El comic de la discordia

Llevo como 10 minutos recorriendo de arriba abajo las viñetas del cómic, buscando eso tan «aterrador» y eso que «nos espera si las familias homoparentales son normalizadas», y como mi paciencia tiene un límite, he llegado a las siguientes conclusiones:

1) En lugar de aterrador, yo diría que es dramático. Véase y apréciese:

a) que el niño moreno lleva peluca, por o cual debe tener algún tipo de cáncer (le delata la calvicie en la nuca), y que el niño rubio sufre malos tratos (le delata la visible protuberancia sobre la cabeza, seguramente ocasionada por una conmoción o, simplemente, es un chichón).

b) que, dado que les sigue un pseudo-pinguino parlante con pajarita roja, una de dos… O viven en una zona de experimentación gubernamental para modificar animales genéticamente… O la conmoción de saber que Davie Dinkle tiene dos mamás les ha causado un daño neuronal irreversible y ven cosas raras.

c) que arranques de rabia beisbolera por parte del que (opino yo) es el papá del niño calvito ocurren cada dos por tres. Véase que dicho niño ni se inmuta cuando la televisión atraviesa cual misil estadounidense la ventana de la sala, e incluso ni presta atención a las palabrotas del señor.

d) que el niño calvito y su papá no gozan de un estado económico óptimo en base a: el modelo de la televisión, seguramente el primero que salió al mercado después de la imagen a color; y el hecho de que la tele en cuestión está anclada, supongo que por el enchufe, a la pared de la sala para evitar que la mamá (la cual, me juego la mano izquierda, está en la cocina haciendolacenalavandolaropalimpiandoelsueloyañimentandoalhijopequeñodelmatrimonio) la empeñe para pagar el alquiler. Véase que la tele atraviesa la ventana, pero frena inmediatamente para ir a caer al porche, en lugar de al jardín, gracias al cable.

e) que no pasará mucho tiempo antes de que el papá eche de casa al niño calvito, si es que es verdad la teoría del daño neurológico irreversible, porque de sus gritos a la televisión («moron» significa, según el diccionario del Sr. Appleton, «persona que padece deficiencia mental») se deduce que no iban a llevarse demasiado bien.

f) que el pseudo-pinguino muere en la última viñeta, ya sea por un infarto de miocardio por el susto de la tele voladora o porque uno (o varios) de los cristales de la ventana le ha alcanzado un órgano vital. Yo me inclino más por esta última opción, ya que muy hábilmente el dibujante ha dejado fuera de cuadro la cabeza del mencionado bicho.

Y ahora, mi segunda conclusión:

2) No sé si la señora o señorita Roback quiere dar a entender que el hecho de que haya familias homoparentales será la causa de la situación que aquí se nos presenta, aunque no creo porque ella es doctora y hasta una doctora es capaz de ver que estas cosas ya pasaban antes de que se nos cruzase por la cabeza el antojito de casarnos y tener críos, así que buscaré otra explicación para lo de «lo que nos espera».

…

(Dos horas más tarde)

Ya está. Lo que nos espera es que los niños empiecen a pensar por sí mismos y empiecen a plantearse que a lo mejor tener dos mamás o dos papás no es tan malo… O lo que es lo mismo, el peor momento imaginable para un conservador.

Y ya lo último, que todas tenemos cosas que hacer…

Véase que en ningún momento me he metido a criticar el hecho de que el señor tire la tele por la ventana en un momento de frustración, y es porque… seamos francas, mujeres que leéis este blog… TODAS (y yo también) tuvisteis ese mismo impulso al ver las dos últimas escenas que aquella gloriosa serie que fue Xena: la Princesa Guerrera 😀

Un abrazote…

Eidel

Excelente apreciacion, Eidel.Horas despues,continuo riendome. Por cierto,¿son ideas mia o «el padre» (esa imagen tan relevante y digna de ser seguida por su hijo)tiene en la gorra/visera algo parecido a dos implantes mamarios de silicona? a lo mejor le crecieron alli espontaneamente en la zona de experimentacion gubernamental…especulo yo,que soy mal pensada.

Agradecida de tenerte de regreso,sita Rogue…!las Diosas existen!