“La última palabra” es una especie de Spin-Off de “Gin & It”, centrado en uno de sus personajes: la doctora Taylor. Velvet Taylor tiene un consultorio médico en Hetherington, esa población inglesa tan rarita que conocimos en la novela anterior. Ella en sí misma resulta también bastante peculiar. Altiva y autoritaria, le gustan los roles dominantes, tanto en la vida en general como en la sexual en particular. Sus extremos de despotismo nacen de una personalidad narcisista y ególatra. De hecho, se adora y se gusta hasta el punto de que no sería una exageración decir que incluso se desea, dado que el mayor placer sexual lo alcanza consigo misma, después de examinarse en el espejo y tirarse los tejos con descaro.
Sabemos que la doctora Taylor jugó un papel importante en la trama de “Gin and It”, y esa acción se verá ahora descrita desde el punto de vista de la propia doctora. Pero lo que desconocemos en su totalidad es el pasado de Velvet. Ambas circunstancias nos serán desveladas en “La última palabra”, donde asistiremos a las peripecias de la joven Taylor en el internado exclusivo donde la envió su padre (galeno también).
Allí nació su vocación por la Medicina, si es que puede llamarse “vocación”, porque nada tiene que ver con velar por los enfermos, los principios del juramento hipocrático, etc., etc. Velvet descubrió que quería ser médico porque se dio cuenta del poderío que desde esta profesión podía tener sobre algunos aspectos de la vida de sus pacientes. De esto se percató tras conocer a la Dra. Elena Smith-Ochoa, la médico encargada de los cuidados sanitarios de la institución educativa, que además de poder, también ejercita un inglés espantoso.
Por cierto, no tengo información directa sobre esto, pero sí cierta sospecha de que el nombre de esta señora puede ser una pequeña broma, o cuanto menos una referencia al pasado: tiene un cierto parecido con la doctora Elena Ochoa, que fue la primera persona que presentó en Televisión Española un programa sobre educación sexual hace ya bastantes años. Posteriormente, se casó con un conocidísimo arquitecto británico.
Puede que su pasado en la institución educativa nos ayude a comprender la trayectoria de Velvet, o tal vez a confirmar que su personalidad egocéntrica fue forjándose sin remedio a lo largo de los años sencillamente porque ya existía una semilla poderosa (o sea, que nació narcisista y déspota y así se quedó, perfeccionando sus defectos).
Pero, en todo caso, nos adentraremos en una historia interesante, a la vez que volveremos a la trama de “Gin and It” de forma tangencial, viendo –como se apuntaba antes- ciertos hechos desde otra óptica.
Advertencia: no es nada recomendable leer “La última palabra” antes de “Gin and It”, como señala la presentación del libro.
“La última palabra”, además de una breve novela que profundiza en el mundo de “Gin and It”, es también el nombre de un cóctel, invención de la propia Velvet, que lleva Chartreuse, Maraschino y por supuesto ginebra, como ingredientes alcohólicos principales (la receta está al final del libro, por si a alguien le apetece probarlo).
Tras su degustación, tal vez queráis seguir en la órbita de “Gin and It” y continuar con “Ángel Caído”, otro breve librito que reseñaremos a continuación de este.
Disfrutad de la lectura, si os apetece.