Momentos
Mi idea de una cena romántica no es un restaurante lujoso con protocolo, velas y tenedores para la ensalada. No es ponerse un vestido elegante con tacones que apuñalen el suelo. Ni siquiera música de violín que amenice la velada. Para mí no hay nada más romántico que una mirada que brille tanto como para dejar ciego al resto del mundo. Vestirnos con los pies descalzos y ropa que fluya por la piel. Cenar una hamburguesa en la playa con el mar de fondo tocando sus melodías. ¿Y la luz? O dos inciensos clavados en la arena o tus ojos, que también iluminan.
Creo que no necesitas un mantel blanco ni copas de cristal para ser feliz. Creo que tu naturalidad encaja a la perfección con mi sencillez, simplificando los momentos hasta extraer su esencia. ¿Somos dos locas en un mundo de cuerdos, o dos cuerdas en un mundo de ahorcados?
Contigo ya no me siento más sola que la Luna. El día que aprecié más tu Felicidad fue una noche a orillas del mar, bajo un techo de estrellas por el que me enseñaste a caminar.
Días lluviosos
Amo los días lluviosos y el cantar de un poema desde las nubes. Porque, desde por la mañana temprano, un cielo gris junto a ti está lleno de color. Y de calor.
En esos días en que parece que no existe el Sol, que solo vive el dolor, me sentaré junto a ti con mis escritos a mano, para ayudarte a coser tu Alma mientras leemos mis heridas.
Debo confesarte que mi sonrisa está Enamorada de la tuya. Estás preciosa con tu llanto y tu alegría. Mi mejor plan es el que nos sugiera el día gris: deshacer la cama para hacer el Amor en mi postura favorita: contigo a mi lado, encima, o debajo. Porque reír contigo es mi mejor Orgasmo. Es lo que se me ocurre para tintar de expresión los momentos de bajón.
Contigo, hasta en los días lluviosos resiste el Sol.
Buenos días
Verte dormir es tan pacífico como escuchar al océano soñando de madrugada. El ronroneo de tu cuerpo al recolocarse en la cama se me antoja igual de cálido que cuando el Sol estira sus rayos en el horizonte dando los buenos días al mundo. El conjunto que formas con ese momento es, sin duda, mi mañana favorita.
Quiero hacerte el Amor como si tocara el piano: primero te calentaría con caricias. Después te afinaría despacio y con calma hasta que estuvieras cómoda. Y por último conseguiría sacarte sonidos maravillosos.
Eres mi Amanecer preferido. Estás preciosa cuando el Sol bosteza su luz en tus ojitos. Buenos días, Cariño.