Esta semana Sevilla se pintó de colores para celebrar el día del orgullo en la Alameda de Hércules. La encargada de dar el pistoletazo de salida a las celebraciones este 2023 ha sido la cantante Vanessa Martín que subió al escenario envuelta en el ya famoso mantón con el que nos sorprendió a todas el año pasado María del Monte.
La cantante empezó su discurso fuerte, advirtiendo que se avecinan tiempos difíciles y que hay que prepararse para luchar y evitar que: «alguien tire nuestra bandera», refiriéndose a cierto partido político que no queremos nombrar porque no vamos a darle ni un poquito de luz en esta publicación.
También dejó claro que venía con la espada desenfundada para luchar por los derechos de todos. “He venido a reivindicar la tolerancia, la naturalidad, el respeto, al inclusión y la libertad, porque ¿Qué somos las personas sin todos nuestros derechos claros y firmes?». Y expuso su desilusión con ciertos políticos que lanzan discursos que vuelven las calles más peligrosas para todos.
Martín también quiso mostrarse vulnerable ante quienes le acompañaban y hablar de su proceso de aceptación y de la forma en la que he llevado sus relaciones de cara al público. Pero eso sí, defendió su derecho a ser discreta y decidir exponer solo las partes que ella quiere compartir y no lo que la gente le exige.
No niego que fuera prudente y que tuviera temor esos primeros años en los que no sabía bien lo que me estaba pasando. Pero las calles me han visto ser yo. Desde niña fue discreta con todo, mucho, pero no me escondí. Después de tanto camino trabajado me gusta que se hable de mi profesión, no de con quién me voy a la cama. Hay preguntas que no se le hacen a los hombres y a las mujeres se los siguen haciendo… A veces se confunde la discreción y la intimidad con la negación.
Hoy es una mujer mi compañera, la que roba mi pensamiento… Creo en el amor libre, en que cada uno sea lo que sienta. Homosexual, bisexual, trans, lo que cada uno quiera. Lo que tu origen defienda, tu cuerpo demande o tu piel desee o necesite. Creo en la diversidad, en ganar derechos que nos vengan bien a todos y a todas y no solo a unos pocos. No nos disparemos en el pie. Creo en las sorpresas que te da la vida, en atreverse y no limitarse, en ser felices como cada uno sienta.
Por último, la cantante lanzó un mensaje hacia dentro de la comunidad, porque a veces nos enfocamos mucho en los problemas que vienen de afuera, pero se nos olvida que dentro también hay que mejorar. En especial en el respeto y empatía que tenemos respecto a las decisiones personales de los demás.
Por último compañeras y compañeros, los invito a no juzgar a las personas que no han llegado a reconocerse o manifestarse de la misma manera. Que la intimidad de cada uno es ser sagrada. Y como leí a una seguidora, querer adueñarte de la sexualidad de una persona y de como o cuando lo cuenta es igual de violento que una fobia. Cada uno tiene la familia que tenemos, la educación que tenemos, los miedos que tenemos y desde el amor, la empatía y la tolerancia se pueden construir y moldear muchas realidades.
La cantante cerró su pregón cantando una canción muy reivindicativa que compuso el día anterior y que en su letra lleva frases tan bonitas como estas:
Yo he sido el amor escondido,
El tiempo perdido, una vida a medias
He sido la risa frenada
La mano furtiva, la manta en la pierna
He sido el amor de segundas
cabeza confusa, la cash converter,
he sido quien falta en la foto
, Pero por vivir tanto no se arrepiente.
Así que el orgullo de Sevilla empieza por todo lo alto y seguro cerrará todavía mejor así que ¡no se lo pierdan!
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