Es una pena, pero parece que es imposible que una serie de televisión con una pareja lésbica con buena historia permanezca en la parrilla durante mucho tiempo. La nueva presa de la fiebre de cancelaciones en NCIS: Hawai’i, que desde hace 3 temporadas había estado desarrollando la pareja de Lucy y Kate.
Si la serie tuviera malos números, sería normal que la recortaran porque no es rentable. Pero es que no es así. NCIS: Hawai’i tiene una media de 7.8 millones de seguidores. De las 14 series de drama que CBS tiene en parrilla durante este año, ha sido **la sexta serie con más audiencia) y aún así, la cadena ha decidido que no quiere una nueva temporada.
La tercera temporada de la serie, que se está emitiendo actualmente y cuyo episodio final está marcado para emitirse el 6 de mayo, será el final de la serie. Lo pero, es que fuentes de Deadline han confirmado que, el plan no era terminar la serie ahí, así que hay un cliffhanger bastante grande y desde ya nos advierten que nos vamos a quedar con un regusto amargo por la manera en la que terminará la serie, que no se siente de ninguna manera como una conclusión.
El shock ha sido importante, porque según reporta la misma Deadline, los productores intentaron negociar hasta el final que hubiera una cuarta temporada, aunque fuera más corta para poder cerrar las tramas. E incluso, llegaron a ofrecerle a la cadena un recorte masivo del presupuesto para conseguirlo. Pero nada pudo hacer que cambiaran de opinión.
Tori Anderson, la actriz que interpreta a Kate Winslet en la serie, expresó su pesar en Twitter por la cancelación.
Me está costando mucho procesar esto. Muchas gracias a todo nuestro increíble equipo, que ha hecho que cada día sintiera que estaba viviendo un sueño. Quiero darle gracias a todos los fans. Mi corazón también se rompe por ustedes. Esta es una gran pérdida para la representación. Los quiero mucho.
Es muy triste, pero ahora las series no tienen tiempo para respirar y crecer. Si no tienen un éxito altísimo de inmediato, las recortan sin miramientos. Incluso cuando son rentables, como le ha sucedido a NCIS Hawaii. Es algo de lo que nos veníamos quejando en las plataformas de streaming, pero parece que la enfermedad ha empezado a contagiarse a las cadenas.