Bienvenidas al resumen del segundo episodio de Stupid Wife, esa serie en la que tu mente te juega una mala pasada y te hace odiar al amor de tu vida. ¡Maldita suerte!
En el episodio pasado nos habíamos quedado conque Luiza y Valentina habían recibido la noticia de que la pérdida de memoria de Luiza no tenía fecha de caducidad, así que todo el mundo sufría. Este episodio lo comenzamos justo después de ese momento. Con Luiza procesando todavía el diagnóstico cuando su peque se acerca a ella para pedirle que no esté triste y que vuelva a casa porque la extraña.
Luiza puede que esté confundida y que sienta que toda esta situación la está superando, pero es una buena persona y sabe que le está haciendo daño al pequeño con su comportamiento, así que decide que va a regresar a casa.
Valentina mientras tanto está hablando con los padres de su mujer. La pobre está confundida y no tiene claro qué puede hacer. Ellos le piden que por favor le tenga paciencia a Luiza porque obviamente está pasando por un muy mal momento y no tiene claras las cosas.
Valentina: Ya lo sé. Lo que pasa es que también es muy difícil para mí. Imagínense, un día estás casada y al día siguiente tu esposa se olvida de ti y de toda la historia que tienen juntas.
Los padres de Luiza entonces le preguntan si deberían hablar sobre «ese tema» y Valentina se niega enfáticamente. Les dice que deberían esperar a que Luiza esté mejor. Obviamente hablan de algo grave y yo sufro, porque todavía no salimos de una y ya estamos entrando en otra. En fin, que Valentina tiene miedo y prefiere que Luiza recuerde por sí sola el tema.
En esas están cuando Luiza entra con Leo en brazos y les dice que Leo la ha convencido y que regresará a casa. Así que la cara de alivio de Valentina es épica y parece que hay algo de luz en el camino.
Lo siguiente que vemos es a Valentina acompañando a Luiza a su cuarto y comentándole que tiene que llevar a Leo a una práctica de fútbol, pero que volverán para cenar todos juntos. Luiza lo mira todo con cara de susto y Valentina la anima a explorar su habitación. La morena se entretiene mirando una fotografía de Leo y ella juntas y Valentina le ofrece una vez más ir con ellos. Pero Luiza necesita tiempo para estar sola, así que prefiere quedarse en casa.
Valentina se va y Luiza, como es lógico sigue curioseando por todo el cuarto e intentando hacerse con el lugar. En esas está cuando abre el clóset y después de inspeccionar la ropa se topa con una cajita llena de dvds con puntitos de colores. La curiosidad le puede y agarra uno de puntitos rojos (el color hay que guardarlo en nuestra memoria) y lo reproduce para ver cómo era su vida antes de perder la memoria.
Lo que vemos en la secuencia es a Luiza grabando un vídeo cuando llega Valentina con planes de hacer cosas más interesantes. Así que mientras su chica prueba la cámara se dedica a besarle el cuello, hacerle caricias en la cara con la nariz y en general a incitarla a que apague el aparato y le haga caso a ella que es mil veces más intersante.
Luiza, que es una mujer inteligente, decide que lo suyo es hacer varias cosas a la vez y todas bien. Así que le cambia los planes y le dice que tiene una mejor idea, Valentina se toca y ella la graba. Sí, puede que me diera casi tanto calor o más que el que le estaba entrando a Luiza mientras veía el vídeo. Porque puede que su mente no se acuerde de lo que es que Valentina te mire con esa cara, pero su cuerpo se está acordando perfectamente bien mientras ve el vídeo.
Como describen alegremente mis compis canarias: «el chichi se le hizo Coca Cola» por aquello del burbujeo. Pero la que no sea culpable que tire la primera piedra porque me da a mi que aquí hubo más refrescos. Ejem, pero volviendo a la serie, Luiza decide apagar el vídeo porque el corazón se le estaba acelerando a un ritmo peligroso para la salud. Eso sí, se queda riéndose para sus adentros porque la vida nos da sorpresas y esta es una de las buenas.
Ya por la noche, Leo está dormidito y Luiza decide bajar a la cocina donde se topa con Valentina subida la mesa y comiéndose un limón. Podría parecer todo normal pero hablamos de Valentina que cuando como se ve más o menos así:
Luiza es que ya no puede más, porque su mujer es una especie de incitadora andante. Menos mal que no tienen alfombras porque Luiza no llevaba vasitos para baba y ¡los necesitaba! La mujer se queda en trance hasta que reacciona y grita ¡Basta! Porque claro, una es lesbicanaria y esas tentaciones son muchas. ¿Lo malo? Que la pobre de Valentina estaba ahí nada más comiendo tranquilita así que le ha metido un susto que no es normal.
