A estas alturas no me cabe duda que todas tienen idea de quién es Megan Rapinoe. La co-capitana de la selección tetracampeona del mundo en fútbol femenino. La del pelo (por ahora) púrpura, la lesbiana que ya venía haciendo ruido desde hace tiempo y que comenzamos a notar en serio en las pasadas olimpiadas de Río en 2016. Si todavía no se han enterado las chicas de Estados Unidos consiguieron ganar por segunda vez consecutiva el Mundial FIFA, que se celebró en Francia este verano.
Un Mundial que nos dejó excelentes postales lesbicanarias. Pero que sin dudas tiene como protagonista máxima a Rapinoe. Que no solo es abiertamente lesbiana, feminista y muy consciente de los problemas sociales, sino que también es una fantástica jugadora de fútbol. Por algo se llevó el trofeo MVP. Rapinoe ha sido muy vocal contra las más terribles políticas de Donald Trump y elocuentemente rechazó asistir a la Casa Blanca como la tradición indica a los campeones deportivos.
El efecto Rapinoe
Además de haber rechazado enfáticamente visitar la Casa Blanca mientras esté habitada por Trump, y de haber dicho y hecho cosas como apoyar la protesta de algún deportista negro contra la brutalidad policial y el racismo en general, o exigir la igualdad salarial. Megan no para de tocar temas importantes cada vez que puede. Usando su plataforma de deportista influyente para intentar mejorar las cosas o al menos crear conciencia.
Quizás por eso la conocida reportera estadounidense Rachel Maddow no dudó en sugerir que Rapinoe debería considerar lanzarse a la carrera presidencial de Estados Unidos, que ya comienza sus primero pasos para las elecciones del 2020.
El mensaje
Imagino que si han seguido todos estos eventos que rodean al mundial femenino y a sus campeonas, habrán notado que las americanas no han perdido tiempo para celebrar su gran triunfo. Celebraciones que nos han dejado fantásticas joyas en las redes sociales. Como el bálsamo visual de Alex Morgan y Kelley O’Hara flotando en unas donas inflables. O’Hara lanzándose del autobús que las paseaba por las calles para abrazar a la multitud que las recibía. Y así un montón más.
El hilarante momento en que Allie Long pensó que era con ella cuando llamaron a Kelley O’Hara al escenario en el desfile de bienvenida, fue uno de nuestros momentos destacados de ese evento. Pero nada podría llegar a superar el discurso de Rapinoe, porque es uno que debería ser escuchado por todo el mundo:
¿Tienes Telegram instalado? Recibe nuestros artículos al momento en tu teléfono suscribiéndote a nuestro canal.
