Plan V resumen de episodio 2×01

Finalmente luego de idas y vueltas, tenemos la suerte de poder ver ya el primer capítulo de la segunda temporada de Plan V.

Para quienes no hayan visto la primera (que en realidad pueden verla ya mismo en la web de las chicas). Pero a ver, quizá se dejan vencer por la pereza, entonces hago una breve sinopsis para que tod@s sepamos de qué estamos hablando.

Las protagonistas son Ana (Lorena Romanin) y Laura (Sofía Wilhelmi), y se conocen un poco por casualidad y otro poco por ¿destino? en el subte (eso que el resto del mundo llama Metro). Ana se enamora al instante sin saber su nombre, pero no iba a tardar mucho en enterarse que la chica en cuestión era la nueva novia de su hermano Martín. El problema es que Ana y Martín son muy unidos, con lo cual si ya de por sí no está bueno robarle la novia a tu hermano, si además te llevas muy bien, el sentimiento de culpa es mayor. Aún así hay cosas que no pueden evitarse. Las chicas van cruzando sus caminos a lo largo de toda la disparatada primera temporada, y el trío de amigas que secunda a Ana la van a ayudar a que pueda concretar lo que quiere.

Sus amigas son Flor (una chica que no anda con preámbulos a la hora de acostarse con nadie) y la parejita despareja, Pato-Mara. Todas (excepto Laura) trabajan en la productora del hermano de Pato, y allí también trabaja Darío, quien a veces desde su mente gay no puede creer el drama que se arman las tortas (bollos, lenchas y afines).

El final de la primera temporada termina con Ana y Laura juntas. Ana peleada con su hermano Martín. Pato y Mara separadas porque Pato no pudo con su tendencia a ser infiel y la engaño con otra. Y Flor…salvo una breve historia con una chica casada, seguía en la misma, o sea, con nadie.

¿Listas para comenzar la segunda temporada? Síganme las buen@s (y las mal@s también, que sino nos aburrimos).

Entre las novedades destacables de esta temporada, además de algunos personajes que se suman, está la extensión de los capítulos, que casi se ha duplicado con respecto a la temporada anterior. El primer capítulo dura 23m, lo que para una webserie es un montón, así que supongo que con capítulos más extensos, tendremos más desarrollo de historia, más personajes dando vueltas y todos felices.

La temporada comienza con todo el grupete al completo jugando al fútbol o al menos intentando hacerlo. La performance no es deplorable, sino lo que sigue, y por supuesto pierden. A la parejita Ana y Laura les da igual porque están en su propio mundo de felicidad ajenas a todo, Mara está todavía atravesando por el duelo de la separación (y no precisamente de la mejor manera), Pato está con otra chica y le da igual Mara (mostrando su lado más insensible), Flor sigue igual..algunas no cambian fácilmente, (ya en la primer oportunidad que tiene se mete a la ducha de una del equipo rival) y Darío, es el pobre santo que recibió todos los pelotazos, y también convengamos, el que tiene que soportar a todas ellas juntas (que no es menor).

Cuando terminan la bochornosa muestra de pobreza futbolística y se van, tenemos lo que para mí es una escena bien representativamente lésbica (a partir del minuto 4.30…) el ataque de histeria de Mara al ver que la nueva novia de Pato la pasa a buscar…yo no sé ustedes, pero he vivenciado y padecido actos parecidos de parte de alguna amiga despechada, casi siempre en la vía pública por supuesto, y una o dos intentando calmarla. ¿Por qué somos taaaan dramáticas? Como sea, me encantó esa escena, me hizo reír mucho porque al menos a mí, se me hizo muy real.

Después de la demostración de excelentes cuerdas vocales de Mara, volvemos al vestuario y ahí quedó sólo el pobre Darío, y cuando digo solo no lo digo porque sí, ¡urgente un novio para Darío!, de hecho su soledad o lo que sea, lo hacen delirar y soñar con una coreografía a lo Village People, hasta que la cruel realidad lo trae de nuevo a la tierra. Igual, parece que puede que tenga suerte esta temporada, porque aparece un personaje nuevo (Ramiro), un chico bonito, sensible y simpático que espero vuelva a aparecer en capítulos siguientes, y veamos a Darío no sólo como soporte del grupo torteril sino también con vuelo propio.

