No es por nada chicas, pero yo creo que vamos a hacer un monumento a Netflix. La compañía nos está trayendo bastante contenido lesbicanario que nosotras siempre agradecemos y este mes se ha estrenado otra serie más que podemos añadir a nuestra lista de series lésbicas para ver en Netflix. Se trata de Día a Día.

La serie es un remake de una serie americana llamada «One Day at a Time» que se transmitió en la CBS con mucho éxito de 1975 a 1984, pero esta vez se centra en una familia con ascendencia latinoamericana, lo que le da otro toque, aunque en mi opinión conserva la típica dinámica de sitcom de aquellos tiempos.

La familia está compuesta por Penelope (Justina Machado), una enfermera veterana de guerra que se acaba de divorciar, su madre Lydia (Rita Moreno) y sus hijos Elena (Isabella Gomez) y Alex (Marcel Ruiz) y la serie básicamente trata de las cosas cotidianas por las que pasa un familia. Día a Día juega mucho con los estereotipos, así que yo sufría un poco con el giro que podía tomar la historia LGBT, pero me ha gustado mucho como la han manejado. Y ahora sí, les voy a contar como estuvo la cosa, así que después del vídeo hay spoilers sobre la trama, así que si quieres ir a verla pura y casta ¡este es el momento de emigrar!

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Elena: el personaje lésbico de Día a Día

Elena Día a Día

La trama lesbicanaria de Día a Día comienza en el episodio 7. Elena está al teléfono en una de esas clásicas máquinas que te hacen esperar eternamente y temer un futuro en el que con lo único que puedas conectar sea con ellas (como cuando intentas hablar con un ser humano en el servicio técnico de telefónica). En fin que Elena está ahí esperando porque a su madre la pusieron «en espera» y no quiere perder la llamada, así que le pide que la cubra hasta que vuelva de hacer un recado

Mientras espera comiendo Cheetos, la máquina va soltando mensajes de consejos sobre medicina (porque es una línea de espera para conseguir una cita con un médico del ejercito), así que en un momento dado, Elena aburrida le pregunta a la máquina:

Elena: ¿Tienes algún consejo para cuando sientes que eres un bicho raro en familia? ¿Para explicar que no sabes si quieres que un chico te acompañe a tus quince porque no sabes ni si quiera si te gustan?
Maquina: Entonces hable con alguien.
Elena: Ya… Genial y ¿qué es lo que le digo? Oye mamá igual me gustan las chicas.

Justo en ese momento suena un sonido en la sala y Elena descubre que su hermano estaba escondido por motivos en los que no voy a entrar porque no tienen que ver con la trama. Y ¡miedo! porque claro lo ha escuchado todo.

Elena: ¿Has oído lo que decía antes?
Alex: No, la cortina es muy gruesa.
Elena: No puedes decírselo a nadie. No es que tenga vergüenza, es que no estoy segura.
Alex: Lo prometo, no se lo diré a nadie. De todos modos, no es como que tenga importancia. No te vas a meter en problemas por eso.

Alex y Elena abrazo

Así que en un primer momento, las cosas van genial para Elena porque su primera «casi salida del armario» ha sido muy positiva y su hermano es un amor.

Luego damos un salto hasta el episodio 10 en el que Penelope descubre que Alex estaba viendo una película porno de un trío en su ordenador. O al menos eso es lo que piensa ella en ese momento, porque a medida que va avanzando el episodio se da cuenta que la película en realidad la vio Elena. A Penelope en ese momento le preocupa tener que dar «la charla sobre sexo» pero cuando llega el momento se topa con una sorpresa.

Elena y Penelope hablando

Elena: Lo que intento decir es que, cuando pienso en amor, me veo a mí misma, algún día, amando a una mujer
Penelope: ¡Oh! ¿Por qué sigo dando las charlas equivocadas sobre sexo a todo el mundo?

Elena le explica a Penelope que se dio cuenta que si algún chico tenía que gustarle sería su amigo Josh, que es en teoría el chico perfecto, pero besarlo le hace sentir menos que verse una película de Kristen Stewart.

Penelope: Ahora entiendo porque viste esas películas de Twilight tantas veces.
Elena: Definitivamente no era por la calidad del guión… Entonces ¿esto te parece bien?
Penelope: Claro que sí. Te quiero y quiero que seas feliz. Y nunca deberías tener miedo de contarme nada sobre ti misma.

