuales y tortilleras me dan asco