Luego de tan dramática escena de sufrimiento por parte de Mara, ella, Flor, y la parejita feliz se encuentran tomando algo, y como corresponde a cualquier grupo de amigas que se precie, debatiendo que si Pato estuvo bien, estuvo mal, si es culpable, no es culpable, etcétera. Flor le pregunta a Ana por Martín, y ella le cuenta que sabe que rehizo su vida, que conoció a alguien y que son todos ¿felices? Veremos…

Es cierto, Martín tiene nueva novia, pero para desgracia de las chicas, no va a facilitar nada las cosas, para empezar, es insoportable, no hay nada que le venga bien, ni el barrio, ni la decoración de la casa, y por sobre todas las cosas….las lesbianas. Sí, si, si, aparentemente la niña tiene algún tipo de fobia no resuelta para con las lesbianas. ¿Miedo a que le guste? ¿Curiosidad? ¿Alguna la habrá rechazado? Quien sabe, la cuestión es que es así. Las detesta.

Ni bien llega a la casa de Martín (donde también viven Ana y Laura), comienza con sus comentarios despectivos, así que ya podemos prever una convivencia plagada de armonía (léase en tono irónico).

Mientras tanto, Darío y el hermano de Pato, que como les comenté antes, tiene una productora donde antes trabajaban todas pero las echó (principalmente porque estaban más ocupadas en sus dramas amorosos que en trabajar), están dedicados a encontrar nuevo personal. El desfile de freaks es alucinante, que yo lo describa acá le quita toda gracia, cuando lo vean en el video, lo sabrán entender.

A su vez, Flor se ofrece a llevar a Mara a su casa porque la pobre decidió ahogar sus penas en alcohol (literalmente) y no puede con su alma. Mientras Flor conduce, Mara va recostada en el asiento trasero teniendo todo tipo de pesadillas, hasta que de una se despierta a los gritos, tanto así que Flor se asusta y chocan. Casualidad o destino, no choca contra cualquiera sino contra la mujer casada con la que estuvo en la temporada 1…que ahora, y como ya se veía venir, no está más casada.

Pero si pensábamos que sólo Mara iba a tener pesadillas, error, algunas pueden tener pesadillas estando despiertas. ¿Ustedes se acuerdan de mamá o papá todo el tiempo pidiéndonos en nuestra más tierna infancia, que levantáramos los juguetes del suelo y los guardáramos? Bueno, eso debería ser así de consecuente con lo largo de la vida… ¡los juguetes no se dejan tirados! ¿Queda claro? Sino luego tenemos escenas de histeria con una lesbofóbica al encontrarse con situaciones como esta:

Luego del choque, Flor y Mara ya se encuentran en casa. Mara acostada durmiendo o al menos intentándolo, y Flor leyendo. Mara se siente muy mal e intenta acostarse con Flor, quien le dice que no. Mara indignada le recrimina que se acuesta con todas y con ella no, y Flor le explica que precisamente porque la quiere, no se acuesta con ella. Como Flor ve a su amiga tan mal, le ofrece que vaya con ella a una sesión de terapia. Mara acepta y termina teniendo terapia ella. Ahí tenemos otra vez una escena muy divertida y donde nuevamente hace uso de sus geniales cuerdas vocales, ya que tiene que hacer un ejercicio que consiste en hablarle a un almohadón como si fuera la persona que la ha hecho sufrir (o sea, ya sabemos que es Pato), pero Mara no le habla, Mara le grita, y le grita con ganas. Grita, llora, patalea, se acuesta en posición fetal, hasta que finalmente queda calmadita. Me encanto esta escena, en realidad, me encantó este personaje todo el capítulo.

Y para ir terminando el capítulo, nos muestran dos realidades completamente opuestas. Por un lado Ana y Laura haciendo el amor con ganas en una habitación, y por el otro, la lesbofóbica y Martín que…bueno, ella mucho entusiasmo no le pone. ¿Será que Martín se encontró con una lesbiana más? ¿Será el famoso imán de tortas? Sólo nos queda esperar para ver como sigue la historia.

No sé cuando van a subir el capítulo 2, pero no tengan dudas que en cuanto esté, acá estará el resumen.

¡Hasta la próxima!