Bienvenidas al tercer episodio de la tercera temporada de Luimelia. Preparen el corazón porque el cruce de Ships que se avecina en este episodio les va a acelerar el latido. ¿Se acuerdan de Pepa y Silvia… ¡pues eso! Pero no se preocupen que en este capítulo no hay bodas. Pueden respirar tranquilas.
Empezamos el episodio en Nacho en plena cita con Marina intentando hacerse el interesante. Podríamos criticarlo ¿pero quién no ha intentando hacerse el guay en las primeras citas porque estás insegura y quieres quedar bien? Pues eso, la que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
¿Lo guay? Pues que Marina está igual y es divertido ver que ella también está insegura y sufre. Y ustedes se preguntarán ¿pero qué haces tú hablando de la parte hetero que por ahí hay otros muchos blog que la desgranan? ¡Paciencia mis queridos saltamontes lesbicanarios! Que esta parte es importante porque en medio de la cita Nacho se encuentra ¡A PEPA!.
¿Quién es Pepa? Pues la ex de Amelia que hace mucho tiempo no ve pero le dejó ahí un huequito en su corazón bonito de caramelo. ¿Y a qué no saben qué se le ocurre a Nacho? Sí, exactamente, Nacho le pasa el teléfono de Amelia por los buenos tiempos. ¡Miedo me da! Porque la Pepa es ¡NUESTRA PEPA!
Y hablando de miedo, a Amelia no le sienta muy bien la noticia. Casi mata a Nacho cuando se entera. Solo se salva porque en ese momento llega Luisita y hay que disimular de alguna manera. Igual no le sale muy bien que digamos, porque todo el tema le revuelve sentimientos perdidos muy dentro de su ser. Porque resulta que Pepa fue su ex maestra de interpretación, de esas que te cambian el mundo y te regalan libros dedicados que relees de vez en cuando.
De hecho, Amelia está tan absorbida que, cuando se va un momento de la sala, Luisita curiosea el libro y la bajona es inmediata cuando se da cuenta que la dedicatoria dice:
Gracias por resucitarme el alma. Tuya, aunque tú no te lo creas. (Pepa)
¡Auch! El golpe es doble cuando justo en ese momento a Amelia le llega un privado de parte de Pepa y a Luisita se le salta el corazón. Si esta fuera la Luisita que conocimos en Luimelia 77, la hubiera liado muy parda. De hecho me sorprendí cuando en lugar de explotar cual bomba de relojería se contuvo. Porque eso no hizo sino reforzar dentro de mi el golpe existencial que esto había sido para ella.
Luisita aguanta como las meras machas sin preguntarle a Amelia nada que no sea un: «¿estás bien?» y cuando su novia le responde que le duele la cabeza, para mi sorpresa le da su espacio.
Era prácticamente inevitable que sucediera y sí, Amelia y Pepa quedan para nuestro sufrimiento. Porque la morena no puede dejar de pensar en su ex. Así que las dos quedan en un parque y se sientan a charlar. Y aquí tengo que hacer una pausa para decir que amo muchísimo que Pepa sea Laura Sánchez. Porque si ustedes son pequeños saltamontes lesbicanarios a lo mejor no se acuerdan de ella. Pero las que ya tenemos por aquí un par de añitos amamos a Laura porque fue la mitad de una de las parejas lésbicas españolas más internacionales: Pepa y Silvia. Así que me ha hecho muchísima ilusión verla jugar con el fandom. Además es un guiño muy bonito a nuestra historia lesbicanaria. Ya lo de la ex novia «Silvia» fue un puntazo. Pero vuelvo al episodio.
Pepa está ahí porque ha dejado a Silvia, eso en primer lugar. Pero en segundo, a pesar de todo lo que ha pasado entre ellas, sigue bebiendo los vientos por Amelia.
Pepa: ¿Y tú? ¿Estás con alguien? Recuerdo que siempre te hacía mucha ilusión casarte.
Ahí, Pepa, encajándonos el cuchillo que se nos quedó clavado desde el último episodio de la segunda temporada. Porque recordemos que Luisita casi que le hace la cobra al matrimonio.
Lo dicho, que Pepa sabe que lo hizo todo mal, pero que sigue enamorada de Amelia y cuando vio a Ignacio supo que era su momento. Que a ver, yo no conozco mucho a Pepa, pero si hay alguien que se merece estar traumada con el tema del matrimonio es ella. Pero aquí lo importante para nuestra vida es que Pepa le propone a Amelia volver juntas. (inserte aquí cara de Pikachu sorprendido)
Amelia: Es demasiado tarde.
Pepa: Yo sé que sigues sintiendo algo por mí. Si no, no habrías venido.
Y sí, siente algo por ella todavía porque tiene los ojos encharcados y el alma apachurrada. Lo vemos todas. Así que cuando la escena se corta se nos quedan los ovarios en la garganta porque ¡a saber!
Amelia llega a casa echa polvo y Luisita la está esperando con el corazón en la garganta también. Porque aunque Amelia no le haya contado nada sabe lo que hay. Que de esa reunión depende su relación y la cara de corazón partío que tiene nos lo demuestra. Es hora de poner las cartas sobre la mesa y aquí alguien puede salir muy herido.
La morena se sincera y le confiesa que ha visto a su exnovia y que le ha pedido que vuelva con ella. Luisita no se sorprende en lo más mínimo, más bien pregunta con todo el miedo y la inseguridad del mundo:
Luisita: ¿Tú qué le has dicho?
Amelia: Que le voy a decir, que no.
¡Fiu! Luisita se sincera también y confiesa que ha tenido sus dudas, porque Amelia ha estado super distante todos esos días. La morena acepta esa parte y le cuenta que su ex le hizo mucho daño en su momento y estaba descolocada.
Luisita: ¿Y porque todavía sientes algo por ella?
Amelia: Es inevitable. Pero de verdad que no volvería nunca atrás. Lo que tengo contigo no lo he tenido nunca con nadie.
Igual yo soy rarita, pero a mí esta respuesta me ha parecido normal. Cuando alguien ha sido importante en tu vida y las cosas se acaben no es que hagas borrón y cuenta nueva. Las experiencias que pasaron siguen ahí y dependiendo de cómo haya sido la relación el cariño puede seguir. Eso no significa que sigas amando a esa persona o que quieras volver con ella. Al menos así he entendido yo lo que ha dicho Amelia.
Sea como sea, por si cualquier duda se le hubiera quedado a nuestra Luisi, Amelia le da el beso más tierno del universo para recordarle que ella es la elegida.
Ha sido un episodio especialmente bonito. Y extrañamente, me ha enseñado más de Luisita que de Amelia. Porque puede parecer que es la morena la que pasa «la prueba». Pero en mi humilde visión, descubrí de manera más patente aún lo mucho que Luisi ama a Amelia y lo importante que es para ella su relación.
Y ya en plan risas tengo que decirles que nunca hubo futuro para Pepa y Amelia. ¿Se imaginan el ship? ¿Pelia? ¿Amepa? Lo dicho, desde el nombre estaban destinadas al fracaso. Así que solo me queda despedir este resumen agradeciéndole a las diosas lesbicanarias el bonito trabajo que siguen haciendo con Luimelia. Porque como cada semana me han sacado una sonrisa y me han dejado acordándome de lo buenos que saben los langostinos con las rayitas aquí encima.