La escena es muy bonita y se nota que Penelope quiere estar ahí para Elena, pero al mismo tiempo tiene cara de estar completamente en shock y no haber procesado bien el asunto. Algo que nos queda claro en el episodio 11, que empieza con Penelope visitando a su vecino y amigo para decirle que está traumada porque se siente rara con lo de Elena. Que lo odia porque ella jamás ha sido homófoba, pero que ahora que es su hija, se siente rara y se odia un poco a sí misma porque obviamente quiere que Elena tenga la mejor de las experiencias y que no se sienta rechazada y no sabe como esconderlo. Así que opta por irse al otro extremo y demostrar cada 5 segundos lo muy genial que le parece que su hija sea lesbiana, lo que es bastante gracioso para nosotras y raro para Elena jeje.

Lo siguiente que vemos es que Elena sale del armario con su abuela y todo parece estupendo porque ella está super contenta y la apoya en todo. Claro que cuando se quedan solas la cosa cambia por completo.

Penelope y Lydia en Día a Día

Lydia: Mira, yo sé que tú estás de acuerdo con esto, pero tienes que entender, yo soy religiosa.
Penelope: Lo sé mami.
Lydia: Y lo siento, lo siento pero tengo un problema con que Elena sea lesbiana. ¡Va en contra de Dios! Aunque Dios nos hizo a su semejanza y él no comete errores. Y en cuanto a los gays el Papa dijo: «¿Quién soy yo para juzgar?». Y el Papa representa a Dios, así que ¿qué hago yo yendo en contra de Dios y del Papa? ¿Quién demonios me creo? Vale, vale, ya está todo bien.
Penelope: ¿Qué? ¿Lo has procesado todo en 10 segundos?
Lydia: Sí, porque es mi nieta y la quiero sin importar nada más, ¡Y ya! Así que dime ¿cuándo es el orgullo LGBT?

Así escrito parece normal, pero la verdad es que es una conversación super graciosa por la manera en la que nos lo vende el personaje jajaja. Se van a reír un rato.

Penelope y su amiga lesbiana

Viendo como está la situación, Penelope decide acudir a una de sus amigas lesbianas e ir a un bar gay para ver si puede imbuirse en el ambiente y dejar de lado sus reticencias. La conversación entre ellas es bastante graciosa, básicamente Penelope intentado entender por qué se siente rara y las dudas que tiene cuando lo ve perfectamente normal en su amiga.

Penelope: ¿Cómo sabre si las chicas que lleva a casa son sus amigas o le gustan?
Ramona: Le preguntas.
Penelope: ¿Me va a decir la verdad?
Ramona: Probablemente no.

Igual Ramona le dice que está criando a una chica bien educada que seguramente será un miembro activo de la comunidad y una persona decente. Lo que es genial pero aún no deja del todo tranquila a Penelope que hubiera querido seguir hablando pero Ramona liga con una chica y la abandona en combate, así que Penelope se queda en la barra bebiendo y sufriendo por sentirse mala madre. Entonces un chico se le acerca y empiezan a platicar sobre eso.

Penelope en el bar

Penelope le explica que se siente un monstruo porque ella quería que su hija tuviera una salida del armario perfecta y llena de arcoiris y en su lugar no consigue procesarlo. Que quiere que Elena sea feliz, pero no consigue dejar de pensar en que eso no es lo que ella se imaginaba. Que ella pensaba que las dos platicarían de chicos cuando ella fuera más grande y sobre otros temas.

Él le responde que apenas hace un día que se enteró de que Elena es lesbiana. Que no pasa nada porque tarde un poquitin en procesarlo. Su corazón está en el lugar correcto ahora solo le falta que su cabeza llegue al mismo lugar. Pero lo importante es que realmente quiere Elena y está dispuesta a ayudarla y apoyarla en todo el proceso. También le cuenta que a él le pasó lo mismo cuando su hermano salió del armario y que también le costó un poco, pero ahora todo va genial y ella también llegará a ese punto.

Elena y Penelople hablando

Al final del episodio vemos a Penelope y Elena hablando como si nada de chicos, o al menos del chico con el que ligó Penelope en el bar gay jeje. Luego Elena dice que a ella le encantaría que le llegara ese momento y que cuando pase se lo contará con detalles. Y todo termina bien entre ellas.

A mí me ha gustado primero porque es un ejemplo positivo en una familia latina de una salida del armario y en segundo porque habla del proceso que a veces sufren los padres para aceptar que un hijo forma parte de la comunidad LGBT+ y como no necesariamente eso significa que sean los villanos de la película.

Ha sido una historia bonita, bien contada y con mucho humor en medio. Les recomiendo que le echen un vistazo si pueden. A ver si nos regalan más temporadas y vamos viendo más de Elena.