Valentina: ¿Qué pasa?
Luiza: Nada… que quiero agua…
La pobre de Valentina se queda con cara de meme de señora confundida con miles de ecuaciones y Luiza de plano se va a darse un baño de agua fría a ver si así se le pasan los calores. ¿El problema? Pues que cuando sale dispuestísima a dormir se topa con una Diosa con gafas geeks en la cama y ella es humana. ¡Cómo demonios va a dormir con semejante monumento al lado! No hay piedad en este mundo.
Valentina está ahí toda mona con un libro que le ha comprado en la mano para que lea antes de dormir y Luiza hace lo que mejor se le da cuando tiene sentimientos que no puede controlar. ¡Cabrearse!
Luiza: ¿Qué estás haciendo aquí?
Valentina: Esperar a que acabaras para dormirnos
Luiza: ¿Juntas?
Valentina: ¡Claro! ¿Por qué no?
Luiza: No voy a dormir contigo.
Valentina: ¿Y eso por qué?
Luiza: No me voy a acostar contigo Valentina.
Valentina: Luiza, esta cama es tan mía como tuya.
Luiza: O te vas tú o me voy yo.
Valentina se va toda herida y Luiza se queda más tranquila, porque sí, ha sido un ogro, pero al menos tiene la situación más controlada de momento.
La mañana siguiente vemos a Luiza jugando con Leo y a Valentina acelerada por la cosa metiendo cosas en la bolsa y haciendo todos esos recados de último minuto antes de llevar al peque a la escuela.
Cuando termina, Valentina se acerca a su mujer para darle su teléfono y mostrarle como puede desbloquearlo por si se le ofrece cualquier cosa. Luego intenta darle un casto beso en la mejilla antes de marcharse pero Luiza es más veloz que una chita y tiene el movimiento de la cobra más que estrenado, así que no se lo permite.
Valentina se va toda triste y Luiza se dedica a ver que encuentra su teléfono y se topa con un nombre conocido ¡Duda sigue siendo su amiga! Así que rápidamente le manda un mensajito en plan «tenemos que vernos» y Duda se presenta en menos de lo que canta un gallo para hablar con su amiga.
Toda esa alegría que tenía perdida en alguna parte de su cuerpo, Luiza la recupera en cuanto ve a Duda. Está tan contenta que su amiga le pregunta si de verdad la ha extrañado tanto. Luiza le dice que es preciosa y para su sorpresa Duda se pone incómoda y le para los pies.
Duda: ¿Qué es esto Luiza? No vamos a volver a tener sexo.
Luiza: ¿Qué dices Duda?
Duda: ¿Entonces es verdad? ¿Has perdido la memoria? Esa es la única razón por la cual habrías podido olvidar una noche tan maravillosa.
Luiza: Duda… ¿tú y yo nos hemos…?
Duda: Fue delicioso.
Luiza ya estaba empezando a sudar cuando Duda ya no aguanta más y suelta la carcajada porque obviamente le estaba metiendo una trola del tamaño de una casa. Luego de reírse un rato la cosa se pone más seria y Duda le confiesa que, cuando Igor le contó pensó que la estaba cotorreando pero que le pone muy triste que sea verdad.
Las dos se toman un café y Duda la pone al día con su vida. Al final se ha casado con Igor, el hermano de Valentina y los dos tienen una pequeña niña llamada Aninha. Luiza aprovecha para preguntarle cosillas como si Valentina y Leo siempre han sido tan unidos. Duda le responde que sí, que Valentina siempre ha sido una gran madre y que el día que nació Leo lloró muchísimo. Luiza se da cuenta que fue ella la gestante y por un ratito está muy contenta porque Duda es muy buena y le cuenta el lado bonito de su vida.
Lo siguiente que vemos es a Luiza mirando la caja de vídeos otra vez super concentrada. Está como dudando si ver otro o más vale alejarse a tres metros no sea que se tope con otro de Valentina siendo sexy y se le olvide como respirar. Está tan metida que no se da cuenta que Valentina está mirándola con los ojos del amor desde la puerta.
Luiza entonces se fija que la caja de los dvds tiene una inscripción que dice:
Si esa persona es para ti, no importa que pase siempre se encontrarán. Aún si necesitas hacerlo mil veces para darte cuenta.
Valentina interrumpe la inspección preguntándole qué está haciendo y Luiza se disculpa porque siente que está espiando cosas que no siente suyas. Pero su esposa valida sus sentimientos y le dice que todo lo que hay ahí es de las dos y ella tiene derecho a mirarlo cuando quiera.
Luego hay un silencio incómodo y a Valentina se le borra la sonrisa de la cara, pero aún así sigue intentando conectar con su esposa.
Valentina: Cariño, Leo ya llegó, así que cuando quieras bajar a cenar te vamos a estar esperando.
La mujer se gira para bajar a cenar pero Luiza la detiene y por un momento todas pensamos que por fin va a conectar con ella y podremos empezar a ser felices pero ¡esto es una novela! Así que nos toca sufrir bastante más. Luiza nos rompe el corazón a todas cuando dice:
Luiza: ¿Me haces un favor? Deja de llamarme cariño. Yo no soy tu amor. ¿No es ya suficiente estar casada con alguien que me cae tan mal?
Valentina: ¿Qué quieres decir?
Luiza: Valentina deja de hacerte la tonta. Tú sabes muy bien que yo jamás me casaría contigo.
Valentina:Deja de decir eso.
Luiza: Mira, solo estoy haciendo esto por Leo. Pero es muy difícil. Yo nunca viviría con alguien que no es compatible ideológicamente conmigo. Alguien que es completamente vacía, fútil, mimada, estúpida…
Valentina: ¡Basta! No voy a permitir que me humilles en mi propia casa. ¿Qué crees? ¿Qué esto es solo difícil para ti? ¡Mira todo lo que está pasando! ¿No te das cuenta de que no eres la única que está sufriendo aquí. No puedes recordar nuestra historia juntas. Ni si quiera te acuerdas de nuestro hijo. Si no estás feliz aquí, vete.
¡Ay mi corazón! No en serio, es que me ha dolido hasta a mi. Y en el fondo a Luiza le ha pesado el cortón porque se queda con cara de culpabilidad y cabreo.
Más adelante vemos a Valentina cenando con Leo y a Luiza bajar y dirigirse a la mesa. Leo es pequeño pero no tonto, así que de inmediato se da cuenta de que pasa algo raro, así que Valentina intenta difuminar la situación mandándolo a por uno de sus muñecos.
Cuando se quedan a solas, Valentina le dice que pensaba que ya se habría ido y Luiza le responde disculpándose y diciendo que no tendría que haberle hablado así. Pero Valentina ya tiene las paredes más altas que la muralla china porque le hicieron el corazón papilla y una tiene que cuidarse, así que le dice que se va a jugar con Leo y la deja en la mesa para que cene sola.
Al otro día Luiza recibe la visita de su amiga Carol y las dos se ponen a platicar sobre la situación con Valentina. Luiza le confiesa que las cosas van mal, que ni si quiera pueden mirarse a la cara. Carol le aconseja que ponga de su parte, le dice que sabe que es difícil para ella pero que piense que ha construido una familia muy bonita. Luiza responde que no puede porque alucina a Valentina y no puede con ella.
Carol le dice que aunque ella ya no se acuerde las dos han cambiado. Ella ya no es tan radical y Valentina ya no es aquella chica insípida y a la que le valía todo. Carol le aconseja entonces que se divorcie, porque así solo se están haciendo daño mutuamente, pero Luiza dice que no puede porque tienen a Leo. Su amiga le responde diciéndole que se pregunte si Leo prefiere a sus dos madres juntas peleando o separadas y respetándose. Carol le insiste en que ponga un poquito de su parte y lo intente.
En esas están cuando alguien toca a la puerta y cuando Luiza va a abrir se encuentra con una repartidora que le pregunta por Valentina.
Luiza: Valentina esta fuera. ¿Este paquete es para ella?
Repartidora: ¿Entonces tenemos la casa libre para nosotras? ¡Me moría por verte!
Luiza se queda con cara totalmente alucinada y la chica la toma de la cara y está a punto de besarla cuando ¡salen las letras del final del episodio! Sí señoras, con este final nos han dejado. Se ve que Luiza le estaba poniendo los cuernos a Valentina con la repartidora. ¡Menudo lío extra por si no tenían pocos!
¡Nos vemos dentro de nada para hablar de un nuevo episodio de Stupid Wife! Recuerden que pueden ver todos los episodios en su canal de YouTube